Rodeando la misma montaña

¿Alguna vez te has sentido cansada en tu vida espiritual? Te sientes cansada porque ya no sabes qué más hacer en medio de esa circunstancia difícil, en medio de esa lucha, o con aquella persona que tal vez estés siendo intencional en amar sin ver ningún resultado. Ya no puedes más. Sientes como si estuvieras pasando por el mismo lugar una y otra vez. Te quiero decir que yo me he sentido así varias veces y quisiera compartir contigo algo que el Señor me mostró durante este tiempo.

Frecuentemente nuestras fuerzas se pueden agotar cuando servimos a la iglesia en algún ministerio, cuando estamos en medio de nuestro proceso de santificación o incluso simplemente en nuestra rutina diaria. Tendemos a pensar que todo el esfuerzo que estamos haciendo es en vano cuando no vemos resultados inmediatos. 

En Deuteronomio 2 se relata la historia cuando el pueblo de Israel dio vueltas varias veces y por varios días al monte Seir. ¡Imagínate el cansancio del pueblo! Ellos pudieron pensar que caminar por el mismo monte no los llevaría a ningún lado. Cuando leí este pasaje, me identifiqué inmediatamente. ¡Justo así me sentía! ¡Rodeando la misma montaña! Pero este bello recordatorio me hizo «revivir» y recobrar fuerza:

«Pues el Señor tu Dios te ha bendecido en todo lo que has hecho; Él ha conocido tu peregrinar a través de este inmenso desierto. Por cuarenta años el Señor tu Dios ha estado contigo; nada te ha faltado».

-Deuteronomio 2:7

Dios conocía a Su pueblo y conocía su cansancio. Incluso, Dios los detiene de rodear el monte y les da instrucciones que les permiten descansar (Deut. 2:3-6). 

Algunas veces podemos sentirnos como el pueblo, podemos sentir que solo estamos rodeando el monte sin llegar a un lugar, sin lograr ver un resultado. Pero Dios te conoce, Él conoce todo tu peregrinar y sabe lo que estás sintiendo. Somos Sus hijas, Dios no pasa desapercibido nuestro cansancio. 

Renueva tus fuerzas en medio de la espera

«¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?

El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra

No se fatiga ni se cansa.

Su entendimiento es inescrutable.

Él da fuerzas al fatigado,

Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor.

Aun los mancebos se fatigan y se cansan,

Y los jóvenes tropiezan y vacilan,

Pero los que esperan en el Señor

Renovarán sus fuerzas.

Se remontarán con alas como las águilas,

Correrán y no se cansarán,

Caminarán y no se fatigarán».

-Isaías 40:28-31

Te cuento que durante ese lapso de rodear la montaña, decidí esperar en Dios. Tomé la decisión de no hacer absolutamente nada en mis propias fuerzas, busqué descansar mi mente e ir a Dios. Cerré mis redes sociales por un tiempo (esto me ayudó muchísimo), también hice algunas otras cosas que sabía que podían distraerme en medio de mi descanso y tiempo con el Señor. Oré, le entregué mis cargas a Dios y esperé. 

Esperar en Dios no es nada fácil. Te confieso que, para poder llegar a este punto, Dios tuvo que quitar algunas cosas (relaciones, servicio, ministerio) y me llevó a voltear a verlo solamente a Él, a depender completamente de Él y confiar ciegamente en Sus promesas. En medio de la espera, Dios siempre provee de lo necesario para poder seguir en Su camino. 

Dios nunca dejará de mostrar Su misericordia en nuestras vidas. Él siempre proveerá lo necesario para nuestra vida espiritual. Cuando podemos ver esta verdad y nos aferramos a ella, entonces podremos recobrar fuerzas en Dios para seguir adelante. Esto no quiere decir que estemos sin hacer nada; al contrario, debemos ser intencionales en buscar a Dios en medio de esta espera. Debemos buscar Su voluntad para nuestras vidas en Su Palabra. Debemos estar dispuestas a examinar nuestro corazón para que el Señor limpie lo que tenga que limpiar. 

Dios tiene un propósito

Esto puede sonar como un cliché, pero Dios en verdad tiene un propósito para que rodees esa montaña o pases por ese desierto tantas veces. Dios tenía un propósito con el pueblo de Israel, y lo tiene con nosotras también. En esta ocasión, Dios quería que el pueblo viera (una vez más) Su provisión. 

En mi situación, durante esas dos semanas que estuve en «silencio», Dios me mostró de igual manera Su provisión; me dio lo que necesitaba en mi vida espiritual. Él me dio nuevas fuerzas para seguir adelante con el servicio y con mi vida en el día a día. Y no solo eso, también renovó mi confianza en Él. Puede ser que el propósito de Dios para nuestro caminar sea humillarnos, probarnos o disciplinarnos, pero también quiere mostrar Su poder, Su gloria, Su soberanía y Su provisión para que nos acordemos de lo que Él ha hecho con y en nuestras vidas (Deut. 8:2-3).

Ahora, con esto en mente, quisiera que te preguntarás: ¿cómo puedo confiar en Dios en medio de este cansancio? ¿Qué promesas me ha dado Dios en medio de esta espera? ¿Cómo puedo llevar este cansancio a Cristo?

Amiga, cuando te sientas cansada de rodear la misma montaña, cuando te sientas cansada de vagar por el mismo desierto, recuerda:

  • Dios te ha bendecido
  • Él ha conocido tu peregrinar
  • El Señor tu Dios ha estado contigo y nada te ha faltado

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Natalia Tello

Natalia Tello de Martínez es originaria de la ciudad de Monterrey, México. Actualmente vive en la ciudad de Torreón con su esposo Agustín con quien está casada desde el 2012. Sirve en su iglesia local en el ministerio de alabanza … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación