Consuelo, tuvo un encuentro personal con Dios a sus 14 años e inició una relación personal con él, pues había encontrado la paz que anhelaba. Se capacitó para ser misionera y se apasionó tanto por servir a Dios, que perdió su intimidad con él. Ella nos cuenta cómo recuperó su pasión por Dios y volvió a tener una relación íntima con él, así como el equilibrio para continuar en el servicio para Dios.
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