Soy Myrna Ortiz, originaria de la Ciudad de México, actualmente vivo en la ciudad de Querétaro, México y es aquí donde Sirvo al Señor.
El Señor ha sido misericordioso llegando a mi vida hace cinco años y permitiéndome arrepentirme de mi vida anterior, conocerlo y anhelarlo. Él llegó a conquistar mi corazón por completo hace tres años durante la tribulación que vivi en el proceso de mi divorcio.
Durante ese tiempo hubo muchas muestras de su mano misericordiosa. Durante mi separación me enteré que estaba embarazada y mi quebrantamiento fue aún mayor cuando perdí a mi bebé que tanto había anhelado. Pero sé y confío que todo esto era parte del plan de Dios para mi.
Tras la separación tuve que salir de mi casa en Querétaro y mudarme con mi mamá en la Ciudad de México, así que de pronto no tenía ya nada, ni esposo a mi lado, ni bebe, ni casa, ni iglesia donde congregarme. Pero lo que nunca faltó, sino que sobreabundó durante todo el proceso, fue la fidelidad y compañía acogedora de Dios.
Él permitió esta situación para darme hambre y sed de Él y comencé a buscar via internet estudios, videos, libros que me llevaran a comprender algo de lo que pasaba en mi vida pues no entendía nada. Recuerdo un día llorando teclée en mi computador, “Prédicas del Perdón” y obtuve el enlace de una charla de Revive Our Hearts, donde Nancy entrevistaba a una pareja que hablaba de cómo Dios restauró su matrimonio a través de primero perdonar y querer obedecer al Señor antes que todo.
Seguí en contacto con mis hermanos de la iglesia en Querétaro a dos horas de donde ahora vivía. Un día Vilma Mendez (una hermana de la República Dominicana) visitó nuestra iglesia por segunda vez y nos habló de Revive Our Hearts. Inmediatamente me di cuenta que era la misma página que había estado escuchando últimamente, algo que me impactó y alegró. Seguí escuchando a Nancy durante todo el día, aun en mi trabajo, comencé a buscar temas específicos muchos de los cuales había evitado enfrentar y que fueron causa de la tristeza, depresión, y enojo que sentía en mi vida.
En lo particular, Aviva Nuestros Corazones ha sido una gran bendición, pues por sus enseñanzas he reconocido que he sido liberada de la carga de la culpa y del secreto del pecado. Aprendí que la confesión de pecados es liberadora que no hay pecado que sobrepase la gracia de Dios; que mis ojos deben estar puestos en quien me ama sin reserva alguna, mi Señor y Dios. Y sobre tod, Aviva Nuestros Corazones trajo a mi corazón un deseo de compartir lo aprendido y servir al Señor.
La sencillez y honestidad de Nancy me alentó a querer conocer cómo Dios quería que yo le sirviera, a creer y esperar para ver cómo iba Él a transformar mi vida y la de otras mujeres.
Dios abrió el camino en Querétaro, en la iglesia Gracia Soberana, para que comenzara, junto con mi confidente, amiga y madre espiritual, a levantar el ministerio dirigido a las mujeres de esta iglesia. Hoy tengo hermosas hijas espirituales, hermanas y amigas que me enseñan a vivir cada día para el Señor, compartiendo unas con otras cosas tan importantes y bellas desde cómo orar y descansar en el Señor, cómo llevar las cargas unas de otras y hasta cómo hacer una deliciosa sopa de cebolla.
El ministerio de ANC ha sido el parteaguas en la vida de muchas mujeres de esta iglesia. Hace un año que realizamos reuniones mensuales para compartir los mensajes de Nancy, hemos estudiado el libro de Susan Hunt acerca de la Maternidad Espiritual, y estoy segura que cada una de las mujeres en la iglesia tiene identificado algo de este ministerio que ha impactado su vida.
Todo esto gracias a Dios y a mujeres fieles como ustedes en ANC y ROH que un día decidieron seguir el llamado de Señor para vivir el diseño divino de Dios para nosotras y llevarlo a todo el mundo.
Hoy soy madre espiritual, soy esposa de mi Hacedor y vivo en su amor incondicional.
“Pero tu espera en el Señor y vive según su voluntad” (Salmo 37:34, NIV).
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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