Hace unos días estuve acompañando a mi esposo en una cirugía pequeña, durante la espera me encontraba en una gran salón junto a madres, esposas, hijas/os de familiares que estaban esperando a un ser querido quien estaba dentro de la sala de cirugía. Algunos estaban impacientes por ver al doctor, o alguien que les dijera cómo estaban las cosas allí dentro.
Durante mi espera, oraba, leía, escribía, conversaba, pero el tiempo pasaba y nada sucedía, algo que debió tomarse ( en mi perspectiva) unas horas se convirtió en toda una tarde...la espera se hizo muy larga.
Lo que dio lugar a pensamientos de angustia,preocupación y miedo. Me sentí igual que apóstol Pedro, deje de mirar al maestro y sentía como me ahogaba. (Mateo 14:30) La incertidumbre se estaba apoderando de mí, nublando mi confianza y esperanza en quien tiene control de todo: Cristo...
Esto nos sucede muy a menudo, cuando nuestras peticiones se encuentran en la lista de espera de Dios. Les presentamos al Señor cada una de ellas, y la cerramos con las palabras “sea tu voluntad por medio de nuestro Senor Jesucristo amen” las depositamos y confiamos que las mismas serán respondidas en nuestro tiempo “perfecto”. Sin embargo no es en nuestro tiempo, sino en Su tiempo.
La espera en Dios es un terreno que Él utiliza para: probar nuestra fe, fortalecernos, colocarnos en el centro de Su voluntad; en ese terreno (mi corazón) es que Él perfecciona Su obra, pule nuestro carácter, transforma nuestras vidas, cumpliendo Su propósito de formarnos a la imagen de Cristo.
Es vital que entendamos que la actitud de nuestro corazón importa y mucho, permíteme demostrártelo a través de la Palabra de Dios:
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Un corazón paciente:
Salmos 40:1 PACIENTEMENTE esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Si mis oraciones están alineadas con su propósitos y planes para mi vida,Su respuesta será oportuna, no necesariamente inmediata. La paciencia es una manifestación del fruto del Espíritu Santo, difícil para nuestra carne ejercitar, en especial en esta era de inmediatez en la que vivimos; más no imposible si con certeza le miramos a Él.
Al llenar nuestro nido (la mente) de la palabra de Dios, no habrá cabida para invasores que desean aplastar en que creemos.
Así que se intencional al orar, leer, estudiar y meditar la Palabra de Dios. Es nuestro salvavidas.
Filipenses 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Salmos 55:22
Echa sobre Jehová TU CARGA, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.
2. Un corazón reposado:
Ya Dios lo ha dicho en Su Palabra:
Filipenses 4:6 Por nada estéis AFANOSOS, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Pero igual nos afanamos, nos desesperamos, y no confiamos. Caemos en este círculo vicioso y nos perdemos de ver en muchas ocasiones el poder de Dios obrando en nuestras vidas en primera fila.
Cuando presentamos una petición delante de Él, casi siempre nos sentamos en un banco a esperar, Su respuesta.
Puede ser una llamada por la confirmación de trabajo, por sanidad, por una pareja, los papeles para la universidad, (dejaré un espacio en blanco para que tu escribas la respuesta que esperas)__________________
Mientras pasa el tiempo, ¿qué permites a tu corazón que experimente? ¿Das lugar a personas con sus propias ideas, quienes se sientan a tu lado a desanimar, atacar, quejarse o molestarse?
¿O confías ciegamente en la Soberanía de Dios, en la cual nada escapa de sus manos?
Puedes que estés esperando algo, o alguien. Si estás en la Sala de Espera de Dios puedes estar segura que Su respuesta será agradable, perfecta, buena, a tiempo así es su voluntad, y para quienes le aman todo obra para bien.
Descansa en Él y recibe su paz. ¡Él siempre llega a tiempo!
Mientras estás en la sala de espera, ¿qué estás experimentando?
¿Dejas que la ansiedad y preocupación tomen el control de tus pensamientos? ¿O los traes a los pies de Cristo?
¿Cómo le sacas provecho a las circunstancias en tu vida?
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