Nunca había sido instruida en cuanto a la Feminidad Bíblica hasta conocer a Aviva Nuestros Corazones, nunca había visto como el alto llamado que es; el Señor usó y usa cada uno de estos programas para comprender que mi vida, mi matrimonio y mi maternidad, no se tratan de mí, sino de una maravillosa historia de redención y gracia. Toda mi vida debe apuntar a Cristo, porque todo se trata de Él, comprendí que todo mi día, el lavar ropa, el cocinar, el corregir, el servir la comida a mi esposo, debe reflejar el evangelio, nunca antes pensé que estas cosas tan rutinarias y “aburridas” pudieran hablar de algo tan grandioso. Cambió mi enfoque; y, sin duda me dio la responsabilidad de hacerlo de una manera que no blasfemara la Palabra de Dios.
Lo que más agradezco es que este ministerio no me hace ser dependiente de una persona, un líder, un libro, sino me lleva constantemente a LA PERSONA, AL LIDER Y AL LIBRO. Los programas diarios son un excelente recurso, pero no podrían sustituir a mi relación personal con Cristo y eso es algo que he aprendido al escucharlo, a desarrollar una vida de estrecha dependencia a Él, de rendición y de búsqueda constante. Sé que solo puedo ser transformada y mi mente renovada si me expongo diariamente a Su Palabra.
En el año 2015 tuve la oportunidad de viajar junto a mi mamá e hija a la República Dominicana y asistir a la conferencia Mujer Verdadera, fue una linda experiencia para nosotras escuchar todas esas voces que nos acompañan diariamente en vivo y reunirnos con un gran grupo de mujeres que como nosotras tenían el deseo de buscar al Señor y conocerle más.
Es por eso que invito a las mujeres de mi país a registrarse a la Conferencia Mujer Verdadera 2017 que se llevará a cabo en la ciudad de Querétaro, México, del 23 al 25 de marzo.
Doy testimonio de la gran bendición que es tomar unos días de nuestra cargada rutina y preparar nuestro corazón y mente para buscarle a Él, con intencionalidad.
Hago un llamado especialmente a las mamás a no desaprovechar la oportunidad para compartir esta actividad con sus hijas adolescentes y clamar al Señor que Él use este tiempo para cautivar sus corazones y atraerlas a Su Reino.
Estaré por siempre agradecida porque ésta será la segunda oportunidad en que las tres generaciones estaremos de nuevo juntas en este tipo de viaje y es mi oración que nuestros corazones sigan siendo impactados por Su Palabra y nuestra vida cada vez más esté rendida a Sus pies. Ora al Señor, pídele Su dirección y anímate a unirte a este grupo de casi cinco mil mujeres que anhelan vivir vidas que honren y glorifiquen a Cristo.
Estoy segura que durante esos tres días serás animada e instruida en cómo adornar el Evangelio viviendo conforme al maravilloso diseño que Él planeó para ti.
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