Si no aún no has programado qué leerás el resto del año en tu grupo pequeño, hoy quiero alentarte en cómo escoger qué leer de acuerdo a las mujeres que están asistiendo y aprendiendo junto a ti. La elección entre leer la Biblia, estudios bíblicos o un libro, puede no ser tan sencilla como parece o puede que tu elección se base solo en tus preferencias. Sin embargo, al menos dos fundamentos bíblicos son importantes a tener en cuenta.
La misión
Todo creyente es un discípulo de Cristo. ¿Por qué? Porque ha sido salvado por la fe en Él y está siendo transformado en las enseñanzas de Jesús y en el poder del Espíritu Santo. Nota lo que dijo Jesús: «Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» (Jn. 8:31-32). ¿Cómo guardarán una verdad que no se enseña ni se modela? Además, todo discípulo es un discípulo de Cristo, no de un ser humano. Recuerda las palabras de Pablo con las que reprendió a la iglesia de Corinto para que no dijeran: «“Yo soy de Pablo”, otro: “yo de Apolos”, otro: “yo de Cefas”, y otro: “yo de Cristo”. ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo?» (1 Co. 1:12-13).
La Biblia dice que la misión de todo discípulo de Cristo es: «Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt. 28:19-20). Por lo tanto, la misión de todo discípulo es hacer discípulos de Cristo y ser discipulados (Jn. 13:35) en toda la Palabra de Dios que apunta a Cristo (Lc. 24:44) en la certeza que Él está presente en medio de ellos. No hay que inventarnos una misión nueva, la gran comisión es para todos.
El llamado
Ahora bien, además de enseñar a guardar todo lo que Cristo ha mandado, necesitamos verlo. Hoy en día es muy común escuchar: «Sé tu mejor versión» Y quizá hay algo de alentador en ello, sin embargo, el problema es que tú sigues siendo tu estándar. La Biblia nos enseña que estudiamos la Palabra para ver a Cristo y ser como Él: «Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo», (Ro. 8:29). Después de la caída, todo ser humano fue golpeado por el pecado hasta lo más profundo de su ser, pero al creer en Cristo, arrepentirse de sus pecados y confíar en Él, recibe una nueva vida, un nuevo corazón para vivir de manera totalmente diferente.
¿A quién ha de seguir e imitar? Pues a Su Salvador y Señor. Todas estamos llamadas a seguir Sus pisadas (1 Pe. 2:21); vernos en Él (2 Co. 3:18); a tener Su misma actitud (Fil. 2:3-8); a servir y amar como Él (Jn. 13:12-15; 34); a obedecer en Él (Jn. 15:9-11); a tener su mente (1 Co. 2:16); a caminar como Él caminó, siendo manso y humilde, perdonador, compasivo, hablar la verdad en amor, proclamar el reino de Dios (1 Jn. 2:6; Ef. 4:32; Ef. 4:15) y a vestirnos de Su justicia (Ef. 4:24). Todo esto en el poder del Espíritu Santo que nos redarguye, nos recuerda y enseña Su Palabra para guardarla.
Entonces ¿qué leer?
Dicho esto, tu grupo pequeño es para hacer discípulos que amen al Señor para deleitarse en obedecerlo (Sal. 119:16-19) de manera que cada una represente a Cristo donde sea que esté, en la circunstancia que atraviese y con lo que Dios le ha dado. A partir de estas verdades, nuestra elección de qué leer, no se basa en nuestras predilecciones ni en algo programado. Primero, necesitamos orar buscando la dirección del Señor, pero también, tomando en cuenta las hermanas que Dios nos ha dado para acompañarnos en esta vida de discipulado.
Si lees la Biblia
No hay mejor libro para leer que la Biblia. Si tu grupo en su mayoría es una nueva creyente, el Nuevo Testamento es un excelente lugar para acampar. Las cartas fueron escritas a personas que no habían sido cristianos, así que te recomiendo leer: Colosenses, Filipenses, Tito y Primera de Juan. Estructura cada carta de manera que la dividas en 8 semanas, dependiendo de los capítulos.
Si en tu grupo hay mujeres no cristianas, lo que más te interesa es que conozcan al Salvador, entonces te recomiendo leer el evangelio de Marcos, pues en él se relatan los hechos históricos de la vida, muerte y resurrección de Cristo; además que es un evangelio corto que está escrito en escenas que corren rápido. También te recomiendo que estructures el evangelio de manera que repases los momentos claves sin profundizar en los detalles que muchas veces distraen. Otro libro que puedes leer del Antiguo Testamento: Génesis capítulo 1 al 12, ya que, estos capítulos relatan la creación, la caída y la promesa del Salvador.
Si tu grupo está conformado por mujeres que llevan tiempo caminando con Cristo, pueden leer la carta a los Romanos, el libro de Miqueas, el evangelio de Juan o el libro de Deuteronomio. No corran a la aplicación, pasen un tiempo conversando sobre lo que observan, el contexto histórico y la intención del autor para interpretar con fidelidad y, finalmente, aplicar los pasajes a los corazones.
Si lees un libro
Los libros al ser temáticos son de gran ayuda para enfocarse profundamente sobre un tema. Por supuesto, siempre averigua y pregunta a tus pastores sobre los libros que deseas compartir en tu grupo pequeño para que el llamado de conformarse a Cristo se lleve a cabo. En este sentido, Aviva Nuestros Corazones tiene muchos libros para mujeres, aquí te menciono algunos de ellos:
- Joven Verdadera
- En busca de Dios
- Mujer Verdadera
- Adornadas
- El cielo gobierna
- Sea agradecido
- Mentiras que las jóvenes creen
Si lees un estudio bíblico
Los estudios bíblicos también son una muy buena opción para aprender sobre un tema a la luz de la Palabra y también te facilita la interacción entre mujeres. Así como la elección de libros, los estudios bíblicos también deben pasar por el escudriño de nuestros ojos y la dirección de nuestros pastores. En este respecto, Aviva Nuestros Corazones también tiene recomendaciones que te pueden ayudar con estudios sobre mujeres de la Biblia o sobre un tema en particular:
- Rut: la experiencia de una vida restaurada
- Abigail: cómo vivir con personas difíciles
- Elisabet: cómo lidiar con la desilusión
- Ester: confiando en el plan de Dios
- Rahab: siguiendo el hilo de la redención
- Cuando no encuentro palabras para orar
Conclusión
Recuerda de orar por tus hermanas y por sabiduría del Señor, busca consejo de tus líderes u otras hermanas mayores, busca reseñas de los libros de texto o estudios bíblicos, y examina si son doctrinalmente sanos o apegados a la Palabra de Dios, si les ayudará a crecer a la imagen de Cristo, si les ayudará a pensar y llenar su corazón de la verdad y si es práctico para las mujeres que Dios ha llevado a tu grupo. Lo importante es que perseveren, se animen y oren unas por otras, siendo luz en sus hogares y comunidades a través de lo que aprenden en la Palabra confiando que Dios transforma sus corazones.
Ayúdanos a llegar a otras
Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Maestra Verdadera?
Donar $3
Únete a la conversación