Siento que es la voluntad de Dios: tres preguntas cruciales antes de enamorarse.

He escuchado a muchas chicas decir:

«No puedo controlar mi corazón, ni mis sentimientos; me he enamorado y no puedo evitarlo».

«Ese joven no es cristiano, pero tiene un buen corazón y me hace sentir tan bien». 

Nada más errado que estos argumentos, porque nos hacen creer que nuestro corazón y emociones son las que están al timón dirigiendo nuestras vidas, pero sabemos por la Biblia que nuestro corazón es engañoso y perverso, y que no podemos confiar en él. 

«Más engañoso que todo es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?». -Jeremías 17:9

Entonces, mi corazón no es el que debe decidir por mí, sino que mis convicciones y compromiso con Dios deben de guiar las decisiones que tomo. 

Cuando un muchacho acapara nuestra atención, deberíamos ser capaces de hacer un análisis minucioso y razonable, evaluando con detenimiento para confirmar si es la voluntad de Dios para nuestras vidas. 

Recordemos que nuestras emociones son el resultado de las creencias y pensamientos que albergamos en nuestras mentes; primero pienso, luego siento. De esta manera, debo cuidar los pensamientos que estoy teniendo sobre ese joven. ¡Cuidado con ilusionarte y enamorarte antes de evaluar los pros y los contras de la relación y sobre todo sin evaluar la voluntad de Dios! 

Así que quiero dejarte 3 preguntas clave que debes hacerte antes de que tus sentimientos afecten la elección de un chico. 

¿Este joven conoce a Cristo como su Señor y Salvador y le ama?

Esto es algo que NO debe ser negociable, Dios claramente ha expresado que no debemos unirnos en yugo desigual con los incrédulos. 

«No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?». -2 Corintios 6:14 

No debes iniciar una relación con una persona que no abraza las mismas creencias, compromisos y amor por Dios que tú; al final sus diferencias los van a separar y en la mayoría de los casos terminarás herida. Pero Dios quiere evitarte ese dolor.

Debes recordar que el noviazgo bíblico es aquel que se hace con el fin de casarse; así que si no puedes casarte con un incrédulo, ¿para qué entrar en una relación de noviazgo con alguien con quien no podrías casarte? Esto es peligroso, imprudente y necio. 

Si bien es cierto que hemos visto casos donde el inconverso se convierte luego de estar en una relación con un cristiano, esto es la minoría; y la verdad es que, en la mayoría de los casos, el incrédulo termina influenciando al cristiano. Es más fácil copiar lo malo que lo bueno. Así que, no podemos hacer una regla de las excepciones, ni debes creer que tú eres la salvadora, eso le pertenece a Dios. 

Entonces debes de examinar muy bien el testimonio del joven con el que quieres iniciar una relación, porque el que alguien asista a la iglesia no lo convierte en cristiano, debes ver cómo vive, cómo toma decisiones, si la Biblia es su guía, si Dios es su pasión. Un matrimonio es algo muy serio, es un compromiso para toda la vida, por eso debes tomar la decisión con mucha cautela. 

¿Cuentas con el apoyo de tus padres y líderes espirituales?

Involucra a tus padres, pastores y líderes espirituales para que ellos te ayuden a evaluar al joven antes de entrar en un noviazgo; así no serán tus emociones las que por sí solas tomen tan importante decisión. Ellos cuentan con una experiencia de vida que te será de mucha utilidad para tomar una mejor decisión y pueden ver mejor el panorama, pueden notar cosas que tú no ves. 

«Donde no hay buen consejo, el pueblo cae, pero en la abundancia de consejeros está la victoria». -Proverbios. 11:14 

Sé humilde y escucha el consejo. 

¿Este joven es alguien a quien admiras y quien podría ser tu líder espiritual?

Analiza si es alguien a quien admiras y a cuyo liderazgo te podrías someter. Recuerda que el amor es una decisión y una acción voluntaria; los sentimientos vienen y van, pero el amor es firme y fiel, pregúntate si estás dispuesta a comprometerte a amar a esa persona y someterte a su liderazgo. Para esto, date la oportunidad de ser amigos y conocerse antes de entrar al noviazgo. 

Recuerda que es importante que el joven te atraiga. He escuchado a jóvenes que aman al Señor afirmar que no importa si alguien les gusta, pues solo se debe de mirar el corazón. Pero esto no es correcto; se oye muy espiritual, pero debe de gustarte, sin dejar también de observar su carácter. 

Confía en Dios y sé fiel, sabiendo que Dios es bueno en gran manera, y que cuando le obedecemos y buscamos agradarle, Él nos llena con gozo, paz y plenitud. 

¿Te atreverías a confiar en Dios?