Lo que necesitas saber para empezar a cantar

Amo cantar. Recuerdo que de pequeña tomaba un cepillo para el cabello imaginando que era un micrófono y cantaba a todo pulmón. Me gustaba tanto que podía cantar cualquier cosa; me inventaba canciones para todo. Así me la pasaba todo el tiempo. ¿Y a ti? ¿Te gusta cantar? ¿Qué tipo de canciones cantas? 

Tal vez puedes pensar: «¡Yo puedo hacer cualquier cosa menos eso!», o «¡Yo solo canto en la ducha!». Y tal vez tengas razón. Hay personas que tienen dones musicales y pueden hacerlo mejor que otras. Pero ¿sabías que Dios nos creó a con la capacidad de cantar? ¡Así como lo oyes! Dios creó a todas sus criaturas con la capacidad de alabarle. 

Ahora, entiendo que alabanza no es sinónimo de cantar, puedes alabar a Dios en tu mente y en tu corazón, sin embargo, el canto es una de las maneras en las que podemos expresar nuestra alabanza y adoración a Dios (Salmo 69:30). La música y el canto son medios de gracia que Dios en Su misericordia creó para acercarnos a Él. Así que, si tienes voz, puedes cantarle.

Alabar a Dios significa reconocer, exaltar y proclamar quién es Él, cada uno de Sus atributos. También es una manera de darle gracias por lo que Él ha hecho y sigue haciendo en tu vida y en la vida de los que te rodean. Dios nos creó con el propósito de alabarle y glorificarle por siempre. Ese es nuestro deber como criaturas. Pero como hijas, al comprender que somos escogidas y que al Padre le ha placido salvarnos por medio del sacrificio de Su hijo Jesucristo, nuestra respuesta hacia este hecho tan glorioso debe ser: ALABARLE. El gozo de nuestra salvación debería llevarnos a proclamar lo hermoso, glorioso y maravilloso que es Dios. ¡Y qué manera más hermosa de hacerlo que cantándole! 

Pasos para comenzar a cantar

Si al leer el título pensaste que esta sería una clase de canto…bueno, no es exactamente como lo imaginas. Pero si sigues leyendo es porque en tu corazón realmente quieres ser intencional en alabar a Dios. Así que afina tu garganta, llena tus pulmones de aire y tu corazón de gratitud para cantar juntas a nuestro Dios. 

  1. Tener un corazón contrito y humillado 

«Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás» (Salmo 51:17).

Tener un corazón que está dispuesto a humillarse delante de Dios es el primer paso para poder cantar. Saber que Dios nos ha perdonado y que nos salvó de la condenación eterna por Su pura gracia debería ser el primer motivo por el cual cantemos a Dios.

  1. Reconocer quién es Dios 

«Engrandécete, oh Señor, en Tu poder; cantaremos y alabaremos Tu poderío» (Salmos 21:13). 

Cuando reconocemos quién es Dios, eso nos pone en una posición de humildad. Reconocer que Dios es poderoso, santo, omnipotente, glorioso, Rey de reyes, Señor de señores, creador del cielo y de la tierra, nos hace ser más conscientes de quién es Dios, y que este Dios verdadero a quien cantamos, también es bueno, misericordioso, amoroso, bondadoso y es nuestro Padre. Esto debería llenar nuestro corazón de confianza y de más amor por Él (Salmo 28:7).

  1. Recordar lo que Dios ha hecho y sigue haciendo por ti

«Cantaré al Señor, Porque me ha llenado de bienes» (Salmos 13:6). 

Dios es bueno, y en Su bondad todas las cosas que nos da son buenas. Incluso las cosas que pensamos que no son tan buenas, Dios las permite para nuestro bien (Ro. 8:28) ¿Recuerdas esta frase de Nancy?: «Todo lo que nos hace necesitar a Dios es una bendición». Recordar y nombrar cada una de las bendiciones que Dios nos da (incluso aquello que nos hace necesitar a Dios) debe llenar nuestra boca de cánticos a nuestro Dios. Porque Él nunca nos deja, siempre está con nosotras y nos da más de lo que necesitamos. 

¿Cómo, cuándo y dónde debo cantar?

Dios quiere que le alabemos en Espíritu y en verdad. Él nos pide un corazón sincero, y que dejemos que el Espíritu Santo nos guíe a través de Su Palabra. Esto quiere decir que las palabras o los cantos que utilicemos para alabarlo sean salmos, himnos y cánticos espirituales (Ef. 5:19). 

Debemos cuidar que los cantos que escuchamos o cantamos sean letras llenas del evangelio, cantos llenos de las verdades de la Palabra de Dios. ¿Qué tipo de canciones tienes en tu lista de reproducción? ¿Son letras llenas de la Palabra de Dios? ¿Son cantos que te animan a adorar y alabar a Dios? Las alabanzas no son solo para cantar los domingos en el culto dominical. ¡Puedes alabar a Dios todo el tiempo! (Sal. 34:1) Así es. Todo el tiempo y en todo lugar. Mientras vas de camino a la escuela, durante tu tiempo devocional, mientras haces tu tarea o tus quehaceres domésticos, en el gimnasio e incluso durante la ducha. Escuchar y cantar cánticos que alaban a Dios nos ayuda a meditar en las verdades de Su Palabra. Nos ayuda a tener más presente a Cristo y lo que Él hizo por nosotras. 

¿Y si no tengo ganas de cantar?

Alabar a Dios es un acto de obediencia y gratitud. Si no tenemos ganas de cantar a Dios puede ser porque en nuestro corazón hay algún pecado que nos estorba, alguna tristeza o alguna aflicción. 

Pero ¿sabes? El rey David cantaba a Dios en medio de la aflicción y de su tristeza. Cantaba a Dios al mismo tiempo que le entregaba sus cargas y expresaba en arrepentimiento el dolor por su pecado. Obedecía a Dios y al mismo tiempo consolaba su alma. Cantar las verdades de la Palabra de Dios ayuda a calmar tu corazón, consuela tu alma y alivia tu espíritu en medio de la tristeza, el dolor por tu pecado y las aflicciones. Cuando obedecemos a Dios y le alabamos, Él nos bendice. 

La bendición de alabar a Dios

Dios desea que le alabemos. Él bendice nuestra obediencia. Para Dios, nuestra obediencia es mejor que los sacrificios. Además de bendecirnos con Su perdón y con Su consuelo a través de la alabanza, Dios también nos bendice con Su gozo. 

Te cuento que hoy, a mis 34 años, sigo cantando. ¡Y sigo sin poder dejar de hacerlo! Solo que ahora amo cantar porque Aquel que me salvó merece toda la gloria, la alabanza, obediencia y honor. He podido ver cómo el Señor me conforta, me anima y consuela por medio de los cantos. Puedo decir que a través del canto y la alabanza a Dios, mi corazón tiene más gozo, gratitud y amor por Él.

¿Quieres ser una joven gozosa? ¡Canta! ¿Quieres ser una joven bendecida? ¡Canta! ¿Quieres ser una joven obediente? ¡Canta! Alaba con tu canto al Dios que te bendice. 

«Al Señorcantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista». 

-Salmo 104:33

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Sobre el autor

Natalia Tello

Natalia Tello de Martínez es originaria de la ciudad de Monterrey, México. Actualmente vive en la ciudad de Torreón con su esposo Agustín con quien está casada desde el 2012. Sirve en su iglesia local en el ministerio de alabanza … leer más …

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