Día 2 | La Sección de Porristas

He pasado muchas noches y fines de semana sentada en las gradas, viendo a mi hijo jugar baloncesto. He gritado y he sido porrista a medida que él roba la pelota y corre hacia el aro del equipo contrario para encestar. «¡Corre, corre!». Le grito, junto con todos los demás que están a mi lado.

Al final de esta última temporada, asistimos a un banquete para celebrar los esfuerzos del equipo.

• Escuchamos a los miembros del equipo que se estaban graduando este año, contar sus experiencias.
• Escuchamos testimonios de cómo ellos mejoraron su habilidad atlética.
• Supimos cómo su perseverancia y arduo trabajo tuvo sus ganancias. 

Estas historias animaron a mi hijo, que ahora seguirá los pasos de sus compañeros.

El libro de Hebreos fue escrito para un grupo de creyentes que estaban teniendo dificultades. Ellos estaban desanimados en su carrera de la fe. Ellos estaban enfrentando una gran persecución. Quizás tenían la tentación de abandonar la carrera juntos. Para animarlos a seguir adelante, el autor hace una lista de los héroes de la fe que creyeron a Dios y le siguieron donde Él los guiaba; héroes como Moisés, David, Rahab. Ellos también perseveraron a través de los grandes sufrimientos, pero permanecieron en la carrera de la fe. Ellos perseveraron.

Hebreos 12, comienza, «Puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos». Todos los que son mencionados en el «salón de la fama de la fe» son los testigos a los que se refiere el escritor de Hebreos. Como los testigos en una corte, ellos declaran sobre quién es Dios y lo que Él ha hecho. Sus vidas son testimonios para nosotras. Ellos enfrentaron dificultades y persecuciones; sin embargo, perseveraron. Sus vidas de fe testifican, cómo se debe correr bien la carrera de fe. ¡Sus vidas nos animan a gritos para que sigamos corriendo la carrera, porque Cristo es digno!

Así como mi hijo sigue los pasos de los compañeros de su equipo como ejemplo de lo que él puede lograr en su deporte favorito, nosotras también tenemos en los héroes de la fe a quien seguir como ejemplos de piedad. Esta «nube de testigos» con su perseverancia, a pesar de los obstáculos y dificultades nos anima a seguir adelante. Aprendamos de estos «testigos» a correr con determinación para Jesús.

Oración:

Padre que estás en los cielos, te doy gracias por los hombres y mujeres que a través de los siglos han testificado con sus vidas que Tu eres Dios. Te agradezco por sus testimonios. Oro que yo pueda aprender de ellos y que sus ejemplos de perseverancia me ayuden a seguir adelante en mi propia carrera de fe. En el nombre de Jesús. Amén.

Medita y Responde: 

• Lee Hebreos 11. ¿Estos «héroes» de la fe eran perfectos? Si no eran perfectos, ¿Por qué fueron incluidos?
•  ¿Qué los hace ser testigos dignos, para aprender de ellos y seguir su ejemplo?

Corre más Lejos: 

• Lee 1ra Corintios 11:1 y Filipenses 3:17, 4:9. Al imitar a Pablo, en última instancia ¿a quién imitaban estos cristianos?
• Lee Hebreos 13:17. Nombra algunos de los líderes en tu vida a quien puedes imitar.
• Encuentra otras formas de aprender de cristianos maduros. Lee la biografía de un misionero. Únete a un grupo de discipulado de Tito 2 y aprende de una mujer mayor. Pregúntales a aquellos que son maduros en la fe, lo que han aprendido en su caminar con Jesús.