¡No es la gran cosa!

En estos días, he estado pensando en la gran cantidad de entretenimiento que tenemos hoy en día,  revistas, películas, series, reality shows, anuncios publicitarios, internet, etc. La realidad es que nada de esto es malo como tal pero sin darnos cuenta su contenido puede estar afectandonos. Muchas veces nos entretenemos con cosas que llevan nuestro corazón a pecar y que promueven principios que no agradan a Dios.

El pecado está tomando lugar en la mente de personas de todas las edades. Lo que más me preocupa es que cuando he hablado sobre las cosas pecaminosas que se están aceptando en nuestra sociedad a través de los medios sociales, algunos suelen responder con esta frase: “¡No es la gran cosa!” Queriendo decir que realmente no es algo que tenga importancia o relevancia en nuestra vida.

¿Será que hemos olvidado el verdadero peso del pecado? ¿Será que nos hemos desensibilizado hacia lo que está mal? La Palabra de Dios es clara en todo lo que implica el pecado y las consecuencias que este acarrea, es algo serio. Recordemos que el  pecado nos aleja de Cristo y no agrada a Dios. Leamos, Santiago 4:4:

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

El mundo está viendo las cosas malas como buenas y viceversa. Leamos, Isaías 5:20:

¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal,

que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas,

que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Todo lo que una vez era condenado es aceptado, lo que era motivo de vergüenza ya es algo natural y público. Las mentes de tantas personas han sido cegadas y esto es motivo de alarma para nosotras. La buena noticia es que podemos hacer algo al respecto, tenemos un llamado en medio de toda esta oscuridad, ser sal y luz.

Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor.

Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.  Mateo 5: 13-14

Pensemos un momento, de qué manera podemos ser luz para los que nos rodean, de manera que puedan ver la Verdad y rechazar la mentira. La Palabra de Dios nos da muchas formas de hacerlo, entre ellas:

1. Conocer la Palabra de Dios, y estar preparadas para defender nuestra fe con mansedumbre y reverencia. ( 1 Pedro 3:15)

2. Ser de testimonio con el ejemplo, tomando como modelo a Jesús. ( Mateo 11:29)

3. Orar por los demás. (Santiago 5:16)

4. Mostrar el amor de Cristo a los demás: (1 Corintios 13: 4-8).

Podemos aconsejar a otros a seguir lo correcto en amor, respeto y compasión. Evitemos tener una actitud de juicio o condenación, más bien tengamos una actitud de misericordia y gracia, para ayudar a los demás a ser verdaderos seguidores de Cristo.

¿Qué otras ideas tienes para ser luz en medio de nuestra sociedad?

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Sobre el autor

Albelina Reyes de Hinojosa

Albelina Reyes nació en la República Dominicana y actualmente vive en México junto a su esposo Santiago Hinojosa desde el 2023 con quién disfruta compartir la Palabra de Dios y servir juntos para la expansión de Su reino. Disfruta de … leer más …

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