¡Trágame Tierra! Qué hacer cuando los momentos vergonzosos llegan

A todas nos ha pasado, ese momento en el que algo horrible y vergonzoso nos sucede y quieres que te trague la tierra. Cuando estaba en la secundaria tuve algunos “Trágame Tierra”.

Cuando estaba en décimo curso y acababa de terminar de competir en un torneo grande de básquetbol. Mi equipo había ganado primer lugar, y estábamos en línea esperando a que nuestro equipo fuera anunciado y presentado con nuestro gran trofeo. Honestamente, me sentía muy bien acerca de mí misma. Eso fue hasta que experimenté uno de los momentos más vergonzosos de mi vida. Esto fue lo que sucedió…

Cuando estábamos bajando las escaleras para subir al escenario, decidí que sería divertido deslizarse por la barandilla de la escalera en vez de caminar. Mientras comencé a deslizarme, perdí el equilibrio, caí hacia atrás sobre mi cabeza y mis hombros, y todo lo que tenía en las manos se cayó al piso. La peor parte era que había un montón de chicos que jugaban básquetbol que estaban detrás de nosotras y vieron todo lo que sucedió. Cuando miré hacia arriba, dándome cuenta que caí sobre mi cabeza, quería desaparecer. Definitivamente fue un “Trágame Tierra”.

¿Has tenido alguno de esos?

Los momentos vergonzosos muchas veces son impredecibles. Pueden ir desde tener un mal corte de pelo —que me ha pasado— a tener algo en medio de tus dientes y no darte cuenta hasta que llegas a casa. ¿Qué te puede preparar para estos momentos? ¿Hay alguna manera para manejar con este sentimiento de trágame tierra?

Mirando hacia atrás a mi momento embarazoso, me doy cuenta de que pasó algo maravilloso. Aunque había mucha gente que me vio caer sobre mi cabeza, ninguno de ellos me hizo sentir mal sobre lo que pasó. Mi equipo de básquetbol inmediatamente me ayudó a levantarme del piso y a recoger todo lo que se me había caído. Algunos de los chicos (a quienes no conocía) se me acercaron para asegurarse de que estaba bien. ¡WAO! Qué amigos tan increíbles por no hacerme sentir peor de lo que ya me sentía. Cuando pienso en esa situación, Aquí hay algunos consejos que me encantaría darte.

1. Escoge sabiamente a tus amigos. ¿Cómo responderían tus amigos si te ven tener un momento vergonzoso? Asegúrate de que la gente que te rodea se está esforzando por tener un carácter con las cualidades de Colosenses 3: bondad, amor, compasión, humildad, paciencia, y perdón.

2. Sé una buena amiga. Es importante que reflejemos esas cualidades en nuestro carácter que también queremos ver en otros. Cuando algo vergonzoso le sucede a uno de nuestros amigos, puedes ser la primera en ofrecerle la mano o compartir una palabra amable. La Palabra de Dios nos exhorta a siempre tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotras (Lucas 6:31).

3. Tómate un descanso. Recuerda que los momentos embarazosos le suceden a todo el mundo. Hasta el presidente de los Estados Unidos los tiene. No pases horas en casa llorando por un momento vergonzoso. Les suceden a todos. Necesitamos darnos un poco de gracia a nosotras mismas y a otros.

4. Tu valor se encuentra solamente en Cristo. El amor de Dios por ti nunca cambiará, aunque te hayas caído de la barandilla de la escalera y hayas caído sobre tu cabeza. Recuerda que tu valor viene de Cristo y lo que Él hizo por ti. Tu valor no depende de qué tan divertida seas sino en el amor de Dios por ti. Me encanta como lo pone Lucas 12:6-7, “¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

La próxima vez que tú o una amiga enfrenten un momento embarazoso, recuerda lo que aprendiste hoy. No permitas que la situación te deje en casa llorando, dale un poco de gracia a tus amigos y a ti misma. Y recuerda ser la amiga que quieres que otros sean contigo.

Me encantaría oír alguna de tus historias vergonzosas del pasado. Siempre es bueno saber que no soy la única que se cae de las barandillas de las escaleras.