¡Otra oportunidad!

Muchas de ustedes se dirigirán de nuevo a la escuela o a la universidad esta semana. Despertarse temprano para sentarse en clase puede parecer como un fastidio, pero el comienzo de un nuevo año escolar ciertamente tiene algunos beneficios. Un nuevo año escolar ofrece más que una oportunidad de abastecerse de nuevos y brillantes útiles escolares – es una oportunidad de crear un nuevo tú.

El edificio de tu escuela y las amistades pueden haber permanecido sin cambios este verano, pero tú no. El comienzo de un nuevo año escolar es una oportunidad para evaluar como estás viviendo y para declarar un “volver a hacer” como segunda oportunidad si hay áreas que necesitas ajustar.

Aquí hay preguntas que me gustaría que te hicieras a ti misma concernientes a quien vas a ser este año escolar:

1. ¿Estoy escogiendo amistades que me ayudan a profundizar mi caminar con Cristo?

Proverbios 13:20 promete, “El que anda con sabios será sabio, mas el compañero (la compañera) de los necios sufrirá daño”.

Primera de Corintios 15:33 dice, “No os dejéis engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”.

Quien escojas para pasar el tiempo importa muchísimo. Algo que me gusta acerca de un nuevo año escolar es que puedes literalmente reinventar tu circulo de amistades. Echa un fuerte vistazo al impacto que tuvieron tus amistades en tu fe el pasado año escolar. ¿Te retaron tus amistades a vivir como Jesús o te presionaron para dejar atrás tus convicciones? Si tus amistades eran una fuente de tentación o lucha, busca amistades más sabias. Considera involucrarte en una organización cristiana para encontrar amigos que estén apasionados por amar a Jesús este año.

2. ¿Hay patrones de pecado que necesito detener?

Primera de Corintios 15:34 dice, “Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para vergüenza vuestra lo digo”.

Romper la rutina ofrece una gran oportunidad para dar la vuelta y correr de los patrones de pecado. Considera cómo pasaste tus días de escuela el año pasado. ¿Chismeaste? ¿Hiciste trampa con tus tareas? ¿Mentiste a tus profesores o amistades?

Haz un compromiso de dar la vuelta y correr en dirección opuesta a esos pecados este año. Pídele a Dios que exponga las áreas de pecado en tu vida. Refuerza lo que Él te muestre poniendo las Escrituras sobre áreas especificas de lucha en tu casillero o en cuadernos que puedas leer a menudo.

3. ¿A quién quiere Dios que yo alcance en este año escolar?

En Mateo 28:19-20 Jesús dice, “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

Tu escuela o universidad es tu campo misionero. Esto es verdadero tanto si vas a una enorme secundaria o haces escuela en el hogar. Donde sea que te encuentres, hay gente que necesita ser ministrado. ¿A quién puedes específicamente ministrar este año escolar? ¿Qué harás para alcanzarlos?

Me encantaría leer sus respuestas a estas preguntas. Déjanos un comentario, y háblanos sobre que harás para glorificar a Jesús este año escolar. Piensa en esto como una tarea que realmente cuenta.

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