¿Has estado enamorada alguna vez? Si es así, de seguro sabes que el amor provoca cosas en nosotras: Las mariposas en el estómago, estar siempre pensando en esa persona, pensar en maneras de cómo pasar más tiempo con él, buscar formas de conocerlo mejor y tratar de ser una mejor persona para él. La verdad es que inexplicablemente, el amor nos cambia. Lamentablemente, muchas veces no sentimos lo mismo por el Creador del amor.
¿Quieres estar locamente enamorada de Dios? Primero debes conocerlo. Nuestro amor a Dios es directamente proporcional a nuestro conocimiento de Él. ¡Dios te está llamando a que tengas una relación apasionada con Él!
“El Dios del universo -el creador del nitrógeno, las hojas de pino, las galaxias y el Mi menor- nos ama con un amor radical, incondicional y autosacrificado. ¿Y cuál es nuestra típica respuesta? Vamos a la iglesia, cantamos las canciones y tratamos de no decir malas palabras”.
Quizás digas, bueno, yo soy salva y definitivamente me comporto mejor que muchos cristianos. Pero Dios no nos ha llamado a una fe pasiva, que se conforma con pecar menos que la mayoría; sino a una fe obsesionada y activa que demanda la gracia escandalosa que Él nos ha demostrado.
La primera vez que leí este libro, cambió mi vida para siempre, porque me hizo entender el poco sacrificio que estaba haciendo por Dios en comparación con lo mucho que Él sacrificó por mí. Seguro al igual que yo, nunca te habías creído una cristiana tibia; como Francis Chan dijo: vamos a la iglesia, cantamos las canciones y tratamos de no decir malas palabras… ¿pero es esa la actitud que debe tener una persona que ama a Cristo? Tú y yo sabemos que eso no es suficiente. ¿Le estás dando a Dios tus sobras o estás dando lo mejor de ti? El llamado de Jesús es claro: Él quiere todo o nada.
“...pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca!”
Apocalipsis 3:16
“Por años, yo le di las sobras a Dios y no sentí vergüenza. Simplemente apartaba mis ojos de la Escritura y me comparaba a mí mismo con otros. Los huesos que yo le lanzaba a Dios tenían más carne en ellos que los huesos que otros lanzaban, así que yo imaginaba que estaba haciendo bien”.
No esperes a que sea demasiado tarde para tener la relación con Dios que tu alma anhela. Él te amó antes de crearte, aún sabiendo todo lo malo que harías en esta vida, que a veces no le amarías como Él merece, pero como Padre amoroso y bueno, Él te da la oportunidad de ser buscado mientras puede ser hallado, y a través de Su Espíritu te da la gracia de ser moldeada a Su imagen. ¡Aprovecha cada momento que tengas para pasar tiempo con Él en Su Palabra y oración!
Aquí te dejo con un video del primer capítulo, para que te animes a leer este libro que retará tu relación con Dios y te hará conocer la diferencia entre un cristiano tibio y un cristiano genuino:
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