¡Tienes todo lo que necesitas! | Leamos la Biblia juntas | 2 Pedro 1:1-4

Despues de concluir nuestro recorrido por 1ra Pedro, hoy se abre una nueva avertura por 2da Pedro. Así que prepara tu mente para recibir el conocimiento que provee la Palabra de Dios y a la vez asegúrate de que tu corazón esté listo para atesorarlo y tus pies estén prestos para ponerlo en práctica. Las preguntas que vamos a tener siempre en mente son:

  • ¿Cómo una mujer joven puede aplicar estas verdades en su vida?

  • ¿Cómo 2 Pedro le ayuda a reflejar el Evangelio de forma particular a una mujer joven?

¡No olvides el enfoque! Es nuestra oración que Dios pueda generar una sed de Su Palabra en ti y que aprendas a aplicarla. ¿Lista? #leamoslaBibliajuntas

1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo:

2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.

3 Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,

4 por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.

---2 Pedro 1:1-4---

Pedro se identifica al iniciar su carta como siervo y apóstol y debería llamarnos la atención el orden que él usa. Primero se presenta como uno que está a la disposición de su amo por voluntad propia y luego como uno que ha sido enviado con plena autoridad de Jesucristo. Pudiéramos detenernos ahí y observar nuestras vidas a la luz de la presentación de Pedro, ¿es nuestro servicio a Cristo lo que primero caracteriza nuestra forma de vivir? ¿Estamos sometidas al Señorío de Cristo sobre todas las cosas?

Pedro dirige su carta a “los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo”, esto nos puede dar a entender que se refiere a un público más general aunque en capítulo 3, versículo 1, dice: “Amados, esta es ya la segunda carta que os escribo, en las cuales, como recordatorio, despierto en vosotros vuestro sincero entendimiento”. Esto puede ayudarnos a entender que se refería a los mismos creyentes de su primera carta. Lo importante es que, si tú, al igual que Pedro has recibido fe mediante la obra de Cristo, sin lugar a dudas esta carta es para ti.

Cuando Pedro dice “una fe como la nuestra”, nos está ayudando a entender que estamos en el mismo lugar para Dios que los apóstoles, en Dios no hay favoritismo, ni acepción de personas. ¡Qué privilegio es haber recibido tan precioso regalo!

Creciendo en la fe

En el versículo 2 y 3 hay una palabra que Pedro repite, ¿puedes identificarla?

¡Sí! Conocimiento. Y antes de que pienses que se trata de física o filosofía, quiero que leas bien que no se trata de acumular información meramente intelectual, ni almacenar todos los datos bíblicos en tu cerebro. El tipo de “conocimiento” al que Pedro se refiere es como un esposo conoce a su esposa, se trata de una relación cercana e íntima. Este conocimiento tiene a una persona como meta y su nombre es Jesús, es el conocimiento que viene a través de Su Palabra (lo que Él ha dicho). Proviene de una relación cercana con Dios, de aceptar y de creer Sus verdades en tu corazón y luego vivir de acuerdo a ellas.

El resultado de conocer íntimamente a Jesús es el acceso directo a todo lo que necesito para agradarle.

¡Cuanto quisiera atravesar la pantalla y llegar a donde tú estás para decirte que este es el tiempo para dedicarte a conocer a tu Salvador! Cuando tenemos ojos para ver todo lo que hemos recibido nos damos cuenta que no hay otra respuesta lógica que sumergirnos en el conocimiento de Aquel que nos lo ha dado absolutamente todo. ¡Incluyendo su vida! Aprovecha tus años de juventud para hacer de este tú propósito.

Se te ha regalado la fe, has nacido de nuevo a una esperanza viva y también se te ha asegurado todo lo que necesitas para tu nueva vida. ¡Todo! Piensa por un momento en lo que necesitas para crecer en tu relación con Dios… ¿tienes la respuesta? Eso que necesitas está guardado para ti en la Palabra de Dios, aún esa motivación para abrir tu Biblia o ese deseo para doblar tus rodillas, viene de arriba. A través de Cristo, tienes acceso ilimitado a los recursos del cielo para agradar a Dios.

Aférrate a las promesas de Dios

Luego en el versículo 4, Pedro añade aún más beneficios, nos recuerda que hemos recibido promesas, hermosas y seguras promesas que cuando son creídas nos hacen participar en la naturaleza divina y escapar de los deseos mundanos. ¿Dónde se encuentran esas promesas? ¡En la Palabra de Dios! Es la promesa de Salvación a través de Cristo que te hace una nueva criatura, ahora tienes una nueva naturaleza dentro de ti, ¿Sábes cómo vas a crecer en piedad? Creyendo todos los días las firmes y preciosas promesas de Dios, aferrándote a ellas, poniéndolas todo el tiempo en tu mente, corazón y en tu boca. Ella van a llenar de combustible el tanque de tu motor espiritual para que escapes de toda corrupción y de todo deseo del mundo.

Un día vendrá en el que estaremos cara a cara con el Salvador, ya no habrá corrupción de la que tendremos que huir, solo correremos a una dirección, a sus brazos. ¡Esa es una promesa segura!

Te animo a que sigas meditando sobre este tema con estos dos recursos que te recomiendo:

  • Descarga este libro que contiene 50 promesas y aférrate a ellas cómo hemos aprendido en 2 Pedro.

  • Escucha este programa de Nancy DeMoss Wolgemuth bajo el mismo tema que hemos tratado hoy.

La próxima semana aprenderemos lo que tenemos que hacer con todo esto que hemos recibido.

Reflexionemos

¿Has recibido esa fe que justifica a través de Cristo? Si la respuesta es no, te invito a ver este vídeo.

¿“Rendida al servicio y la voluntad de Dios” identifica la forma en la que vives?

¿Tu conocimiento de Dios se caracteriza por una relación íntima o por conceptos aprendidos?

¿Qué es lo que necesitas para crecer en tu vida cristiana? Toma un momento en oración y pídeselo a Dios.

Revisa cada una de estos versículos y conviértelos en un motivo de oración.

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Sobre el autor

Betsy Gómez

Betsy Gómez tiene una gran pasión por inspirar a otras mujeres a atesorar a Cristo en lo ordinario de la vida. Nació en la República Dominicana, y ahora vive en Irving, Texas, donde su esposo, Moisés, sirve como pastor hispano … leer más …

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