Jesús es mejor que tus planes

Me gusta tener un plan. La espontaneidad es buena y divertida en ciertos momentos, pero en general, prefiero saber a dónde voy y cuándo, especialmente cuando se trata de decisiones importantes en la vida. 

¿A cuál universidad iré? 

¿Dónde debería vivir? 

¿Dónde debo trabajar?

¿Qué carrera voy a estudiar? 

La lista puede seguir y seguir, ¿verdad? Estas preguntas se sienten abrumadoras, especialmente si eres como yo y no tienes idea de qué dirección tomar. Recuerdo cuando acababa de salir de la universidad y estaba listo para comenzar mi carrera, pero no tenía un plan. Me sentí paralizada. Dándole vueltas a todas las posibilidades en mi cabeza… No estoy segura si los caminos que quería seguir eran los que Dios quería o mi propia voluntad. Pensé que estaba haciendo lo correcto al preguntarle a Dios qué quería para mi vida, pero ¿qué hacemos cuando Dios no nos da un plan?

Hermana, si quiere saber la voluntad de Dios pero parece que Él no te está guiando, oh, he estado allí. Sé que anhelas seguir el camino que el Señor tiene para ti. Entiendo las oraciones desesperadas al enfrentar las próximas decisiones. Veo tu corazón queriendo agradar y obedecer a Dios. Tienes razón en pedirle que te guíe. Pero mientras lo hace, quiero ofrecer algo de aliento que pueda ayudarte a cambiar tu perspectiva. 

Si alguna vez deseaste que el Señor te mostrara una señal en el cielo, no estás sola. Claro que Dios puede revelar planes de manera milagrosa, pero la mayoría de las veces elige medios diferentes. Los meses que pasé buscando trabajo y orando, suplicando a Dios que me mostrara Su voluntad para mi vida fueron difíciles, pero esa temporada fue el hermoso comienzo de Jesús redirigiendo mi mirada.

No es la respuesta que esperaba.

Mientras pasaba tiempo buscando en la Biblia y leyendo libros cristianos sobre cómo encontrar la voluntad de Dios para mi vida, el Señor comenzó a revelar un tema común, pero no era la respuesta que estaba buscando. Descubrí que Su voluntad se preocupa mucho menos por los detalles y más por en quién nos estamos convirtiendo en Él. Pablo dice en 1 Tesalonicenses 5:16-18:

Estad siempre gozosos, orad sin cesar, dad gracias en toda circunstancia; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús. 

¿Captaste esas palabras? Esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para ti. Alegrarse siempre, orar sin cesar y dar gracias en toda circunstancia. De alguna manera tendemos a hacer nuestra búsqueda de la voluntad de Dios mucho más complicada, como si fuera algo grande y misterioso que es difícil de encontrar. Pero versículos como estos y otros pasajes de las Escrituras indican que Su deseo es que lo conozcamos, seamos santificados por Él y confiemos en Él (1 Tim. 2:3-4, 1 Tes. 4:3, Prov. 3:5-6).). En lugar de darnos los detalles específicos de dónde terminaremos, Él nos muestra cómo vivir como su pueblo, aquellos a quienes ama con un amor eterno. 

Aunque Dios se preocupa por cada detalle y es bueno pedirle guía para tu vida, es fácil dejar que tus planes o tu futuro se conviertan en ídolos. Podemos quedar atrapados en lo que queremos de Dios o en lo que Él puede hacer por nosotros, en lugar de desearlo a Él más que nada. Cuando dirigimos nuestra atención a Jesús, Él se convierte en el centro de atención y, de repente, nuestros planes no parecen tan importantes. 

Busquen al Señor y Su fortaleza; Busquen Su rostro continuamente. —1 Crónicas 16:11

¿Buscamos su presencia más de lo que buscamos a Él o lo que Él puede hacer por nosotros? Jesús nos ofrece mucho más en sí mismo que todos los mejores planes que podríamos soñar. 

Ya sea que estés luchando por entregar tus esperanzas y sueños al Señor, o simplemente tratando de preguntarle qué quiere para tu vida, comienza por recordar quién es Dios y busca Su presencia. Eres libre de tener que planificar tu vida. Dios tiene buenos planes para ti y te pide que confíes en Él. Confías más en Él conociéndolo mejor; Él es el Buen Pastor. Si no ha escuchado esta enseñanza de Nancy DeMoss Wolgemuth en Aviva Nuestros Corazones, escúchala. 

Así como las ovejas siguen al pastor porque lo conocen, nosotros escuchamos y seguimos a Jesús porque lo conocemos. Él es el Pastor amoroso, bondadoso y tierno. Jesús habla de esta metáfora del pastor a lo largo de Juan 10. ¿Lo conoces como las ovejas conocen a su pastor? Jesús dice: «Yo soy el buen pastor. El buen pastor su vida da por las ovejas» (Juan 10:11). Dejemos de perseguir nuestro futuro y planes, y comencemos a perseguir a Jesús, nuestro Pastor amoroso. 

Mi vida no se parece en nada a lo que pensé, en realidad es mucho mejor. Es mejor porque mi objetivo cambió de encontrar el plan perfecto para mi vida a conocer a Jesús. Al buscar Su rostro, al estudiar Su Palabra, he descubierto que Su plan para mi vida simplemente es el resultado de caminar con Él.