Aprende a discernir (Parte 1)

El enemigo de la verdad es sutil y astuto. No deberíamos estar sorprendidos por el aumento de las mentiras y los errores espirituales en la medida en que nos acercamos a la venida de Cristo. La Biblia dice que esto sucedería (Mat. 24:11), y Dios quiere que estemos conscientes de las falsas enseñanzas y los falsos maestros para que podamos mantenernos firmes en Su Palabra. Nosotros debemos discernir y no simplemente aceptar lo que otros dicen que es la verdad.

Hoy y mañana queremos enseñarte cómo reconocer y responder al error de la cultura:

  1. Discierne – Aprende a discernir entre la verdad y el error.

La sabiduría es la aplicación de la verdad de las Escrituras a nuestra vida (Santiago 1:5), y Dios quiere que pidas sabiduría. Pero el discernimiento te lleva un paso más allá. El discernimiento es la capacidad de juzgar o distinguir entre dos cosas con la sabiduría de la Palabra de Dios. Este tipo de juicio no es malo. De hecho, es crucial si vamos a tomar decisiones sabias.

Aprendemos a distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal, lo que tiene sentido y lo que no lo tiene, la verdad y el error a través de la obra del Espíritu Santo en nosotros. El Espíritu de Dios usa la Palabra de Dios para revelarnos y enseñarnos Su verdad. (Juan 14:26; 16:12-15; 1 Corintios 2:13-14).

Dios alaba el discernimiento en sus hijos. En el Antiguo Testamento, los hijos de Isacar, entendidos en los tiempos y conocedores de lo que Israel debía hacer —tuvieron discernimiento (1 Crón. 12:32). En el Nuevo Testamento, Jesús dijo a los fariseos que ellos debían ser capaces de comprender las señales de los tiempos, sin embargo estaban tan preocupados añadiéndole a la ley, que no fueron capaces de discernir la Verdad de Dios (ver Mat. 16:1-3).

Añadir a la Palabra de Dios es siempre una señal de falsa enseñanza. Proverbios 30:6 y Apocalipsis 22:18-19 nos dicen claramente que no debemos ni añadir ni quitar de la Palabra de Dios o de lo contrario seremos llamados "mentirosos." Cada vez que manejemos incorrectamente las Escrituras, acabaremos en el engaño y en enseñanzas destructivas.

Es responsabilidad de cada cristiano tener discernimiento, pero nuestra actitud para discernir y confrontar el error también es importante. No hay que ser odioso, argumentativo, o furioso, pero se deben exponer las falsas enseñanzas con amor, bondad y esperanza de cambio (Efesios 4:15; 2 Tim. 2:24-26). Debemos escuchar con atención lo que se dice (Prov. 18:13) y luego hacerle frente con la fidelidad de La Palabra (Tito 1:9), no con nuestras propias opiniones. Dios no solamente odia el mal, sino que también desprecia el orgullo y la arrogancia, por lo que nuestra actitud en discernimiento es importante para de Él (Proverbios 8:13).

  1. Manténte alerta - Observa la atracción corrupta de la cultura.

La Biblia nos instruye a "andar de manera circunspecta" (mirando alrededor), "no como necios sino como sabios... porque los días son malos", para "entender cuál es la voluntad del Señor "(Efesios 5:15-17). Es decir, tenemos que estar alerta. Debemos ser conscientes de los errores que encontramos en la literatura, las noticias y otros medios de comunicación. Tenemos que crecer en el conocimiento de Dios y de Su verdad para que podamos obtener Su "sabiduría y entendimiento espiritual" (Colosenses 1:9-10).

El pueblo de Dios necesita conocer Su voluntad, Su Palabra y Sus caminos para que no sea destruido (Os. 4:6). Es peligroso agregar opiniones y filosofías humanas a la sabiduría de Dios, así como es necedad sustituir las reglas hechas por el hombre por las enseñanzas de la verdadera santidad bíblica. Segunda de Timoteo 3:1-5 describe el tipo de personas que vivirán en los últimos días—personas que tendrán "apariencia de piedad " mientras niegan el poder de Dios. Hoy en día la gente está hambrienta por la espiritualidad, pero rechazan las normas sagradas de las Escrituras.

Los falsos profetas traen "herejías destructoras" niegan al Señor, y blasfeman la verdad, explotan a la gente con palabras engañosas (2 Pedro 2:1-3). Estos falsos profetas, al igual que el sistema del mundo secular, quieren que adoptemos valores que no son bíblicos, que obtengamos aprobación sobre la base de esos valores, y que persigamos metas impías.

Una de las palabras claves en la cultura que confunde a la gente hoy en día es la palabra tolerancia. Debemos recordar que la tolerancia es la forma en que tratamos a la gente, pero la racionalidad es cómo se supone que debemos tratar las ideas —y para el cristiano se trata de una racionalidad fundamentada en la Biblia. No debemos tolerar las falsas ideas. Más bien, tenemos que diferenciar la verdad del error y luego exponer el error.

