Inicia la llama de la oración en tu ministerio

Desde que tengo memoria, mi abuela Nessa ha sido descrita como una poderosa guerrera de la oración. Ella murió en un accidente de coche en 1974 y sus cinco hijos y dieciséis nietos siempre la han recordado como una mujer que oraba, a menudo de rodillas junto a su cama hasta altas horas de la noche. Bromeamos diciendo que tenía que orar porque era la única forma de «proteger» a sus cinco hijos traviesos que crecían en una granja de Iowa en los años treinta y cuarenta. Mientras oraba por su seguridad, también oraba para que se convirtieran en hombres conforme al corazón de Dios.

Mi padre atribuye a las oraciones de su madre el haberle ayudado a volver a Dios después de haberse alejado de su fe cuando era adolescente. Después fue a una universidad cristiana y al seminario y pastoreó varias iglesias durante casi cincuenta años. Fue autor de varios libros de gran éxito de ventas sobre el avivamiento y la oración, en los que relata el legado de las oraciones de mi abuela.

Ese es el tipo de legado que quiero dejar. Que me recuerden mucho después de mi muerte como una esposa, madre, abuela y maestra del ministerio que realmente oró, en lugar de limitarme a hablar, enseñar y escribir sobre la importancia de la oración.

Un levantamiento de oración

Como maestras del ministerio de mujeres, a menudo enseñamos sobre la importancia de la oración e incluso podemos ofrecer un estudio bíblico sobre ella, pero ¿realmente están orando las mujeres a las que servimos? Uno de los mayores regalos que podemos dar a las mujeres a las que servimos es equiparlas e inspirarlas para que sean mujeres que oran y se comprometen a dejar su propio legado de oración. Pero ese también puede ser uno de nuestros mayores desafíos como maestras del ministerio de mujeres.

En la mayoría de los ministerios, la oración suele quedar relegada a un grupo de mujeres que son consideradas las «guerreras de oración» de la iglesia; oran por ti, por tu equipo de ministerio y por los eventos del ministerio. Aunque ese es un don preciado, creo que como maestras del ministerio, debemos anhelar más.

Y supongo que las mujeres a las que diriges también anhelan más: un compromiso con la oración más constante, más profundo y que cambie sus vidas.

¿Qué pasaría si, juntas como maestras, pudiéramos ser parte de un despertar de oración en el que la oración fuera el sello distintivo de los ministerios que dirigimos? Veamos algunas maneras prácticas de iniciar un despertar de oración donde Dios nos ha llamado a servir.

Tema ministerial

Considera hacer de la oración el punto central de tu ministerio durante todo un año. Los recursos de Maestra Verdadera de Aviva Nuestros Corazones ofrecen muchos artículos inspiradores sobre la oración en los que puedes encontrar ideas para encender la pasión, para orar en tu propia vida y en las vidas de las mujeres a las que sirves. 

Empieza con tu equipo de ministerio

Durante el tiempo de planificación para un nuevo año ministerial, planea una escapada o retiro de oración solo con tu equipo de ministerio. El retiro puede incluir algunas de las ideas descritas a continuación que luego puedes compartir a todas las mujeres en tu ministerio. El efecto dominó de tus maestras saturadas de oración se extenderá a las vidas de oración de las mujeres a las que sirves. (También puedes utilizar estas ideas para un retiro o conferencia de oración que ofrezcas a todas las mujeres de tu iglesia).

1. Oraciones de adoración

A menudo pensamos que la oración es solo llevar nuestras peticiones al Padre. Pero los momentos más ricos de oración son cuando comenzamos con la adoración. Dedica tiempo con tu equipo ministerial para comenzar el tiempo de oración alabando a nuestro Dios a través de Sus nombres y atributos. Te animo a que utilices un modelo de adoración cada vez que tengas una reunión de oración con tu equipo ministerial.

Una forma creativa de hacerlo es a través de oraciones de alabanza alfabéticas que digan algo así:

«Padre Amoroso, te adoramos como nuestro Dios Bondadoso y Compasivo. Eres Digno de toda gloria, gracias por ser mi Padre Eterno. Tú eres Fiel».

Ya tienes la idea. Puede ser complicado llegar a X, Y y Z, ¡pero sé creativa!

La adoración alfabética es una forma pacífica de dormirse adorando a Dios en oración y una forma divertida de orar con tus hijos o nietos. 

También he participado en reuniones de oración en las que se nos pide que oremos sobre el atributo o nombre de Dios más significativo en nuestro camino actual. Es una hermosa manera de compartir en un ambiente de oración la forma en la que Dios está impactando tu vida de una manera específica.

2. Ora las Escrituras

Afortunadamente, en nuestras iglesias y ministerios de mujeres parece existir un deseo renovado de estudiar la Palabra de Dios. Pero algo que rara vez se enseña es cómo orar usando las Escrituras. Puedes enseñar a tu equipo de ministerio cómo hacer esto en tu encuentro de oración. Proporciona un hermoso modelo de cómo orar por las mujeres a las que sirven, especialmente en situaciones de crisis. He aquí cómo podrías orar el Salmo 91:

«Padre Dios, gracias por la verdad de Tu Palabra que promete que si moro bajo tu abrigo, el Altísimo, descansaré bajo Tú sombra, mi Dios Todopoderoso. Diré de Ti, mi Señor, Tú eres mi refugio y mi fortaleza, mi Dios, en quien confío. Ciertamente, Tú me salvarás de la trampa del cazador y de la peste mortal. Me cubrirás con Tus plumas, y bajo Tus alas encontraré refugio. Gracias porque Tu fidelidad será mi escudo y mi baluarte» (Tomado del Sal. 91:1-4).

¡Qué increíble canción y oración de adoración! Si alguien tiene una profunda carga de oración por un ser querido, puede insertar el nombre de esa persona en la Escritura dondequiera que aparezcan los pronombres personales. Muchos de los salmos pueden personalizarse para la oración.

3. Oraciones en la Biblia

Otra forma poderosa de orar las Escrituras es orar pasajes que están en la Biblia. Una oración que me encanta hacer por mis seres queridos está tomada de la oración de Jesús en Juan 17. Estos versículos son especialmente conmovedores cuando oramos por nuestros hijos o por los jóvenes de nuestras iglesias:

«Señor Jesús, así como Tú oraste estas palabras por tus discípulos, yo también las oro por mis hijos y nietos. No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. . . Santifícalos en la verdad; Tu Palabra es verdad. . . Ayúdame a darles a conocer Tu nombre . . . para que el amor con que Tú me has amado esté en ellos» (Tomado de Juan 17:15, 17, 26).

Queridas mujeres, estas son solo algunas de las formas prácticas y sencillas de profundizar el enfoque de la oración dentro de los ministerios que Dios nos ha llamado a dirigir. Como maestras de ministerio, unámonos para clamar por un avivamiento de oración que transforme para siempre nuestras vidas y ministerios. Que nuestro mayor legado sea que seamos recordadas como mujeres de oración.

Nota del editor: Si estás interesada en planificar un retiro con tu equipo de maestras, aquí tienes un artículo para ayudarte.