¿Eres un judas?

Cada Agosto nuestro equipo se reúne por una semana  (“la Semana de Búsqueda” o “Seek Week) para reenfocarnos en Jesús antes de lanzarnos en un nuevo año de ministerio. A tres semanas antes de lanzar mi libro, llegó este tiempo y me encontró sumida en ese proyecto (mercadeando el libro, la página web del libro, entrevistas del libro, libro, libro, libro)… y con un corazón insensible. Estaba trabajando para Jesús, pero no estaba disfrutándolo.

Cuando el Pastor Walter Price nos dijo que iba a estar predicando acerca de Judas Iscariote, mis oídos se agudizaron. Yo nunca había oído un sermón predicado sobre el discípulo que traicionó a Jesús. (¿Y tú?)

Walter no me defraudó, y …cómo me llenó de sobriedad cuando dijo,

Judas conocía las bendición de estar cerca de las cosas de Dios, hizo muchas cosas grandes para Dios, pero él no conocía a Dios.

Nunca había pensado en todas las grandes cosas que Judas llegó a hacer. Echemos un vistazo a Mateo 10:

Entonces llamando a sus doce discípulos, Jesús les dio poder sobre los espíritus inmundos  para expulsarlos y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. (v. 1).

Para estar seguro de que lo entendamos; Mateo escribe los nombres de los doce hombres que Jesús envió, terminando con

… y Judas Iscariote, el que también le entregó (v. 4).

¡Judas estaba ahí! Mira los milagros asombrosos que hizo Judas:

A estos doce envió Jesús después de instruirlos… “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios” (vv. 5, 8).

Judas no solo hacía milagros, él veía milagros por todos lados. En Marcos 6:43, Judas comió hasta estar lleno, y luego llevó a casa una canasta llena de pan y pescado, después de que Jesús alimentó 5,000 personas con cinco diminutos panes y dos pescados.

Y sin embargo… el dinero y no Jesús había cautivado el corazón de Judas… Judas traicionó a Jesús por treinta piezas de plata, suficiente plata, por lo menos, para comprarse un terreno (Mt. 27:3-10).

La historia de Judas le pone carne Mateo 7:21-23, las palabras más duras de Jesús en la Biblia, por lo menos en mi opinión:

“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’ Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; Apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad.’”

Necesito preguntarte, ¿Estás haciendo cosas para Jesús sin realmente amarlo? ¿Le estás hablando a otros acerca de Jesús pero no verdaderamente deleitándote en Su hermosura?

Si es así, permíteme ayudarte dándote un vistazo de la hermosura de Jesús. Justo antes de su muerte, Jesús les dice a los doce que uno de ellos lo iba a traicionar. Luego se inclina a Judas y le dice, “Lo que vas a hacer, hazlo pronto.” El pasaje continúa,

“Pero ninguno de los que estaban sentados a la mesa entendió por qué le dijo esto” (Juan 13:27-28).

¿Captaste eso? Ninguno de los once discípulos sospechaba de Judas. Jesús nunca trató a Judas diferente que al resto de Sus discípulos. Jesús siempre supo lo que estaba en el corazón de Judas, como Judas lo traicionaría, pero Jesús amaba a Judas por igual. No sé tú, pero encuentro eso hermoso.

Chicas, mi oración para ustedes, y para mí, es que nunca estemos muy ocupadas trabajando “para” Jesús que nos perdamos de “beber del río de Sus delicias” (Sal. 36:8).