“…las preocupaciones del mundo, y el engaño de las riquezas y los deseos de las cosas entran y ahogan la palabra, y se vuelve estéril” Marcos 4:19
Has escuchado la Palabra de Dios en la Conferencia Mujer Verdadera 2017, En busca de Dios. Quiero hacerte una pregunta: ¿Qué vas a hacer para que tu corazón no se enfríe, y mantener vivo el fuego que recientemente se ha encendido en ti?
De esta manera llegué al final del artículo anterior, motivada por un deseo (y por una preocupación): Que el avivamiento que has experimentado durante la Conferencia Mujer Verdadera 17, se mantenga y te lleve mucho más allá del lugar –espiritual- donde te encuentras hoy. Debemos velar por la condición espiritual de nuestra alma. Tenemos que ser precavidas.
Me ha pasado –más de una vez- en mi vida. Asisto a un retiro, o a una conferencia- y estoy gozosa todo el tiempo, declaro estar en victoria, me paso el día cantando alabanzas, pero, transcurridos unos pocos días, me voy apagando, me voy contaminando con todos los “gases lacrimógenos” con que el mundo nos bombardea, me envuelvo tanto en los afanes del día a día, que descuido lo más importante: Mantener la comunión con Dios, alimentarme de la Palabra.
Debemos estar alertas y tener siempre presente que nuestro adversario, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar, como nos dice 1ª Pedro 5:8.
Hermanas, “¡empeñémonos a fondo!” Vamos a encontrar piedras de tropiezo en nuestro caminar, pero cuidemos de no tropezar. Mi recomendación:
- Lo primero: Tener un tiempo devocional con el Señor cada día. Póstrate, adórale, dale las gracias por las pequeñas y las grandes cosas con que Él te bendice –día a día. Confiesa tus pecados, aunque creas que son “pequeños”, no hay pecado pequeño para un Dios Santo. Intercede por tu propia alma y por los tuyos, y más allá. ¡Lee la Biblia! (¿Recuerdas el mensaje de Dámaris?)
- No dejes de congregarte en tu iglesia y trata de servir en algún ministerio. Si eres casada y tu esposo no es creyente, ten presente que tu esposo es tu prioridad, es tu primer ministerio, antes que la iglesia. En tu corazón el Señor debe ser lo primero, pero tienes una cabeza terrenal. Pídele al Señor mucha sabiduría para discernir hasta qué punto debes involucrarte en ministerios fuera de tu casa.
- Mantente en comunión con otras hermanas. Trata de asistir a un grupo de estudio semanal para mujeres. Si no existe uno en tu iglesia, anímate a iniciar uno tú. En Aviva Nuestros Corazones puedes encontrar recursos que son perfectos para estudiar en grupo, como por ejemplo el libro “En busca de Dios”, El gozo de un avivamiento en la relación personal de Dios, escrito por Nancy Leigh DeMoss y Tim Grissom. Todas somos llamadas a alcanzar a otras mujeres con el mensaje de salvación y de la feminidad bíblica. (Nancy también ha escrito varios libros dirigidos a ayudarnos a entender y a abrazar el diseño de Dios para nuestras vidas)
- Elige siempre escuchar música cristiana. Siempre que puedas, alimenta tu espíritu con alabanzas, himnos, aun sea instrumental; si es música instrumental cristiana eso también te va a ayudar.
- Escucha cada día el programa de Aviva Nuestros Corazones. Suscríbete a la página si no lo has hecho, para que puedas recibir cada día un correo electrónico con el programa del día. Las enseñanzas están dirigidas principalmente a ayudarnos a ser mujeres verdaderas, según el hermoso diseño expresado en la Palabra de Dios
- Finalmente, procura la gloria de Dios en todo lo que hagas. Vive una vida de rendición a Su voluntad. He entendido que es la clave para la paz. Procurar obedecerle en todo lo que Él nos pide, siempre va a traer bendición a nuestras vidas.
Si tienes tus propias experiencias y prácticas que consideras valiosas para mantener el avivamiento nos encantaría que las compartas aquí.
Que la gracia de Dios repose sobre la vida de cada una de nosotras para poder continuar la carrera que tenemos por delante, y recuerda: ¡Sé precavida!
¡Las amo en Cristo!
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