Cuando los arrepentidos se arrepienten

Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. – Apocalipsis 3:19

Por más de dos décadas el pueblo de Rumania sufrió bajo la mano de hierro del líder comunista Nicolae Ceausescu. Este régimen persiguió a los cristianos de manera especial sometiéndolos a intensa intimidación y  acoso implacable. Eran ridiculizados y de manera despectiva se les llamaba “los arrepentidos”. A inicios de los años ’70, en medio de mucha adversidad, un pastor de la ciudad de Oradea comenzó a predicar un mensaje inusual.

Cargado por el hecho de que muchos cristianos se habían conformado a la cultura en lugar de dejarse moldear por Cristo, ese pastor insistía que “los arrepentidos debían arrepentirse”. Señalaba de manera directa aquellos pecados específicos que él veía como obstáculos para que Dios trajera un verdadero avivamiento. Muchos en la congregación respondieron a su llamado, los arrepentidos se arrepintieron. Empezaron a tomar en serio la santidad; abandonaban todo aquello que creían que no era agradable a Dios. Cuando así lo hicieron, Dios visitó la congregación con un avivamiento. Las vidas fueron transformadas, los perdidos venían a la fe en Cristo y la iglesia explotaba en crecimiento. El avivamiento no se contuvo en una sola iglesia. Se expandió hacia otras iglesias en las inmediaciones y finalmente su impacto se sintió en toda la nación. Los creyentes avivados estaban llenos de coraje y se mantenían firmes en sus convicciones.  

Muchos creen que este movimiento del Espíritu fue uno de los factores que finalmente provocó que cayera el régimen de Ceausescu unos quince años más tarde. El primer mensaje del ministerio terrenal de Jesús fue “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. (Mt. 4:17). Su último mensaje a la iglesia del cual tenemos registro, fue “sé celoso y arrepiéntete”.

Imagina lo que podría ocurrir en nuestros días si los “arrepentidos” en verdad se arrepintieran. ¿Vives como una “arrepentida”? ¿Cuáles evidencias de arrepentimiento genuino ha habido en tu vida en los últimos meses?

Extraído de El lugar apacible, por Nancy DeMoss Wolgemuth