Puedo ver tu futuro

Sé quién serás el año entrante…y dentro de 10 años… y dentro de 20 años…No, no tengo una bola de cristal. No puedo predecir cuáles circunstancias te deparan en el futuro. Pero sí sé la clase de chica que serás a lo largo del camino. Serás el mismo tipo de chica que eres ahora.

Te guste o no, lo que elijas hacer ahora formará hábitos que tendrás que romper en el futuro o hábitos que serán de ayuda para ti. En otras palabras, «eres lo que haces». En Gálatas 6:7 leemos: «No se dejen engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará». En este preciso momento estás tomando decisiones que están sembrando semillas en la tierra de tu vida. Esas semillas crecerán para definir quién eres y cómo lucirá tu vida en el futuro.

Permíteme darte algunos ejemplos prácticos de esta verdad. 

¿Quieres casarte con un varón cristiano? Entonces, desde ya comprométete a compartir con grupos cristianos afines. El mejor indicador de tus relaciones futuras es el patrón que estés desarrollando en tus relaciones actuales. 

¿Quieres tener una verdadera relación personal e íntima con Dios «algún día», pero por el momento canalizas tus energías en deportes, amigos o muchos estudios? Haz de Dios tu prioridad número uno ahora, ámalo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. No olvides que este es el principal mandamiento (Marcos 12:20).

¿Quieres servir a Dios con todo tu corazón cuando seas adulta? Entonces busca desde hoy mismo maneras de servirle a Él. Ahora es el preciso momento para servir a otros e integrarte en alguno de los ministerios de tu iglesia. Cristo es nuestro mayor ejemplo de servicio. Siendo el Señor y Maestro, Él lavó los pies de sus discípulos y dijo: «Porque les he dado ejemplo, para que como Yo les he hecho, también ustedes lo hagan» (Juan 13:15).

¿Quieres que tus decisiones futuras estén basadas en la voluntad de Dios para tu vida? Busca Su visión en las decisiones que estás tomando hoy en día. Aprende de Su Palabra de manera que puedas prepararte para un futuro basado en la Verdad de Dios porque «Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra» (2 Tim. 3:16-17).

¿Planeas abandonar «algún día» un mal hábito, una relación dañina o un patrón pecaminoso, pero te resistes por ahora porque eres joven y parece no importar tanto? Ríndete ahora antes de que ese hábito o relación dañina tenga la oportunidad de crecer como espinos en tu vida.

No hay mejor tiempo como el presente para afrontar la verdad de que tus decisiones actuales determinarán quién serás en el futuro.

«Los hábitos son el resultado de decisiones y acciones individuales aparentemente insignificantes, que vas sembrando cuando tienes doce, quince o veinte años. Pueden ser buenos o malos. Cosecharás lo que siembres hoy. Lo que hagas con tu tiempo, tus hábitos alimenticios, tus hábitos de ejercicio físico, la forma en que hables, la manera en que te dirijas a tus padres, la forma en que trates a tus amigos, la manera en que gastes tu dinero, la forma en la cual trabajes, tus hábitos de dormir… estos son hábitos que estás desarrollando ahora… Tus decisiones son importantes: los libros que decides leer, las revistas que decides leer, los programas de televisión que miras, la música que escuchas, las conversaciones que sostienes, los amigos que eliges, la hora a la cual te vas a dormir, la hora a la cual te levantas, las pequeñas cosas importan mucho».¹

¿Qué estás sembrando hoy? ¿Es la chica que eres en este momento la chica que deseas ser en el futuro? ¿Cuáles «pequeñas cosas» necesitas cambiar para poder sembrar las semillas de lo que deseas cosechar en el futuro?

¹ Wolgemuth, N. y Gresh, D. Mentiras que las jóvenes creen. Ed. Portavoz