Sentía como que mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho al dejarme mi papá en mi primera clase.
Tenía trece años y lentamente estaba aprendiendo como ser valiente en el mundo de extraños. Como una adolescente alta, delgada y ligeramente torpe, no estaba muy confiada de mis habilidades sociales. ¿Puedes identificarte? Entrar a un salón lleno de personas a quienes nunca has conocido hacia mi corazón correr y mis manos sudar. No podía esperar para que lo espantoso desconocido llegara a ser conocido y una memoria de mi pasado.
Al abrir la puerta y entrar al salón de clases, fui recibida por una dulce y sonriente maestra. Ella me dio la bienvenida y me presentó a los otros muchachos en mi clase. El tiempo pasó volando y antes de que me diera cuenta estaba recogiendo mis útiles escolares y saliendo por la puerta.
Al salir, dos de las otras chicas en la clase se acercaron. Ambas me dieron un abrazo y me dijeron que esperaban verme la próxima vez. Su simple acto de bondad hizo toda la diferencia para mí. Mis miedos lentamente desaparecieron al yo absorber sus dulces sonrisas y calurosa bienvenida al grupo. No me sentí como una extraña; me sentí como una amiga.
Esas dos chicas son un ejemplo increíble para cada una de nosotras. Con el nuevo año escolar comenzando y nuevas chicas inundando los pasillos, sé por experiencia que muchas de ellas se sienten incómodas, inseguras ¡y completamente aterradas!
Mi oración es que cada una de ustedes se acerque y muestre bondad y amor como el de Cristo hacia las nuevas chicas en tu escuela. Oro que tengan el valor de llegar y hacer que las nuevas se sientan bienvenidas.
Aquí hay tres consejos sobre cómo podemos acercarnos.
1. Ten un corazón de sierva
Haz una nueva pregunta este año escolar. En lugar de ir a la escuela con la mentalidad de “¿que hay para mí?” pregunta, “¿A quién puedo amar y servir así como Cristo haría?” Pide al Señor que te ayuda a tener la misma actitud que Él tuvo durante Su tiempo en la tierra. De hecho, escribe este versículo en algún lugar donde lo puedas ver constantemente (locker, carpeta, el estuche de tu laptop, etc.).
“Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Marcos 10:45).
¿A quién puedes servir en tu escuela?
2. Activamente busca a la novata o solitaria
Algunas veces se necesita intencionalidad para encontrar a la novata en la escuela. Te animo a buscar activamente a la novata o solitaria y hacer todo el esfuerzo para acercarte a ella. No esperas que ella venga a ti a tu mesa en la hora de la merienda o que se tope contigo en el pasillo. Atraviesa el salón, comienza la conversación, invita a las chicas que están en el borde a entrar a tu círculo cercano.
3. Esfuérzate por ser una bendición
Demasiado frecuentemente, me encuentro a mí misma avanzando sin esfuerzo por la vida sin considerar como puedo ser una bendición para aquellos que me rodean. Sé que he desaprovechado muchas oportunidades de bendecir y animar personas simplemente porque estoy demasiado enfocada en mis planes y mi tiempo. Operemos diferente este año escolar. Únete a mí a tomar el tiempo de detenernos y buscar oportunidades para bendecir a otros. Sea por medio de una palabra amable al compañero que se sienta junto a ti en clase, ayudando al maestro a limpiar al final del día, o simplemente agradecer al intendente, siempre hay oportunidades para bendecir a aquellos a nuestro alrededor.
El alma generosa será prosperada,
y el que riega será también regado. (Prov. 11:25).
¿Por qué no hacer una lista de maneras en las que podemos bendecir a otros y guardarla en tu carpeta o en tu armario? Puedes ir tachando las bendiciones recibidas mientras pasa el año escolar.
¡El Mejor Año!
¿Cuáles son algunas maneras en las que puedes aplicar estos tres consejos para poder hacer este año mejor que el pasado?
¿Cómo puedes mejorar en el área de acercarte a la chica nueva en tu escuela?
¿Cuáles son algunas formas específicas en las que planeas bendecir a las personas en tu escuela este año?
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