La paz mental no viene en una cajita

Había una caja a la espera de ser abierta en mi entrada que decía con letras grandes: "La tranquilidad absoluta ha llegado". Era nuestro nuevo sistema de seguridad, y era uno de mis regalos de Navidad de parte de mi esposo. No suena como un regalo romántico, pero si hubieses vivido en mi casa durante el último par de meses, entenderías que este regalo es un gesto valioso y genuino de amor.

Porque últimamente el sueño no ha venido fácilmente. Me quedo despierta durante horas, y me muevo y doy vueltas y deseo que mi mente se detenga.

Ha sido lamentable, sobre todo porque yo sé lo que está sucediendo realmente en mi corazón. El miedo y la ansiedad instalaron un campamento en mí y han construido una fortaleza muy fuerte que parece impenetrable. He utilizado pastillas para dormir y sistemas de seguridad, pero estas cosas no han parado la batalla que está ocurriendo dentro de mí.

El miedo me ha impedido encontrar descanso. La ansiedad me ha impedido lidiar con ella. Y la gracia de Dios me ha ido persiguiendo.

Después de luchar con este problema en las noches, me encontré cara a cara con esta pregunta: ¿Qué pasaría con mi miedo paralizante y mi ansiedad si me obsesionara con conocer y amar la Palabra de Dios?

¿Qué pasaría si yo finalmente permitiera que Dios quite capa por capa el miedo, mi deseo de controlar cada situación, y mi ansiedad sobre el futuro? ¿Y si finalmente confió en él para cuidar de mí mientras duermo? ¿Y si la Palabra de Dios se convirtiera en la roca bajo mis pies?

¿Qué cambiaría si yo viviera como si estas palabras son realmente ciertas?

"Dios es nuestro refugio y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios,
y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares;
aunque bramen y se agiten sus aguas,
aunque tiemblen los montes con creciente enojo." (Sal. 46: 1-3).

Desconectada de la fuente

Ya sabes que correr a la Biblia es la clara respuesta. Nuestras cabezas saben que tenemos las Escrituras para combatir el miedo y cualquier otro pecado. Pero cuando estamos en el medio de un ataque espiritual, nuestras defensas están bajas, y estamos luchando por respirar; es fácil quedarse desconcertada. Preguntándonos por qué estamos tambaleándonos en primer lugar. Y llegar a nuestra propia conclusión. Debemos esforzarnos más. Hacer oraciones débiles. Es fácil hacer la guerra independientemente de Dios. Y eso nos va a aplastar. Hasta que, finalmente, miremos hacia arriba y veámos la ayuda que ha estado allí todo el tiempo.

Es en Su Palabra que voy a ser reforzada y fortalecida para desalojar el miedo de mi corazón (Sal. 34: 4, Filipenses 4: 6-7.). No porque yo pueda añadir unas curitas de versos sobre el miedo que hay en mi alma, sino porque la comunión con Dios en Su Palabra viva y activa me equipa con el poder del Evangelio para liberarme de las cadenas del miedo. (Para más recursos sobre la lucha contra el miedo, ver el final de este post)

En un mensaje llamado “No temeremos,” Eric Ludy dice: "El miedo no es más que el resultado de la falta de la Palabra de Dios impregnada en nuestras vidas. Porque la verdad nos hace libres ".

La conclusión es esta: Me despierto por la noche porque la verdad de Dios no está permeando en mi vida. Es por eso que soy débil y vulnerable. Mi corazón lleno de temor revela una falta de verdad. No es de extrañar que nos tambaleemos alrededor de la derrota cuando hemos descuidado la Palabra. Hemos desconectado nuestra fuente de poder espiritual.

Un combate de lucha espiritual

¿Cuál es tu lucha? ¿Estás siendo inmovilizada por el pecado? Puede que sea el miedo, el descontento, la pereza, la ira, el rencor, la envidia, el chisme, la lujuria, o la deshonestidad; la Palabra es el camino a la victoria (Juan 8:32). A través de sus páginas, encontrará sa Cristo y su verdad que vence el pecado y te instruye en justicia. Encontrarás el Evangelio; la Buena Nueva que lucha con el enemigo hasta dejarlo en el suelo y libera a los cautivos.

Si deseas liberarte de las ataduras que te están controlando, si quieres ser usada por Dios, corre a la Palabra. Encuéntrate con Jesús allí a diario.

Entonces nos preguntamos, ¿Qué podría pasar si nos obsesionáramos con conocer y amar la Palabra de Dios? Podríamos estar preparadas y capacitadas para resistir el pecado, por lo que seríamos libres para servir a Cristo de manera más eficaz y con más pasión.

Y a pesar de que estaría bien y sin preocupaciones instalar un sistema de seguridad que realmente es "total tranquilidad" en una caja, en realidad tengo una total tranquilidad en otro lugar: las páginas de la Escritura.

¿Con qué has estado luchando? ¿Cómo has encontrado la fuerza en la Palabra de Dios?

Para ayudarte a combatir el miedo:

Versos:

Josué 1: 9; Salmos 4: 8; Salmos 3: 3-6; Salmos 56; Salmos 118: 6; Isaías 41: 1-13; Hebreos 13: 6; 1 Juan 4:18

 

Publicaciones:

Prescripción inesperada para el pánico

Cuando nos deleitamos en el miedo

Ayúdanos a llegar a otras

Como ministerio nos esforzamos por hacer publicaciones de calidad que te ayuden a caminar con Cristo. Si hoy la autora te ha ayudado o motivado, ¿considerarías hacer una donación para apoyar nuestro blog de Joven Verdadera?

Donar $3

Sobre el autor

Samantha Keller

A Samantha le encantan los días en el lago, el café fuerte y escribir sobre las formas en que Jesús transforma nuestros desórdenes cotidianos en hermosas historias. Le encantan las cuatro estaciones en el norte de Indiana y usualmente viste … leer más …

¡Hey chicas! Nos encanta escuchar de ustedes, pero nos sentimos limitadas por las formas en que podemos ayudarlas.

Si buscas consejo te animamos a hablar primero con tu pastor o una mujer piadosa en tu vida, ya que ellos sabrán más detalles de ti y te darán seguimiento y ayuda.Lo publicado en la sección de comentarios no necesariamente refleja el punto de vista de Aviva Nuestros Corazones.

Nos reservamos el derecho de remover opiniones que puedan no ser de ayuda o inapropiadas. Puede ser que editemos o removamos tu comentario si: * Requiere o contiene información personal como emails, direcciones, teléfonos. *Ataca a otras lectoras. * Utiliza lenguaje vulgar o profano.


Únete a la conversación