Booz y Rut | Reto del amor verdadero

¿Has notado que en las últimas semanas hemos estado explorando historias de amor en el blog? Hoy vamos a estudiar la hermosa historia de amor de Rut y Booz. Busca tu Biblia y lee el libro de Rut (¡no te asustes, solo tiene 4 capítulos!). Leanna nos ayudará a ver cómo este relato realmente se trata de una historia de amor que trasciende la historia. ¡Esta es una de mis historias favoritas en toda la Biblia! –Betsy Gómez 

Érase una vez, una hambruna en la tierra. No es una buena manera de comenzar una buena historia, ¿verdad? Sin embargo, así es exactamente como comienza el libro de Rut. Pero no te preocupes, se pone mejor. Mucho, mucho mejor.

La historia de Rut es una historia de pérdida profunda, amor sorprendente y gozo renovado. Es el clásico cuento de hadas de una «doncella en apuros», solo que este es real e incluye a un héroe que no es un simple caballero valiente; él es un Rey amoroso.

Una situación difícil – Capítulo 1

Conocemos a los personajes en esta historia mientras están en una situación desesperada. La situación de la familia de Elimelec y Noemí sigue yendo de mal en peor:

  • Una hambruna golpea la tierra de Judá donde vive la familia (v. 1).
  • La familia huye de su país de origen para encontrar comida (v. 2).
  • El padre de la familia, Elimelec, muere (v. 3).
  • Los dos hijos se casan con mujeres de Moab, una nación enemiga de Israel (v. 4).
  • Noemí, la madre no solo queda viuda, también sus hijos mueren en Moab (v. 5).

Solo cinco versículos, y ya hay suficientes causas de sufrimiento.

Noemí siente como si la mano del Señor está contra ella. Pero me encanta lo que dice el pastor David Platt sobre esto: «Cuando nos sentimos vacíos o solos, Dios puede estar preparando el escenario para la exhibición más grande que jamás hayamos visto de Su fidelidad hacia nosotros».

Lo que Noemí no sabe es que el Señor en realidad está usando sus dolorosas circunstancias para tejer una hermosa historia de redención para todas las personas de todas las generaciones. ¡Pero me estoy adelantando aquí!

Así que, Noemí está completamente abatida y pide que ya no se le llame Noemí (que significa «placentera») sino Mara (que significa «amarga», ver v. 20). Ella decide volver a casa porque ha escuchado que allí hay comida nuevamente. Pero cuando instó a sus dos nueras viudas a quedarse atrás, una de ellas, Rut, «se quedó con ella» y se negó a abandonar a Noemí.

«Pero Rut dijo: “No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el Señor conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa”» (vv. 16-17).

Rut no tiene que dejar atrás todo lo que ha conocido para cuidar de su amargada suegra en un país extranjero, pero ella elige ese camino. Ella renuncia a su derecho de encontrar el amor nuevamente, y en su lugar elige emigrar a un país donde las personas de su nacionalidad no son recibidas favorablemente. ¡Su amor sacrificial es asombroso!

Y es el primer destello que vemos de una muestra aún mayor de amor de parte de un Hombre quien también dejó todo para entrar en un mundo donde Él fue despreciado y rechazado.

Una cosecha abundante – Capítulo 2

El primer versículo del capítulo 2 prepara el escenario para un giro sorprendente de la trama. Se nos presenta a un nuevo personaje, Booz, y se nos dice que es un pariente del marido de Noemí. Más adelante veremos por qué esto es tan importante, pero por ahora mantén este pequeño dato en tu mente mientras continuamos.

Es tiempo de cosecha cuando Noemí y Rut llegan a Belén, y Rut se pone a trabajar de inmediato para encontrar comida para las dos. Según la ley del Antiguo Testamento, la costumbre era proveer a los pobres permitiéndoles ir detrás de los segadores y recoger lo que se quedaba atrás (léelo en Deuteronomio 24:19-22).

Ahora observa lo que sucede: Rut va al campo propiedad de Booz, quien resulta estar relacionado con su suegro fallecido. Ella encuentra el favor del capataz que le dice a Booz quién es ella. Bueno, simplemente «sucede» que Booz ya ha escuchado un buen reporte de ella y está feliz de dejarla espigar en sus campos.

¿Un montón de casualidades? ¡Pienso que no! Solo Dios pudo orquestar un giro tan increíble de los acontecimientos. Rut, la moabita, una pobre extranjera, es llenada inesperadamente con provisión, bondad y protección. ¡Y esto es solo el comienzo de la bondad que Dios tiene preparada para ella!

Noemí está eufórica cuando se entera de los eventos del día. «Sea él [Booz] bendito del Señor», dice ella, «porque no ha rehusado su bondad ni a los vivos ni a los muertos» (v. 20). Luego le informa a Rut lo que ya sabemos: este mismo Booz es un pariente cercano y, de hecho, uno de sus parientes redentores.

Ahora, «pariente-redentor» puede no significar mucho para nuestros oídos modernos, pero Rut habría entendido el significado. Según la ley judía, si un hombre moría sin hijos, el pariente vivo más cercano tenía la responsabilidad de preservar la tierra y el nombre del difunto. El pariente, llamado pariente-redentor, podría cumplir este deber comprando de nuevo los bienes del hombre, o casándose con la viuda del hombre. Podía optar por las dos, pero también podía negarse a hacerlo.

