¿Está la sabiduría delante de ti y la ignoras?

Hace unas semanas, iba caminando hacia mi auto en el estacionamiento del supermercado. El sol estaba súper fuerte y me dolían los ojos. Mientras hacía caras raras para evitar el sol, me di cuenta de algo que me hizo sentir bastante tonta… ¡Mis lentes de sol estaban sobre mi cabeza! Estaba sufriendo sin razón y la solución estaba justo frente a mí (bueno, sobre mi cabeza). 

Esta anécdota me hace pensar en algo importante: a menudo tenemos la respuesta a nuestras preguntas justo frente a nosotros, pero no la usamos. Como cuando buscas algo por toda la casa y de repente te das cuenta de que lo tenías en la mano todo el tiempo. ¿Te ha pasado? ¡Espero que no sea solo a mí! 

Como jóvenes cristianas, tenemos dos opciones: buscar respuestas en el mundo que nos llevan a la insatisfacción y al vacío, o podemos preguntarle a Dios lo que Él piensa. Proverbios 2:6 dice: «Porque el Señor da sabiduría, de Su boca vienen el conocimiento y la inteligencia». ¿Alguna vez has sentido que Dios no te dio sabiduría cuando se la pediste? Tal vez para decidir sobre la universidad o una relación. Si pedimos y estamos dispuestas a escuchar, Dios nos dará el consejo sabio.

A veces confundimos conocimiento con sabiduría. El conocimiento es saber algo, como saber que el límite de velocidad es 60 km/h, y que si lo superas, te pondrán una multa. Pero la sabiduría es saber qué hacer con ese conocimiento, cómo frenar a tiempo para evitar la multa. Entonces, ¿cómo encontramos la sabiduría? ¿Cómo sabemos lo que Dios quiere que hagamos?

Pregunta a Dios - Cuando enfrentamos situaciones difíciles, es fácil estresarnos, darle vueltas y dudar. Pero, ¿nos hemos detenido a pedirle consejo a nuestro Padre celestial? A veces se nos olvida preguntar.

Pregunta a otros - A menudo, Dios usa a las personas a nuestro alrededor para guiarnos. Pide consejo a tus padres, hermanos mayores o alguna mujer madura de tu iglesia. Ellos pueden ayudarte a ver las cosas desde una perspectiva diferente.

Mira a tu alrededor - A veces, como mis lentes de sol, la respuesta ya está frente a nosotros. En Juan 12, Jesús les da un consejo a sus discípulos: «Mientras tienen la Luz, crean en la Luz, para que sean hijos de la Luz”» (v. 36). Después de eso, Jesús no se queda para aclarar dudas. Les dio el consejo y se fue. ¡Les había dicho lo que debían saber!

La Biblia nos da verdades claras:

• Amar a los demás (Jn. 13:34)
• Perdonar a los demás (Col. 3:13)
• Decir la verdad con amor (Ef. 4:15)

Cuando estas verdades están claras, podemos aplicarlas a nuestra situación. ¿Estás en una relación difícil? Dios dice que ames, así que ¿cómo puedes amarlos a través de esta situación? ¿No sabes si ir a la universidad? Efesios 5:16 dice que aprovechemos bien el tiempo. ¿Es la universidad el mejor uso de tu tiempo ahora? ¿Por qué sí o por qué no?

La Palabra de Dios es lámpara y luz que alumbra nuestro camino (Sal. 119:105), pero una lámpara no sirve si la dejamos de lado. Usa la verdad de Dios para analizar tu situación y ver qué le daría más gloria a Él. ¡Ese es el objetivo!

¿Cuándo has enfrentado decisiones difíciles y cómo te ha dado Dios sabiduría? Nos encanta leerte, así que deja tus comentarios.