«No importa cuán larga o intensa sea la pelea, Jesucristo tiene el poder para romper las cadenas de la pornografía y hacerte ¡por fin libre!».
¿Cómo te hace sentir leer una oración así? La saqué de la portada de atrás del libro Por fin libre. Lo más probable es que si has luchado con la pornografía, esa frase te hace sentir cínica. Te cuesta creer que sea verdad.
No es necesario repasar las estadísticas. Tú lo sabes. Yo lo sé. Muchas niñas, jóvenes, y mujeres ven pornografía, son adictas a la masturbación, luchan con pensamientos lujuriosos, y no saben cómo ser libres de todo ello. Se sienten aisladas y solitarias. No quieren compartir su problema con alguien más en su familia o iglesia porque temen ser juzgadas y condenadas. Esta es una situación real, y probablemente tú te identificas en este grupo de personas, o sabes de una amiga que está luchando con ello.
¿Qué hacer? ¿Hay esperanza? ¿Será cierto que Jesucristo realmente puede hacerte libre?
Gracias a nuestro gran Dios de insondable gracia, ¡hay esperanza para cualquier hija de Dios sin importar la profundidad de su lucha!
Dios quiere y puede cambiar tu manera de pensar acerca de la sexualidad y las demás personas.
Dios quiere y puede transformar los deseos de tu corazón para reflejar Sus deseos.
Dios quiere y puede darte tanto deleite en Él y en Sus caminos que la pornografía pierda su deleite.
Dios quiere y puede proveerte de hermanas en Cristo que caminen contigo hacia la santificación.
Dios quiere y puede mostrarte que Él es 100% confiable, y que puedes creer en Su bondad.
¿Lo crees? Quiero presentarte esta herramienta que puede serte de mucha ayuda en tu proceso de dejar la adicción a la pornografía, o en tu deseo de ayudar a alguien más. Ya he visto su utilidad en la vida de mujeres jóvenes.
Por fin libre
Por fin libre es un regalo de la gracia de Dios a la comunidad cristiana en el siglo 21. Heath Lambert es un consejero que ha pasado muchísimas horas sentado con sus hermanos en Cristo que luchan con la pornografía. Este sencillo libro de fácil lectura respira gracia y comprensión. Inspira esperanza, no en uno mismo, sino en Dios y Su poder para transformar.
Lambert te va a ayudar a entender lo que está pasando en tu mente, corazón y cuerpo. Te va a mostrar un camino bíblico y sencillo (así es, «sencillo», ¡no «fácil»!) hacia el arrepentimiento que produce cambio y victoria sobre el pecado. Este camino es realista, y no te va a construir expectativas irrealistas. Si verdaderamente eres hija de Dios, vas a luchar, vas a caer, vas a arrepentirte, y vas a crecer. Y al hacer todo esto, vas a acercarte a Dios por medio de la confesión y dependencia constante.
Este libro te va a apuntar una y otra vez a la maravillosa gracia que sostiene la vida de cada creyente victorioso.
¿Cómo es el libro?
No quiero darte muchos spoilers, porque quiero que busques y compres el libro. Pero te lo describo un poco y te recomiendo cómo usarlo. Simplemente vas a leer ocho capítulos que contienen una estrategia para luchar hacia una vida de pureza cada uno. Vez tras vez te vas a topar con la gracia de Jesucristo como el fundamento de tu lucha, y constantemente te vas a encontrar con el hecho de que no puedes hacerlo sola.
¿Es para chicas?
Si miras la portada, y ves que el autor es hombre, puedes pensar «otro libro sobre la pornografía escrito por un hombre». Sí, así es. Pero este es diferente. Aunque el autor obviamente tiene experiencia ayudando a hombres con esta lucha (¡no sería apropiado que estuviera aconsejando a mujeres sobre este tipo de luchas!), los principios son tan arraigados en el evangelio y en los fundamentos de la vida cristiana, que convierte este libro en una herramienta completamente aplicable para mujeres.
¿Cómo usar el libro?
Aquí te voy a mover un poco tu mundo. Si tú luchas con la pornografía, la masturbación, los pensamientos lujuriosos acerca de otras personas, o el deseo o la práctica de cometer adulterio o fornicación, nunca vas a lograr salir de ese pecado sola. Dios ha diseñado la vida cristiana para caminar en comunidad.
Mi recomendación es que compres dos ejemplares de este libro y vayas con una amiga más madura en la fe o una hermana mayor y le digas: «¿Me ayudas?» Así de sencillo y así de difícil. Pueden leer un capítulo por semana y reunirse para compartir lo que el capítulo dice y cómo te ha afectado. Sigue las instrucciones del autor en cuanto a ser transparente y rendir cuentas. En mi opinión, esta es la manera más efectiva de utilizar esta herramienta.
Si no puedes comprar dos ejemplares, compra uno, y haz lo mismo que acabo de recomendar. Lee el capítulo tú sola, y luego léelo junto a la hermana que te va a ayudar y conversen sobre el contenido.
Si crees que no existe nadie en tu vida que te pueda ayudar de esta manera, compra el libro y comienza a leerlo, y todo el tiempo ora para que Dios te provea de la persona que pueda caminar contigo. Abre tus ojos para ver a las personas que están a tu alrededor en tu iglesia local. Puede que haya alguien a quien no habías considerado.
No hables sobre tu lucha con la pornografía con un hombre, incluso tu pastor. Esta es una práctica muy peligrosa que ha llevado a muchos pastores y mujeres jóvenes por un camino de pecado sexual. Solamente una mujer debe acompañarte en esta lucha. El pastor u otro líder espiritual en la iglesia puede, y en algunos casos debe, estar enterado de que una hermana te está ayudando con una lucha personal de índole sexual, pero no debe estar involucrado en conversaciones específicas sobre tu lucha.
Si tienes el deseo de ayudarle a alguien que está perdida en una lucha sexual, regálale este libro y dile que la quieres acompañar. Ora por ella, sé confiable y discreta, y sacrifícate para invertir en su vida. No hay mejor inversión de tiempo que en el Reino de Dios que avanza un corazón a la vez.
Que Dios use esta preciosa herramienta saturada del evangelio de Jesucristo para llevarte hacia la libertad. Te dejo con las palabras de recomendación que escribió Juan Fernando Moncayo en la introducción del libro:
«Por fin libre te ayudará a levantar tus ojos y contemplar a Cristo como infinitamente más hermoso; te animará a eclipsar los placeres temporales y engañosos de la lujuria. ¡Hay esperanza en Cristo! El mismo que ha vencido al mundo te ayudará en esta batalla».
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