Nancy DeMoss de Wolgemuth: Cuando un hombre y una mujer se ponen de pie delante del ministro y unen sus vidas, dicen una palabra muy importante:
“Acepto”
Ese pacto matrimonial me recuerda mi relación con Cristo. Hubo un momento en el cual dijimos un “Acepto,” y entramos en una relación eterna con Él.
Tanto el esposo como la esposa aprenden a vivir sus votos “tanto en la prosperidad como en la adversidad,” desde el corazón de la vida real. Nuestro compromiso con Cristo no es diferente. En el momento de la conversión, Le rendimos todo nuestro ser, pero ahora debemos llevar a la vida real el vivir de acuerdo a ese compromiso. Se requiere la rendición diaria de nuestro ser.
Romanos 12:1 nos dice: “Os ruego…que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios.” Quizá hayas hecho un sacrificio inicial para Dios. ¿Estás viviendo ese compromiso a través de sacrificios diarios de tu tiempo y tus posesiones para Él? ¿Qué significa para ti, en este día, ofrecer tu ser como “sacrificio vivo”?
Ayúdanos a llegar a otras
Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Mujer Verdadera?
Donar $3
Únete a la conversación