#SeamosHonestas sobre las redes sociales

Dime que no soy la única que hace esto …

Abro Instagram.

Hacia abajo, abajo, abajo.

Me gusta.

Hacia abajo

Oh, qué bonito. ¡Wow! – realmente bonito.

Visito el perfil del usuario.

Cada una de sus fotos es perfecta.

Sigo viendo su perfil

Es muy bonita-

Veo sus fotos un poco más.

¡Oh, esta chica también es bonita!

Ahora visito su perfil.

Todas sus fotos también son igual de adorables y estupendas.

Y antes de que me dé cuenta, he pasado una buena parte de mi día viendo las hermosas y únicas fotos en Instagram de alguien más, y me deja sintiendo un intenso vacío. Se siente el descontento mezclado con inseguridad y un toque de desilusión.

Y entonces las preguntas comienzan:

¿Cómo es su vida tan maravillosa y perfecta?

¿Por qué mi vida se siente tan ordinaria?

¿Cómo cada una de sus fotos son tan perfectas?

En serio, ¿cómo le hace para tomar esas fotos?

¿Por qué es mi vida tan…. Aburrida?

He visitado un buen número de Perfiles Envidiables en Instagram. ¿Tú también? Pero la respuesta no está en aprender a tomar mejores fotos o escribir  mejores descripciones. La verdadera respuesta y solución a ese sentimiento de vacío, inseguridad y desilusión se encuentra cuando tomas la verdad de Dios y esta brilla en nuestros corazones.

Cuando las redes sociales te hacen sentir menos, tu corazón necesita la verdad de Dios.

Un perfil perfecto es solo una ilusión

En las redes sociales, publicamos lo más destacado. Lo bueno. Las celebraciones, los momentos felices, las cosas bonitas. Pero seamos realistas: Nadie es perfecto. Hay una persona real detrás de ese teléfono -  una persona que batalla y que necesita a Jesús tanto como yo lo necesito.

Antes de que la vida “perfecta” de alguien más te desanime, recuerda que están publicando lo que quieren que tú veas – no sus angustias, sus errores y fracasos. Solo estás viendo una parte pequeña, no todo el dibujo completo.

Compararse trae decepción

Cuando se trata de compararse, me siento una profesional. Así que te puedo decir por experiencia, que no vale la pena. Compararse roba nuestro gozo y nos hace sentir como perdedoras. En su raíz, encontrarás descontento, una mentira que nos hace cuestionar la soberanía de Dios y Su bondad. En Filipenses 4:11-13, se nos anima a tener contentamiento en todas las cosas, a no comparar nuestras circunstancias, posesiones y personalidades con las de alguien más. Mira lo que dice.

No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Las redes sociales no definen tu valor

Los me gustas no te hacen o te destruyen. Los seguidores no quieren decir que eres verdaderamente amada. Las redes sociales no pueden – no – definen tu valor.

Pero si comprendo la lucha que es el pensar que si te definen. Si, los me gusta pueden darnos seguridad. Nos hacen sentir bien. Y más seguidores no hacen sentir que somos alguien. Pero detrás del deseo de ser una persona aceptada y con seguidores esta un anhelo a ser amada y ser considerada. Jesús te ama y cuida de ti incondicionalmente. La Palabra de Dios nos recuerda que no debemos correr a las cisternas rotas de las redes sociales cuando tenemos acceso al pozo de Agua Viva (Jer. 2:13). Tu Creador define tu valor.

Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gal. 2:20).

Cuando Dios te creó, te formó con un propósito mucho más grande que el de compartir fotos envidiables con tus seguidores. Te creó para glorificarlo a Él y para servir a Cristo. Las redes sociales solo son una herramienta para ser usadas en ese propósito. Son un medio para un fin – no el fin.

Hoy no se trata de tener “likes”

La descripción de mi trabajo es “administrador de redes sociales”. Así que necesito recordar la perspectiva de Dios sobre las redes sociales por lo menos cada diez minutos. Es una locura cuán rápidamente me envuelvo en números y likes. Esto me recuerda a salir de allí: Hoy no es sobre tener likes. Es sobre servir y amar a Cristo Jesús. Me lo repito una y otra vez cada día.

Tal vez tú también necesitas ese recordatorio. ¿Hoy? Para nada es sobre tener me gustas. Es sobre aprender a servir y amar a Cristo Jesús más fielmente y más profundamente.

 

Así que adelante, cierra Instagram, Twitter, Facebook y Snapchat, y pasa tiempo en la Palabra, ve a tomar un café con una buena amiga, o sal a correr. Y ora para que Dios te ayuden a vivir en la realidad de que hay mucho más para vivir que simple “likes”.

 

Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo para posesion suya, celoso de buenas obras. Tito 2:11-14

¿Te quedas enterrada en el descontento y la comparación a través de las redes sociales? ¿Hay algo que te ayuda a salir de esa trampa? ¡Quiero saberlo! Me encanta leer tus comentarios. Más acerca de este tema aquí.

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Sobre el autor

Samantha Keller

A Samantha le encantan los días en el lago, el café fuerte y escribir sobre las formas en que Jesús transforma nuestros desórdenes cotidianos en hermosas historias. Le encantan las cuatro estaciones en el norte de Indiana y usualmente viste … leer más …

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