Una vida sin divisiones

Pasé la mitad de mi vida totalmente enfocada en servir al Señor y la otra mitad enfocada en encontrar a mi esposo.

Yo era una de esas «solteras sin distracciones» que estaba totalmente distraída por el matrimonio.

En algún lugar en medio de aprovechar al máximo mis años de soltería y desear una «vida para Cristo sin distracciones», me distraje. Quería servir a Cristo pero realmente también quería casarme. No fue hasta el final de mis veinte que comprendí y comencé a vivir verdaderamente el llamado de Dios para mi vida.

¿Conoces ese pasaje en 1 de Corintios 7 que habla acerca del matrimonio versus la soltería? Bueno, el apóstol Pablo (el autor del libro) está desempacando la idea que hombres y mujeres solteras tienen una disponibilidad única de servir al Señor con un enfoque sin distracciones. Esto el lo que él dice:

Más quiero que estéis libres de preocupación. El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede agradar al Señor; pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y sus intereses están divididos. Y la mujer que no está casada y la doncella se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.  Y esto digo para vuestro propio beneficio; no para poneros restricción, sino para promover lo que es honesto y para asegurar vuestra constante devoción al Señor. (vv. 32–35).

En otras palabras, la soltería provee una oportunidad única de enfocarse completamente en el Señor.

Lo que deseo haber sabido

Desearía haber entendido esto antes. El confiar en Dios para definir mi futuro (aún si eso significaba matrimonio o no) se convirtió en mi nueva forma de vida. Diariamente rendía mi vida a Él y le pedía que me usara en cualquier manera que le pareciese. Comencé a rendir mi tiempo, energía y enfoque al servicio a Cristo. El rendir mis planes futuros a Dios fue una de las cosas más liberadoras que he hecho en toda mi vida.

Chica soltera, ¿dónde está tu enfoque?

Si eres soltera, quiero desafiarte a tomar unos cuantos minutos para pensar acerca de tu vida. ¿Estás usando este tiempo de tu vida para enfocarte completamente en el Señor? Si no es así, ¿por qué? ¿Qué te está impidiendo que uses esta increíble temporada de libertad para servir de lleno a Dios ?

Aunque ahora estoy casada, estuve soltera por treinta años. Sé cómo se siente querer casarse. Entiendo los temores. Entiendo las preocupaciones. Entiendo la ansiedad. Entiendo el ser dama de honor una y otra vez.

Pero con todo mi corazón te puedo decir que los mejores años de mi vida de soltera fueron los que viví por Cristo. Cuando menos me enfocaba en encontrar a mi esposo y más me enfocaba en vivir para Jesús, estaba más contenta y llena de gozo.

Quiero lo mismo para ti. No desperdicies tus años de soltería añorando el futuro.

En Love Defined, escribí dos capítulos para las mujeres solteras. Escribí esos capítulos cuando era soltera. Salen de un corazón y una vida que entiende cómo te estás sintiendo.

Mientras escribo este capítulo, todavía soy soltera.No tengo un novio. No tengo un enamorado.  No tengo un hombre que me susurre cosas dulces al oído. Soy yo y sólo yo. Aún con mi soltería, honestamente, puedo decir que no estoy solamente sobreviviendo esta temporada, estoy creciendo genuinamente. Y es increíble.

Esa puedes ser tú. Tú puedes ser una mujer enfocada en Jesús en lugar de los chicos.

Porque Cristo es donde se encuentran la verdadera libertad y propósito.

El matrimonio es algo bueno que Dios creó. Me encanta que tantas solteras deseen el matrimonio. Mi preocupación no es que tantas mujeres desean este maravilloso pacto del matrimonio, mi problema es que permitimos que este deseo supere nuestras vidas y desperdicie estos preciosos años de soltería por añorar el futuro.

Escojamos vivir más intencionalmente.

Ahora quiero escuchar de tí. ¿Qué está impidiendo que vivas una vida sin distracciones para Cristo? ¿Cómo esto puede cambiar?