Texto para meditar: 1 Crónicas 16
Buscad al SEÑOR y su fortaleza; buscad su rostro continuamente —1 Crónicas 16:11
La versión ESV en inglés le añade un signo de exclamación al final de esta oración, subrayando la intensidad de la exhortación. Buscar a Dios no es una sugerencia o una insinuación útil que los creyentes pueden seguir si lo desean; es un mandamiento.
Aunque este versículo contiene la palabra “buscad” dos veces, el lenguaje hebreo en que este verso fue escrito originalmente usa dos palabras diferentes. La primera palabra traducida como “buscad” tiene que ver con una investigación racional, cognitiva, mientras que la segunda sugiere una búsqueda con súplicas, ruegos; de perseguir, de desear. Este mandamiento es uno que debemos correr a obedecer de todo corazón; debemos perseguir de manera intencional una relación con Dios.
El Salmo 16:11 dice que la “plenitud de gozo” se encuentra en la presencia de Dios. Si esto es cierto (que lo es), entonces ¿por qué hacemos tantas otras cosas en lugar de buscar Su presencia?
En el libro “En Busca de Dios" (un estudio de 12 semanas de avivamiento personal), Nancy Leigh DeMoss y Tim Grissom escriben lo siguiente: “Dios quiere revelársete; Él quiere llenar tu corazón con Él mismo; Él quiere liberarte de todas las pasiones profanas; Él quiere que bebas profundamente de los gozos que puedes encontrar en Su presencia; Él quiere que tu servicio hacia Él brote de un amor genuino y de una vida auténtica; Él quiere que seas un reflector de Su gloria en la oscuridad del mundo en que vivimos. Él quiere que tu –y toda Su iglesia –¡sean avivados! *
Por lo tanto, si la presencia de Dios es tan deleitosa como aparenta ser, ¿por qué son tan pocos los que de hecho le buscan?
Quizás una razón es que ellos solo han “mordisqueado” alrededor del margen de una relación con Dios, tomando una miga allí y otra allá, tomando sorbitos de Su presencia ocasionalmente, ¡pero nunca lo han saboreado profundamente! “Probad y ved que el SEÑOR es bueno!" (Salmos 34:8).
Otra razón pudiera ser que se están escondiendo, tal y como lo hicieron Adán y Eva cuando pecaron. Cuando nos sentimos más cómodas ocultándonos en la oscuridad que caminando en la luz, no nos sentiremos motivadas a perseguirle a Él.
¿Hay algo que te impide buscarle? No te conformes con menos que esos “tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19) y con la “plenitud de gozo” (Salmos16:11) que pueden ser encontradas en Su presencia.
Tómate un tiempo para reflexionar
¿Estás mordisqueando las cosas de Dios o estás saboreando profundamente el banquete espiritual que Él ha preparado para ti? Pídele que aumente tu apetito por Su presencia.
El libro de 1ª Crónicas 16 contiene un salmo de acción de gracias que debía ser cantado mientras el arca entraba en la tienda que David había preparado. Pudieras estar familiarizada con algunas palabras ya que varios salmos están unidos en éste (Salmos 105, 96, 136, y 106). Usa el salmo de 1ª Crónicas 16 para expresar hoy tu alabanza.
No esperes para experimentar la presencia de Dios – ¡persíguelo hoy! Deja que te hable a través de Su Palabra. Conscientemente deja que Su Espíritu dirija tus pensamientos y tus actividades a través del día. Pídele que te revele cualquier área de pecado oculta en tu corazón que pueda estar robándote el apetito por Él.
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Este artículo procede del Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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