¿Qué es lo que recuerdas de cuando tenías cinco años?
Cuando yo tenía cinco, soñaba con tener diez. Diez era una edad mayor, madura a mis infantiles ojos. Los años pasaron, y cumplí diez. Después de meses, no podía esperar a tener doce, luego dieciséis, luego dieciocho.
Ahora ya tengo dieciocho, ¿y sabes qué? En mi cumpleaños dieciocho, yo era aún la misma persona. Mi vida no se volvió perfecta de repente, no me veía como la versión supermodelo de mi misma que me imaginaba desde hacía tantos años. Todos mis sueños no se hicieron realidad. Todo el estrés y tensión de la vida no se quedó mágicamente atrás en el área de juegos de la primaria.
No estoy diciendo que nunca voy a estar satisfecha con mi edad, pero si trae un pensamiento interesante a mi mente: ¿Qué estás esperando?
Toda mi vida he estado esperando lo que viene. Poniendo mis esperanzas en las cosas del futuro en lugar de tomar ventaja de donde estoy ahora. Miro hacia atrás y me pregunto, ¿Perdí mis oportunidades para servir, ministrar y crecer en Jesús porque estaba ocupada soñando con el día cuando mi vida realmente comenzaría, cuando me graduara o casara o tendría hijos?
Estoy segura que si lo hice.
¿Qué Estamos Esperando?
¿Estas esperando lo que sigue? ¿Estás desaprovechando oportunidades ahora y más bien estás atrapada en el “algún día”?
Como mujeres jóvenes, es fácil vernos atrapadas en la mentira de que la vida va a comenzar cuando _________ suceda. ¿Es el matrimonio o tener tu propia familia? Tal vez una carrera exitosa. Finalmente ser capaz de decorar tu propio departamento o algo de libertad de tus padres y hermanos.
Cualquier cosa que sea, el mito de que “la vida comienza cuando ______ sucede”, tiene un gran y antiguo agujero. Piensa en esto: El tiempo va a pasar. Pudieras casarte, tener el trabajo de tus sueños o decorar tu propio espacio como una imagen salida de Pinterest. ¿Y entonces qué es por lo que vas a estar esperando? La idea sobre la que habíamos puesto todas nuestras esperanzas, el evento que pensábamos que habría de comenzar nuestras vidas, va y viene. Y allí estamos, colgando a medio aire, nuestro paracaídas volando sin nosotras.
No te estoy animando a ignorar el futuro. En efecto, Proverbios 31 nos dice que la mujer sabia “sonríe al futuro”. Ella puede mirar hacia el futuro con una sonrisa, no porque ella piensa que entonces va a “llegar”. Ella está preparada para el futuro, tomando decisiones en el presente que la van a beneficiar más adelante en el camino. Ella no teme el futuro porque ella está enfocada en el presente. ¿Cómo podemos tomar decisiones sabias sobre cómo usar nuestro tiempo y cómo acercarnos más a Jesús si nuestras mentes están siempre obsesionadas con el futuro?
Tres Maneras de Ajustar Tu Perspectiva
Veamos estas tres maneras de ajustar nuestra perspectiva.
- Enfócate dar la vuelta hacia afuera y servir a otros. Cuando estamos ocupadas pensando en cómo podemos ayudar a las personas a nuestro alrededor ahora, nuestras mentes no están enfocadas en “algún día”. Más bien, “servíos por amor los unos a los otros (Gal. 5:13). Comienza justo ahora.
- Recuérdate a ti misma que estas en donde estas por un propósito. Si Dios te quisiera casada o en una relación, allí sería donde estarías. Él está en control de todo, incluyendo la línea del tiempo de tu vida. Él tiene un plan perfecto para tu vida. En otras palabras, “No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad" (Hechos 1:7).
- Ve la milla extra para hacer una diferencia en el mundo a tu alrededor. Sea ayudando a tu mamá en la cocina o sirviendo como voluntaria en tu iglesia, tienes la oportunidad de marcar una diferencia cada día, no solo “algún día”. Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos (Ef. 5:16 CEB).
Aprovecha este momento para vivir como Cristo. Se irá pronto y no vas a poder regresar y servir más, amar mejor o recuperar este momento para hablar sobre Jesús.
¿Alguna vez has sido tentada a mirar solo hacia el futuro para encontrar realización, en lugar de marcar una diferencia en el ahora? Nos encantaría escuchar de ti en los comentarios.
Ayúdanos a llegar a otras
Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?
Donar $3¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.
Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.
Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.
Únete a la conversación