¿Cómo se ve la rendición de cuentas en los grupos pequeños?

En los grupos pequeños y en mentorías uno a uno, la rendición de cuentas es vital para el crecimiento espiritual. Sin embargo, quizás te ha pasado que en grupos pequeños con mujeres, las interacciones a veces son muy breves y el tiempo es limitado. Si somos honestas, no somos rápidas para confesar nuestros pecados, nuestras luchas o las circunstancias por las que estamos pasando; y si a alguien le es fácil decirlo, debe tener el mismo corazón de aceptar el consejo.

En mi experiencia, me pasaba que cuando preguntaba a algunas hermanas: «¿Cómo está todo?», ella siempre me respondían que todo estaba bien. En el otro extremo, a veces en los grupos pequeños, algunas personas al hacer sus comentarios dan muchos detalles irrelevantes o historias personales que no tienen nada que ver con lo que se les preguntó, mucho menos con su relación con Dios. En tales casos, necesitamos orientarlas en cómo examinar de mejor manera su corazón para enfocarse en lo que necesitan compartir, ya sea porque nunca lo han hecho o porque están eludiendo decir lo que realmente hay en sus corazones.

¿Por qué es importante la rendición de cuentas y permitir que el Espíritu redarguya y convenza de pecado y que el evangelio pueda permear nuestras conversaciones? 

Lo que debemos hacer es saber qué es la rendición de cuentas y cuáles son sus implicaciones. 

En la Biblia tenemos muchos pasajes que nos indican la importancia de la rendición de cuentas y su propósito. Revisa las siguientes citas bíblicas, estúdialas y compártelas con otras: Santiago 5:16; Proverbios 27:17; Hebreos 10:24-25; Gálatas 6:1-2; Mateo 18:15-17; Proverbios 27:5-6; Efesios 4:15-16; Romanos 15:14; 1 Tesalonicenses 5:11.

Por ejemplo:

«Por tanto, confiesen sus pecados unos a otros y oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho». -Santiago 5:16

«Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y mucho más al ver que el día se acerca». -Hebreos 10:24-25

El propósito de rendirnos cuentas es que seamos sanadas, estimuladas al amor y a las buenas obras, y que podamos reconocer nuestras luchas y debilidades para fortalecernos mutuamente (Heb. 12:12-14) y apuntarnos unas a otras a seguir y ser como Cristo. Y la manera de fortalecernos es acudir a la Palabra de Dios y animarnos unos a otros a obedecerla, pues es la única que sana nuestras almas.

Es importante ser genuinas y sinceras, reflejando la compasión de Cristo y orando unas por otras en humildad. Cuando otras hermanas comparten acerca de su vida, debemos evitar incentivar el chisme, hacer comentarios que no edifican, hacer gestos de admiración como que aquello que escuchas es insólito o peor aún, ser prontas en señalar y juzgar. Me he dado cuenta de que, si escuchamos más de lo que hablamos y nos identificamos con las luchas de nuestras hermanas, nos extenderemos la misma gracia recibida del Señor de manera más efectiva, ya que todas pecamos y necesitamos a Cristo (Rom. 3:23).

La mejor manera de estimularnos al amor y a las buenas obras es recordar constantemente el evangelio y la obra de Cristo en nuestras vidas. No se trata de buscar perfección, sino de depender de Cristo en medio de nuestras luchas y debilidades. 

¿Cómo podemos superar las barreras comunicativas y fomentar conversaciones más personales?

He visto que lo mejor es hacer preguntas muy específicas y abiertas para guiar nuestras conversaciones en especificar lo que Dios está haciendo en sus vidas. Así que, tenerlas a la mano será de gran ayuda. Te comparto algunas:

Preguntas sobre la relación con Dios

¿Cómo has visto a Dios obrando en tu vida esta semana?

¿Qué desafíos has enfrentado últimamente en tu tiempo a solas con Dios?

¿Qué estás aprendiendo en la Biblia que te está retando o animando?

¿Hay algo en tu vida que el Espíritu Santo te ha estado mostrando y que necesitas confesar?

Preguntas sobre luchas y crecimiento personal

¿Qué área de tu vida sientes que es una batalla constante y por qué?

¿De qué manera estás luchando con la tentación? ¿Cómo podemos orar por ti?

¿Qué mentiras estás creyendo que te alejan de las promesas del evangelio?

¿Has visto crecimiento en alguna área de tu vida espiritual recientemente?

Preguntas sobre el evangelio y la vida diaria

¿Cómo está el evangelio transformando la manera en que respondes al sufrimiento o las dificultades?

¿Qué áreas de tu vida te cuesta someter al señorío de Cristo?

¿Cómo está tu matrimonio y maternidad? ¿Tienes alguna lucha allí?

¿Cómo puedes aplicar la gracia de Dios en una relación o situación específica?

La bendición de reunirnos con otros creyentes es un medio de gracia que Dios ha provisto para nuestro crecimiento espiritual. No voy a negar que a veces profundizar en nuestras relaciones puede resultar difícil e incómodo, pero te invito a que te «ensucies las manos» y te propongas no quedarte en la superficie. Solo de esa manera podremos ministrar la Palabra para que los corazones de nuestras hermanas sean lavados, lo que afianza su relación con Dios y entre ustedes, al asumir el compromiso y la bendición de incluir la rendición de cuentas en sus grupos pequeños.