Haciendo la voluntad de Dios: resoluciones prácticas para una vida piadosa

«… Sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que le agrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios». –Colosenses 1:9-10

¿Cómo puedo saber lo que Dios quiere que haga? No sé qué debería hacer… Pareciera que lo que tengo que hacer es obvio, pero estoy dudando. Señor, ¿qué hago? ¿Qué quieres que haga? ¡No lo sé! ¿Debería tomar esta decisión? ¿Cómo hago esto? ¡No sé qué hacer!

Dudas, dudas, dudas y más dudas. La voluntad de Dios parece algo inalcanzable de comprender cuando se trata de tomar decisiones o de descubrir qué deberías hacer en diferentes situaciones, y me atrevo a decir que pueden ser situaciones tan sencillas como: a qué hora hacer tu devocional, cuál carrera estudiar, escoger a tu pareja, ir o no a tal o cual lugar…y la lista puede continuar.

Cuando nuestra constancia respecto a nuestra relación con Dios, que es la relación más íntima e importante que podemos y debemos tener, no es consistente ni invertimos en ella como Dios nos llama a hacerlo, será cada vez más y más difícil conocer la voluntad de Dios en cada área de nuestras vidas.

¿Cómo podemos tomar decisiones sabias para vivir una vida agradable al Señor en todo si no conocemos cuál es Su voluntad para nosotras? Quizás algunas de ustedes estén en un punto en tu vida en el que todo va bien, quizás no esté sucediendo nada en lo que necesitas o quizás debes tomar una decisión radical. Otras de ustedes puede que sí estén viviendo circunstancias en las que constantemente se ven turbadas y ansiosas respecto a qué hacer y qué no hacer, qué decidir.

Primero, quiero decirte que esta es una lucha común para todo cristiano. Cada cristiano, en diferentes momentos de su vida, no es consistente ni constante en su caminar con Dios, lo que dificulta saber y conocer la voluntad del Señor para su vida en cualquier área o aspecto.

Hoy, más que darte una lista de «Haz esto y luego esto», quiero llevarte a la Palabra. Quiero que te imagines que vamos caminando por un precioso jardín botánico mientras conversamos sobre cómo puedes implementar resoluciones diarias basadas en la Palabra de Dios para caminar justo en el centro de Su voluntad.

  • Comienza tu día buscando el rostro de Dios

«Pidan, y se les dará; busquen y hallarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá». –Mateo 7:7-8 

Esta es una promesa preciosa. El mismo Dios creador del universo creó tu corazón, te dio vida y orquesta todo en ella. Él quiere que le busques de todo corazón, porque quiere que conozcas a plenitud cuáles son los planes que tiene para ti. Y para conocerlos, necesitas encontrarte con Él día tras día. Él no te rechazará, sino que te espera siempre con brazos abiertos. Pídele que te dé un deseo profundo de vivir en Su presencia.

  • Ora en todo tiempo, sin importar la sencillez del día

«Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias». –Colosenses 4:1

Ya sé que la oración es parte de la vida cristiana y una necesidad… ¿Realmente comprendes la profunda e inmensa necesidad de la oración? Pienso que la oración es un aspecto de la vida cristiana muy trivializado y hasta secularizado. Estamos viviendo tiempos en los que el mundo, más que nunca, promueve un accionar guiado enteramente por los sentimientos, cuando la Palabra de Dios claramente nos dice que nuestro corazón es engañoso. Te ruego que no deseches el medio que Dios ha provisto para comunicarnos con Él: la oración. A través de ella podemos tener una relación íntima, profunda y vasta con nuestro Dios que tanto desea hablar con nosotras.

  • Medita en la Palabra del Señor todo el día 

«¡Cuán bienaventurado es el hombre que…en la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche! Será como árbol plantado junto a corrientes de agua…». –Salmo 1:1a-3a

Otro aspecto de la vida cristiana que parece imposible es meditar en la Palabra de Dios…todo el día. Creemos que meditar en la Palabra significa que debemos pasar 2, 3, 4 horas al día con la Biblia en nuestras caras. ¡Debo decir que eso sería maravilloso! Pero meditar en la Palabra no se circunscribe solamente a pasar tiempo a solas con Dios. Y quiero aclarar, pasar tiempo a solas con Dios debe ser el tiempo más importante de nuestro día, porque meditar en Su Palabra solo podemos hacerlo cuando hemos pasado tiempo intencional con Dios. ¿Cómo vas a meditar o a pensar en algo que no es parte de ti? 

Sin importar lo que estés haciendo, desde estar estudiando para un examen, limpiando tu habitación hasta estar ansiosa por una situación dolorosa o incómoda, pídele a Dios que traiga la Palabra a tu mente y corazón, pídele que ponga en ti el buscarlo de todo corazón porque ese es un deseo que no podemos producir por nosotras mismas, Dios es quien debe ponerlo. Y cuando se lo pidas, ¡Él te lo concederá! ¿Sabes por qué? ¡Porque estás pidiendo algo conforme a Su voluntad!

Pídele a Dios que te muestre cuán necesitada estás de conocer Su voluntad para ti en cada aspecto de tu vida. Acércate a Él en arrepentimiento y fe, imperfecta como eres, y pídele que te enseñe que el estar cerca de Él es tu bien y tu mayor necesidad. 

Amada joven, vivimos en guerra constante con nosotras mismas y muchas veces no nos damos cuenta porque estamos viviendo bajo nuestro propio criterio y opinión de las cosas, en lugar de vivir bajo las alas de Aquel que quiere ser nuestra sombra, refugio y fortaleza.

Quiero invitarte a que puedas meditar en este versículo el resto de tu día, ¡y sería maravilloso que fuera por el resto de tu vida!

«Pero si alguien se gloría, gloríese de esto: De que Me entiende y Me conoce…». –Jeremías 9:24

No te jactes de que puedes decidir por ti misma y que simplemente dejarás que «todo fluya». El mundo necesita jóvenes ancladas en la verdad de la Palabra y que la obedezcan porque han conocido al Dios de la Biblia.

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Sobre el autor

Lyan Rojas

Lyan Rojas nació en la República Dominicana. Disfruta de un buen libro con una taza de café, una buena conversación y compartir con amigos. Es licenciada en Psicología Educativa y trabajó como maestra durante 8 años. Actualmente está sirviendo como … leer más …

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