Me gusta una buena película; ese sentimiento de sumergirme en una historia, hacerme amiga de los personajes y hasta el toque de tristeza cuando aparecen los créditos en la pantalla. Pero a pesar de lo que me gustan las películas, no voy al cine con frecuencia.
Primero, ¿has visto el precio de una taquilla en estos tiempos? Si voy a pagar ese precio, debe tratarse de una película muy buena. Y ese es el otro problema, la mayoría de las películas en la actualidad no lucen tan buenas. Para nada. Aun si se tratara de un alquiler de un dólar, pienso que no iría.
Pero hay una nueva película que me ha interesado. Una que no solo narra una buena historia sino que tiene un mensaje poderoso. Los hermanos Kendrick, quienes produjeron Enfrentando los gigantes, Prueba de fuego y Hombres valientes, ahora nos traen su película que nos habla sobre el poder de la oración: Cuarto de Guerra. La historia cuenta cómo una mujer de rodillas ante el trono de Dios puede ser un instrumento poderoso de transformación profunda en las vidas de aquellos a quienes ama.
Ese papel lo interpreta una mujer que fue charlista en una de las conferencias de Mujer Verdadera (True Woman) y amiga de Revive Our Hearts, Priscilla Shirer. La vida de su personaje aparentaba estar bien en lo externo, pero en su interior, no lo estaba tanto. Su matrimonio colgaba de un hilo cuando conoció a una mujer anciana quien francamente pero con ternura, la llamó a capítulo.
"¿Puedo preguntarte cuánto oras por tu esposo?”
"Ohh . . . Bueno… muy poco".
Esta sabia anciana continua enseñándole al personaje interpretado por Priscila Shirer cuán poderosa es el arma de la oración para mantener una familia intacta. Es un arma que necesitamos utilizar en nuestras propias familias y para nuestra Iglesias, comunidades y país.
Nancy Leigh DeMoss describe la película como una herramienta poderosa que pone el enfoque en la necesidad urgente que tenemos de orar. “Amo Cuarto de Guerra pues ilustra hermosamente lo que hay en el corazón de una mujer piadosa y lo que la impulsa hacia un estilo de vida fructífero y floreciente en Cristo”.
Mientras miraba el video de promoción, fui retada en mi propia vida de oración cuando, la señora Clara proclamaba:
Necesitas suplicarle a Dios para que Él haga lo que solo Él puede hacer. Luego necesitas quitarte del camino ¡y dejarlo actuar! Necesitas pelear en oración.
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