Sabiendo todo esto, las esperanzas de Noemí se disparan cuando se entera en qué campo ha estado Rut todo el día. Ella envía a Rut durante la cosecha de cebada y trigo para que recoja diariamente los campos de un hombre que tiene el poder de rescatarlas de su pobreza y vergüenza. Puedes sentir la anticipación burbujeando dentro de ella. ¡La esperanza está en el horizonte! Entonces, ¿qué pasa después?

«Y [Rut] vivía con su suegra». Y así se lee el final anticlimático del capítulo 2. Booz no hace su movida. Así que suspiramos decepcionadas y pasamos la página para ver qué sucederá con las pobres de Rut y Noemí.

Un riesgo audaz – Capítulo 3

La siguiente parte de la historia es donde Rut la moabita se convierte en Rut la valiente.

Después su suegra Noemí le dijo: “Hija mía, ¿no he de buscar seguridad para ti, para que te vaya bien? Ahora pues, ¿no es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas estabas? He aquí, él avienta cebada en la era esta noche. Lávate, pues, úngete y ponte tu mejor vestido y baja a la era; pero no te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber. Y sucederá que cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta; irás, descubrirás sus pies y te acostarás; entonces él te dirá lo que debes hacer”. Y ella le respondió: “Todo lo que me dices, haré”. Descendió, pues, a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado (vv. 1-6).

¿Puedes imaginarlo? Ahora, antes de que dejes de leer con consternación o intentes atraer a un chico con este método, consideremos lo que Noemí está sugiriendo aquí. Los eruditos creen que no hay nada arriesgado en este plan. Si bien está claro que Rut está realmente solicitando audazmente el matrimonio de Booz, no lo está haciendo de manera provocativa o directa. Ella simplemente le presenta la necesidad, le recuerda su posición excepcionalmente calificada y espera su respuesta.

Booz, al comprender completamente la solicitud, responde a Rut favorablemente (v. 10). Él está dispuesto a hacer todo lo que ella le pide. Pero no todo termina «felices para siempre» todavía. Una vez más, la esperanza está envuelta en una nube de miedo. Booz explica que en realidad hay otro hombre que es un pariente más cercano que él, haciendo que el otro sea el legítimo redentor del parentesco. Pero Booz no descansará hasta que se resuelva el asunto.

Una bendita restauración – Capítulo 4

Y él lo resolvió. A la mañana siguiente se enfrenta al caballero en cuestión para determinar quién se levantará a la altura de las circunstancias, redimirá la tierra de Elimelec y perpetuará el nombre de Elimelec al casarse con la nuera sobreviviente, Rut. Por razones que no se nos dan, este otro hombre cede su derecho de redención a Booz. Y así tomó Booz por su esposa a Rut la moabita, haciéndola, Rut la redimida.

Aquí es donde suena como un final de cuento de hadas. Pero estoy segura de que hubo momentos en que Rut cuestionó el plan de Dios para su vida. Ella no podía ver el final de su historia. Y si bien es posible que la fe de Rut en Dios permaneció firme a través de temporadas de esterilidad y de abundancia, es posible que ella, como un ser humano normal, vacilara en algunas ocasiones.

Pero el amor de Dios por ella nunca lo hizo. Él proveyó para Rut a través de un pariente-redentor. Él la restauró y renovó su gozo después de una larga temporada de dolor.

¿Qué del final sorpresa que mencioné? No es meramente que Noemí y Rut sean redimidas y restauradas de una vida de pobreza y vergüenza a una de prosperidad y bendición. Los versículos finales nos dicen que de los descendientes de Rut y Booz proviene un famoso rey y guerrero, el rey David (vv. 18-22), el mismo David que mató a Goliat y escribió muchos de los salmos. Pero da la vuelta a los versículos iniciales de Mateo 1 y verás más abajo en el mismo linaje a otro rey, uno más grande que David. Este Redentor, Jesús, quien rescataría a los empobrecidos de este mundo y quitaría su pecado y vergüenza, elevándolos al estatus de hijo o hija del Rey.

Un amor hermoso – Conclusión

La historia de Rut es hermosa. Es la historia que todas queremos. ¡Y la increíble noticia es que puede ser la tuya! Ya sea que la provisión y el cuidado tierno de Dios para ti incluyan o no a un esposo amoroso, Él ha hecho un camino para que seas amada y cuidada por siempre.

Es posible que a veces te sientas vacía y sin amor, pero, como dice David Platt: «Nunca estarás vacía bajo la protección de tu Dios». Jesús es tu Pariente Redentor. Su amor es un amor que supera con creces cualquier amor humano.

Rut pudo haber sacrificado mucho para amar a Noemí, pero el amor de Jesús es el mayor sacrificio de todos (Romanos 8:31-32). Booz pudo haber sorprendido a todos con su amor por Rut la moabita, pero nada podría ser más sorprendente que el amor de Jesús por los pecadores, por los marginados, por los extraños hostiles hacia Dios (Efesios 2).

Y este amor vino con un precio. Le costó a Jesús todo para dártelo a ti. ¿Dejarás todo para recibirlo? Abre tu corazón a un Dios quien te ama supremamente y descansa en Su amor.

¡Solo nos queda un día en este recorrido! Regresa el próximo martes 26 y estudiemos las implicaciones del amor de Jesús hacia nosotras. Puedes adelantarte y leer Efesios 2:4-9 y 1 Juan 3-4.

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Sobre el autor

Leanna Shepard

Leanna comenzó a servir como parte del staff de Revive Our Hearts en el verano del 2014. Aunque es originaria de Akansas y se encuentra residiendo en Michigan, su ciudadanía está en los Cielos, habiendo sido adoptada como hija del … leer más …

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