El verdadero amor no es algo, es alguien

Por Beecher Proch

Cuando escribo la palabra "amor" en mi barra de búsqueda, hay, al parecer, 1 millón de maneras distintas para definir esa compleja palabra de cuatro letras. Podrías pensar que amor es igual a mariposas en el estómago, corazones rojos y todo el sentir. Yo pudiera pensar que significa servicio y lealtad. Tu mejor amiga podría decir que es un poco de ambos. A ver, ¡solo hemos hablado con tres personas y ya tenemos tres definiciones diferentes!

No voy a darte la definición mundana del amor (que es variada y difusa). No veo ninguna razón para estudiar la falsificación cuando tenemos la original. Pero ¿dónde exactamente está la verdadera definición del amor verdadero? En realidad, no es dónde, sino quién.

1 Juan 4:8 nos dice que "Dios es amor. " Retrocede hasta el libro de Juan, y en el capítulo 15 versículo 13, el autor escribe "Nadie tiene un mayor amor que este: que uno dé su vida por sus amigos. "¡Wow! Es tremendo sacrificio. ¿Morir por alguien? No tendemos a pensar en el amor en esos términos. ¿Sabes cuál palabra resume estos dos versículos de los que acabamos de hablar? Jesús. Él es el quien del que estamos hablando.

Talvéz sabías hacia donde iba con este post. (¡Nuestros lectores son inteligentes!) Jesús es la definición de amor verdadero. Pero vamos a elaborar esto un poco. Voy a exponer algunos principios de la vida de Jesús para ayudarte a amar mejor a aquellos a tu alrededor, ya sea un hermano, novio o esposo.

Jesús fue considerado.

Jesús anteponía a otras personas. No discutiendo, no quejándose, ni ocasiones particulares donde Él se ponía primero. El simplemente lo hizo. Pablo da palabras sabias en Filipenses 2:3: "Con humildad considera a otros como más importantes que a ti mismo."

¿Quieres realmente demostrarle a alguien que lo amas? Ponlos en primer lugar, todo el tiempo.

Jesús fue intencional.

El amor no simplemente "sucede.” Odio ser un aguafiestas, pero saber esto desde temprano va a ahorrarnos un montón de confusión, dolor e incógnitas sobre dónde se habrán ido las cosquillas cuando estas se desgasten.

En Juan 6:1–3, Jesús va a la montaña con sus discípulos para hablar y orar. Quiero que te imagines esto por un momento: un hombre en medio de su ministerio, siempre rodeado de gente, sacó tiempo de su día para estar a solas con los discípulos (no estuvieron solos por largo tiempo, pero voy a dejar que leas esto tú misma). Cuando sacamos tiempo de nuestras vidas ocupadas para pasarlo con alguien, les estamos demostrando amor. Esto les dice "Si, tengo un montón de cosas que hacer, pero eres lo suficientemente importante para mí y voy a cambiar mi horario por tiempo contigo." Eso dice “¡Te amo!" más que cualquiera otra cosa.

Jesús fue amoroso  

¿Has notado que Jesús se dio así mismo a los que menos lo merecían? Muchas veces se centró en las personas que no podían devolverle algo: los pobres, el poseído por demonios, los enfermos y aquellos que la sociedad echó fuera. En términos del 2017, estas personas tenían nada a su favor. Verás, el amor surge de la alegría de darnos a los demás. Mediante el sacrificio de nuestro tiempo, regalos, dinero, incluso nuestras vidas, mostramos amor a los demás. Y ese amor apunta a Aquel que hizo el supremo sacrificio de amor con su muerte por nosotros, los marginados, para que pudiéramos tener vida eterna con El.

¿Es el amor todo el sentir, las emociones, el temblor de rodillas y las caras sonrojadas? Claro, ese es un tipo de amor. Pero el amor verdadero va mucho más profundo, más allá de sólo los sentimientos. El amor es una acción, una actitud que tomamos hacia los demás, dar a otros una pequeña muestra de El, quien nos ha amado perfectamente y nos ama todavía.

¿Qué piensas tú?

● ¿Qué se me ha escapado que todos debemos considerar al amar a los demás como Jesús lo hizo?

● ¿Has experimentado el dar de ti misma a alguien y visto como ellos se dan cuenta de tu amor por ellos?