Hace un tiempo, una periodista me pidió que definiera lo que es el «complementarianismo». Ella no sabía lo que significaba esa palabra, y realmente, eso no es del todo sorprendente.
«Complementariedad» es una palabra que no aparece en la Biblia, pero la gente la usa para resumir un concepto bíblico. Es como la palabra «Trinidad», la Biblia nunca usa esta palabra, pero es innegable que apunta a un Dios trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Aunque el concepto de complementariedad hombre-mujer está presente desde Génesis hasta Apocalipsis, la etiqueta de «complementario» solamente se ha utilizado desde hace unos veinticinco años. Este término fue acuñado por un grupo de eruditos que se reunieron para tratar de encontrar una palabra para describir a alguien que se adscribe a la idea histórica y bíblica de que el hombre y la mujer son iguales, pero diferentes.
La necesidad de tal etiqueta surgió en respuesta a la proposición de que igualdad significa intercambiabilidad de roles (igualitarismo), un concepto que fue transmitido y popularizado por primera vez en los círculos evangélicos en las décadas de 1970 y 1980 por las «feministas bíblicas».
Últimamente he leído algunas publicaciones en internet de personas que malinterpretan y/o tergiversan el punto de vista complementario. Quiero explicártelo. Estuve en aquella reunión hace 25 años donde se eligió la palabra «complementario». Así que creo que entiendo bien la definición de la palabra.
En esta publicación quiero resumirlo un poco para ti. En emulación de la popular serie de «libros 101», te daré un manual básico de «Complementarianismo 101» sobre el significado pretendido de la palabra.
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Significado
La palabra «complementario» se deriva de la palabra «complemento» y el diccionario la define como: «Cosa que se añade a otra para hacerla mejor, más completa, efectiva o perfecta».
Los complementarianistas creen que Dios creó al hombre y a la mujer como expresiones complementarias de la imagen de Dios; el hombre y la mujer son contrapartes en el reflejo de Su gloria. Aunque ambos sexos llevan la imagen de Dios completamente en sí mismos, cada uno lo hace de una manera única y distinta. El hombre y la mujer en la relación reflejan verdades acerca de Jesús que no se reflejan solo en el hombre o en la mujer como seres individuales.
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June Cleaver es muy de los años cincuenta y a la vez no tanto
La definición de complementariedad
En nuestra reunión sobre el nombre del concepto, alguien mencionó la palabra «tradicionalismo», ya que nuestra posición es lo que los cristianos han creído tradicionalmente. Pero fue rechazado rápidamente. La palabra «tradicionalismo» huele a «tradición».
Los complementarianistas creen que los principios de la Biblia reemplazan la «tradición». Se puede aplicar en todos los tiempos y culturas. June Cleaver es un estereotipo televisivo cultural tradicional estadounidense. Ella NO es la complementarianista ideal. Punto. (¡Y un signo de exclamación!) La cultura ha cambiado. El aspecto actual de la complementariedad es diferente al de hace sesenta años. Así que, desecha el estereotipo del cortador de galletas. No aplica.
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Una jerarquía de tipo proletariado burgués no tiene lugar en la complementariedad.
Las teóricas feministas sostienen que las diferencias de roles entre hombres y mujeres crean una jerarquía superior-inferior en la que los hombres, que son como la élite privilegiada, los terratenientes franceses (burgueses) del siglo XVII retienen a las mujeres, que son como la clase baja y desfavorecida de trabajadores (proletariado) – subordinado.
Los complementarianistas no creen que los hombres, como grupo, están mejor clasificados que las mujeres. Los hombres no son superiores a las mujeres, las mujeres no son el «segundo sexo». Aunque los hombres tienen la responsabilidad de ejercer el liderazgo en sus hogares y en la familia de la iglesia, Cristo revolucionó la definición de lo que eso significa. La autoridad no es el derecho a gobernar, es la responsabilidad de servir. Rechazamos el término «jerarquización» porque la gente lo asocia con un derecho inherente y autoproclamado a gobernar.
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La complementariedad no aprueba la opresión patriarcal y social de las mujeres.
Técnicamente, «patriarcado» significa simplemente una organización social en la que el padre es la cabeza de la familia. Pero desde la década de 1970, las feministas han redefinido el uso histórico del término y le han atribuido connotaciones negativas. Hoy en día, la gente considera al patriarcado como el gobierno opresivo de los hombres.
El «patriarcado» se considera un sistema misógino en el que las mujeres son humilladas y aplastadas. Por eso rechazamos el término «patriarcalismo». Los complementarianustas se oponen a la opresión de las mujeres. Queremos que las mujeres prosperen, y creemos que lo hacen cuando los hombres y las mujeres viven de acuerdo con la Palabra de Dios
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Los complementarianistas creen que Dios diseñó al hombre y a la mujer para reflejar verdades complementarias acerca de Jesús.
Bien, ahora que hemos aclarado algunos conceptos erróneos y terminología falsa sobre complementariedad, es hora de darle una definición básica. Esencialmente, un complementarianista es una persona que cree que Dios creó al hombre y a la mujer para reflejar verdades complementarias sobre Jesús. Ese es el significado fundamental de la palabra.
Los complementarianistas creen que los hombres fueron diseñados para destacar la relación de Cristo con la Iglesia (y la relación del Señor Dios con Cristo) de una manera que las mujeres no pueden, y que las mujeres fueron diseñadas para destacar la relación de la Iglesia con Cristo (y la relación de Cristo con el Señor Dios) de una manera que los hombres no pueden. Quienes somos como hombres y mujeres, en última instancia, no se trata de nosotros, se trata de dar testimonio de la historia de Jesús. No podemos dictar de qué se trata la masculinidad y la feminidad, nuestro Creador lo hace. Esa es la base de la complementariedad.
Un complementarianista es una persona que cree que Dios creó al hombre y a la mujer para reflejar verdades complementarias sobre Jesús.
Si escuchas a alguien decirte que la complementariedad significa que «tienes que casarte, tener docenas de bebés, ser un ama de casa, renunciar por completo a una carrera, bajar la cabeza, tolerar el abuso…» Mira la serie Leave it to Beaver. «Entierra tus dones, niega tu personalidad y asiente con la cabeza “sí” a todo lo que dicen los hombres». No le creas. Esa es una tergiversación del hombre. No es complementariedad.
Yo estoy segura de eso. Soy una complementarianista. Y ayudé a acuñar el término.
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