Guía de una chica modesta para sobrevivir el verano

• Pantalones ultra mini cortos
• Camisetas cortas, ajustadas y diminutas.
• Blusas transparentes.
• Pantalones prácticamente pintados.
• Bikinis pequeñísimos.

El verano viene y con él con todas las dificultades en el departamento de la modestia.

Sé lo difícil que es vestirse modestamente, especialmente cuando las temperaturas suben, pero estoy aquí para ofrecerte algunas palabras de ánimo y esperanza. Con el verano acercándose rápidamente, necesitamos preparar nuestras mentes, corazones y clósets para poder mantenernos firmes (y cubiertas) en modestia y pureza.

Aquí hay tres verdades que me ayudan a abrazar la modestia durante los calurosos meses de verano.

1. Vestirse modestamente requiere sacrificio.

La modestia no siempre es fácil. Frecuentemente se requiere sacrificio. Reconozcamos que vestirse modestamente hace que el salir de compras sea un poco más difícil. También, la modesta no es siempre la opción que es más amigable con el clima. Cuando estamos a treinta-y-tantos grados afuera, no es fácil permanecer cubiertas.

La modestia pudiera requerir que nos abstengamos de modas y comodidad. Acerquémonos al verano con una perspectiva realista, prepárate con tiempo para aquello que la modestia pudiera requerir y gozosamente lidia con ella cuando llegue el tiempo.

Romanos 12:1 nos anima a vivir con esta perspectiva, y creo que es un gran recordatorio en el área de la modestia.

«Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de ustedes».

2. Vestirse modestamente pudiera requerir creatividad extra.

¡La modestia llega a ser mucho más fácil cuando pensamos creativamente! Piensa más allá de lo de siempre e intenta encontrar maneras para hacer que vestirse modestamente sea más fácil. En lugar de esperar a que el verano esté en plena marcha, ¿por qué no comenzar a planear y trabajar en tu guardarropa ahora? Acepta el reto de encontrar nuevas maneras de usar ropa no tan nueva. 

3. Vestirse modestamente no se trata de ti.

Cuando tengo una mentalidad de «yo, yo, yo», la modestia es difícil. Cuando recuerdo que vestirse modestamente es primero y ante todo para honrar a Jesús, llega a ser mucho más fácil. Como cristianas, nuestra prioridad siempre es glorificar a Cristo y apuntar a otros hacia Él. Si estás luchando con la modestia, te animo a pasar tiempo haciendo que tu corazón esté bien delante de Dios. Ora y pide a Dios que te dé una actitud humilde y un deseo para honrarlo con tu vestimenta.

Todas estamos juntas en esto

Me he comprometido a vestirme modestamente durante los calurosos meses de verano y te invito a que te unas conmigo. ¡No tenemos porqué hacer esto solas! Podemos unir nuestras manos, animándonos en el camino a honrar a Cristo.

Ahora te toca a ti. ¿Cómo abrazas la modestia durante los calurosos meses de verano? ¿Tienes algunas ideas o trucos que puedas compartir con todas nosotras? Comparte tus luchas y triunfos con las otras lectoras de este blog en la sección de comentarios.