Cuando tu alma está descuidada

Hace unos años, durante el servicio de adoración, recuerdo que fui quebrantada profundamente al escuchar un solo del himno Estoy bien con mi Dios. En ese momento estaba experimentando una temporada bastante desafiante y confusa en el ministerio. Mis oraciones y peticiones delante de Dios permanecían en el aire, aparentemente sin ser respondidas e inadvertidas. 

Mientras repetía sinceramente las palabras de este himno de Horatio G. Spafford en mi corazón, el Espíritu Santo me alertó de algo de lo que no me había dado cuenta: no estaba bien con mi Dios.  Aunque poseía toda provisión perfecta en Cristo, la noticia inquietante era que mi alma no estaba en completa paz, ni descanso en Él.

¿Alguna vez te has preocupado tanto por cuidar las preciosas almas de las personas a tu alrededor (tu familia, tu grupo pequeño, tus vecinos, las mujeres de tu iglesia, tu ____) que descuidas tu propia alma? Esto nos puede pasar muy seguido a todas nosotras. 

Un alma descuidada 

El alma es un lugar sagrado creado por Dios y para Dios. Cuando el alma es desatendida, no se arregla por sí sola con el tiempo. «El alma descuidada no se arreglará por sí sola sino más bien se desviará», dijo Del Fehsenfeld, Director de Servicios Pastorales de Life Action Ministries (el ministerio padre de Revive Our Hearts), durante nuestra reunión anual de personal para buscar a Dios y tener una renovación espiritual. El prendió una alarma sobre el daño de un alma descuidada.

Jesús también habló de esto. Él explicó que la vida surge del interior hacia el exterior cuando enseñó: «Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mt. 12:34). La condición interna del alma casi nunca se aísla del hombre exterior.

Un alma descuidada es un grave problema para cualquiera, especialmente para un siervo del Señor. Del nos recuerda que hay un enemigo rondando cada minuto del día buscando destruir nuestras almas como un león que anhela la sangre de su próxima víctima (1 Pd. 5:8). 

Hay toxinas de corrupción y pecado que fluyen de nuestros corazones como agua de alcantarilla debido al quebranto personal y a la depravación del mundo, toxinas que no solo contaminan nuestras vidas, sino también tienen el potencial de contaminar a las personas con quienes compartimos.

5 puntos para examinar el alma

En el Salmo 42 un hombre examina su corazón con una pregunta fuerte «¿Por qué te desesperas, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?» (v. 5). Del Fehsenfeld transmitió cinco exhortaciones de este pasaje para cultivar una fe arraigada:

  1. Enfrenta a menudo la realidad del estado de tu alma.
  2. Conversa con Dios acerca de tu alma yendo a Él en oración.
  3. Háblale a tu alma acerca de Dios aconsejando a tu corazón con las verdad del evangelio y la esperanza.
  4. Espera en Dios e interrumpe las cosas de la vida que puedan hacer mucho ruido («el celular te pertenece, pero tú le perteneces a Cristo», esta es una frase de Del que impactó mi corazón como una bala).
  5. Habla con otros sobre tu alma, con amistades espirituales confiables y con personas a las que rindes cuentas. 

Un principio y un reto

Nuestro ministerio (Life Action Ministries) fue fundado en el principio que si cuidamos la profundidad de nuestra vida espiritual, Dios se encargará de extender el ministerio. Cuarenta y siete años después, podemos testificar que esto aún es verdad. Mi esperanza, hermanas, es que tengamos una comunión constante con Jesús, «el Pastor y Guardián de sus almas» (1 Pd. 2:25).

Hoy quiero hacerte una pregunta: Querida compañera seguidora de Jesús, ¿cómo está tu alma? Es momento que le preguntes al Señor, ¿está bien mi alma?

El camino al avivamiento empieza cuando levantamos nuestra alma sedienta, descuidada a el Único que puede restaurarla y satisfacerla. Que comience el avivamiento, por el bien supremo de Jesús pero también por el bien de las personas que nos rodean. 

«Como el ciervo anhela las corrientes de agua,

Así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.

Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente;

¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?(...)

¿Por qué te desesperas, alma mía, y por qué te turbas dentro de mi?

Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez

Por la salvación de su presencia». Salmo 42: 1-2, 5-6

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Sobre el autor

Leslie Bennett

Leslie Bennett se desempeñó como Directora de Ministerios de la Mujer durante doce años antes de unirse a Revive Our Hearts en las iniciativas del ministerio de mujeres. También es la administradora de contenido del blog Revive Our Hearts 'Leader … leer más …


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