Escrito por Mónica Hall
En Abril del 2015, pasé una semana en una preciosa cabaña escondida en las orillas del río San José en el suroeste de Michigan. Fue un tiempo en el que conocí a muchas personas nuevas, reflexioné en lo que Dios había hecho, y soñé acerca de lo que Dios haría en un futuro. Aprendimos todo, desde los caminos de Dios, el trabajo del ministerio y hasta cómo operar un programa de computadora. Era un tiempo de entrenamiento para ser una embajadora de Revive Our Hearts.
El programa de Embajadoras ha crecido hasta incluir mujeres quienes representan al ministerio en sus propios estados y países. Sentimos el peso de la responsabilidad que nos ha sido encomendada para representar a Revive Our Hearts y Aviva Nuestros Corazones. Pero aún más que eso, sentimos el peso de la responsabilidad encomendada a todos los creyentes que representan a Cristo.
Embajadoras para Cristo
La palabra «embajador» aparece en las Escrituras, pero hasta ese entrenamiento, honestamente yo nunca le había dado mucho pensamiento. Un versículo que estudiamos fue el de 2 de Corintios 5:20: «Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios!».
Justo antes de ese versículo en el pasaje, Pablo nos dice que Dios «nos dio el ministerio de la reconciliación» y que Él «nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación» (vv. 18-19).
Mucho antes de que Revive Our Hearts me escogiera como embajadora, ¡Dios ya lo había hecho! Desde el momento que Él me salvó, Dios me escogió como una embajadora del mensaje del evangelio. Mi trabajo es representarlo ante todos los que me rodean, tanto delante de aquellos que dicen conocerle y aquellos que no.
El presidente de los Estados Unidos no está personalmente en Francia en este momento (¡por lo menos lo asumo!) pero Él ha puesto un embajador en Francia para que lo represente. De la misma manera, Cristo no está actualmente físicamente en la Tierra, pero durante este tiempo de esperar a que regrese, Él ha puesto millones de embajadores por toda la tierra para que le representen, para mostrar a las personas Sus caminos, para presentar Su mensaje, y ser una imagen de Él mientras no está aquí en persona.
Cualquiera que proclame el nombre de Cristo se asume que lo representa, es un embajador de Cristo. Esta, sin duda, es una gran responsabilidad.
Los versículos que le siguen a 2 Corintios 5:20 tienen frases como: «No dando nosotros en nada motivo de tropiezo, para que el ministerio no sea desacreditado» (6:3), « Pues en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios (6:4), y «Ustedes no están limitados por nosotros» (6:12).
Sé que ha habido muchas ocasiones en las que la imagen de Cristo presentada por mi vida ha puesto un obstáculo en el camino de otra persona que confía en Él. Sé que ha habido muchas ocasiones en las que mi hablar (chisme, queja, palabrería) han presentado restricciones para que alguien más entienda el evangelio. Ese es un peso que siento ahora más que nunca.
¿Cómo representamos a Cristo?
Muchas de ustedes también representan iglesias o ministerios. A medida que enseñas, diriges, hablas y ministras a otras mujeres, eres una embajadora de la iglesia y ministerio al que Dios te ha llamado. ¡Es una gran responsabilidad representar a un ministerio para el evangelio!
Revive Our Hearts ha significado mucho para mí, y el impacto que ha tenido en mi vida es inconmensurable. La idea de ser parte de este ministerio parece irreal, y quiero ser extremadamente cuidadosa de no abusar de la responsabilidad que se me ha confiado a medida que llevo este mensaje a las mujeres de las iglesias en mi área.
Pero si no soy todavía más cuidadosa con el mensaje de reconciliación que me ha sido confiado por Dios, entonces todo es en vano. En última instancia, yo no soy solo una embajadora de Revive Our Hearts o de Nancy DeMoss Wolgemuth. Y en última instancia, tú no eres solo una embajadora de tu iglesia o ministerio. Al final de cuentas, somos embajadoras de Cristo. Y cuando todo esté dicho y hecho, lo único que importará en nuestras vidas es cómo representamos el mensaje de esperanza Cristo nos confió.
Así que te animo a que te tomes un tiempo para reflexionar sobre la forma en que representas no solo al ministerio al que sirves, sino también sobre la forma en que representas a Cristo. Obviamente, no lo representaremos perfectamente de este lado de la gloria. Pero considera, ¿hay pecados que necesitas confesar, formas en las que te has comportado como maestra del ministerio que no reflejan fielmente a Aquel a quien representas? Tal vez necesitas ser más firme al proclamar la verdad. Tal vez necesitas dar un paso atrás y revisar tus motivos.
Si eres una maestra del ministerio de mujeres, esposa de pastor, líder de estudio bíblico o en cualquier otra capacidad, tenemos buenas noticias para ti. Mientras buscas la gracia diaria del Señor para representarlo bien en tu ministerio, no tienes que caminar sola. Las embajadoras de Aviva Nuestros Corazones están listas y deseosas de conectarse contigo. Es nuestro privilegio orar por ti, y animarte mientras sirves como embajadora de Cristo. Unamos nuestras manos en el trabajo, y que las mujeres que guiamos vean una hermosa representación de Cristo en nosotras.
Visita nuestra página aquí y podrás ver donde están nuestras embajadoras para que puedas conectarte con una de ellas.
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