Hay cosmovisiones en conflicto. Una cosmovisión es bíblica y la otra es anti bíblica. Los cristianos son a menudo llamados personas de mente-estrecha, pero hacer distinciones requiere una reducción del pensamiento. Jesús habló de una puerta estrecha (Mateo 7:13-14), y vemos a través de las Escrituras que no hay zonas grises cuando se trata de recibir la salvación de Cristo y obedecer sus mandamientos.

Debemos denunciar y derribar cualquier cosa que se levante contra el conocimiento de Dios en la Palabra, porque algún día toda lengua confesará que Jesús es el Señor (2 Corintios 10:3, 5; Fil. 2:10 -11). Jesús debe ser el Señor de nuestras mentes. Él ejerce Su autoridad a través de la Palabra, por lo que debemos estar seguros de que estamos pensando bíblicamente.

  1. Sé Bíblica - Conoce y enseña la Verdad, y exhíbela en tu vida.

Los empleados bancarios estudian los billetes genuinos, no los billetes falsos, es de esta manera que podrán reconocer el dinero falso. Del mismo modo, ¡si queremos reconocer a los lobos disfrazados de oveja debemos saber cómo luce una verdadera oveja! Porque el mal se disfraza de verdad—y recuerda, que el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz (2 Cor. 11:14). Debemos estudiar la Palabra de Dios para reconocer el error rápidamente. Incluso en algunas iglesias evangélicas, a las personas no se les enseña todo el consejo de Dios. Es importante anclar nuestras vidas en el carácter de Dios (2 Pedro 1:3), y conocer Sus normas para no cambiar la verdad, y de esa manera evitar ser lanzados a la deriva, por la vacía y siempre cambiante filosofía del mundo (2 Tim. 2:15).

Dios no quiere que seamos bebés espirituales. Él quiere que maduremos en Cristo para que no seamos "zarandeados" por sistemas de enseñanza necios, astutos y engañosos (Ef. 4:13-15). Él quiere que crezcamos en comprensión y discernimiento, porque aborrece "todo camino de mentira" (Salmo 119:104).

Del mismo modo, Dios no quiere que sus hijos caigan en las trampas del enemigo. Si vamos a meditar en las Escrituras, seremos menos propensos a caer en consejos de malos (Salmo 1:1-2). Es importante venir a la Palabra de Dios en humildad —como un niño pequeño— sin segundas intenciones ni prejuicios, pidiendo a nuestro Padre celestial que nos enseñe (Mat. 11:25; 1 Corintios 1:19-20). También es importante exponerse a una sólida enseñanza, en una iglesia bíblica y a la comunión con cristianos firmes en la fe. Dios quiere que "ejercitemos" fielmente nuestros sentidos y persigamos vivir para Él (Heb.5:14). Necesitamos exponernos diariamente a la Palabra de Dios porque nos hará capaces de "discernir lo que es mejor" y vivir una vida santa, y sin mancha (Fil. 1:10).

La verdad es el más poderoso correctivo del error. Una vez que conocemos la verdad, queremos compartirla con otros que han caído en el error, con aquellos que son engañados por las falsas enseñanzas. Debemos enseñarles a vivir la verdad de Dios. Podemos ayudar a otros creyentes a permanecer en la libertad de Cristo y a que "no se sometan otra vez al yugo de esclavitud"(Gálatas 5:1).

  1. Se Valiente - Identifica y Denuncia las obras de las tinieblas.

Dios quiere que defendamos el evangelio (1 Cor. 15:1) mediante la exposición de la mentira. Debemos identificar las fuentes de error que pueden estar influyendo en nuestras vidas o en las vidas de nuestros seres queridos. Tal vez es un culto, la filosofía de la Nueva Era o errores teológicos. Primera de Juan 4:1 nos instruye que debemos poner a prueba a los espíritus, para tratar de determinar si son de Dios. Ya sea que sus palabras, sean dichas por predicadores, maestros, psicólogos, escritores, panelistas de programas de opinión, o locutores de radio —toda enseñanza debe ser juzgada por la Palabra eterna de Dios (Juan 17:17 b).

En la próxima publicación, seguiremos compartiendo cómo reconocer el error de la cultura apegadas de la Palabra de Dios.

© Adaptado de "Mentiras que las Mujeres creen y la verdad que las hace libres" por Nancy Leigh DeMoss. Aviva Nuestros Corazones. Usado con permiso.

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Sobre el autor

Nancy DeMoss Wolgemuth

Nancy DeMoss Wolgemuth ha tocado las vidas de millones de mujeres a través del ministerio de Aviva Nuestros Corazones y del Movimiento de Mujer Verdadera, llamando a las mujeres a un avivamiento espiritual y a la feminidad bíblica. Su amor … leer más …


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