El significado de una verdadera amistad

Puedo recordarlo como si fuera ayer. Estaba en séptimo grado y acababa de marcar la combinación de mi casillero cuando una avalancha ocurrió. Alguien había llenado mi casillero hasta el tope con productos de higiene. Cuando abrí el casillero vino toda una avalancha de muchas botellas de jabón y champú que quedaron tiradas en el pasillo. Como si esto no fuera lo suficientemente embarazoso, los culpables del hecho habían incluido una nota que decía: «¡Apestas!», y me sugirieron que usara estos «regalos» que ellos me habían dado para tomar un baño. Fui humillada. Quería correr lejos, quise esconderme. Juré que nunca más volvería.

Resulta que los «bandidos del champú», por llamarlos de alguna forma, eran mis «amigos». Si bien es cierto que los cambios hormonales de la pubertad me mantenían lejos de lo que significa estar fresca por un buen baño, su táctica para manejar mi condición fue para nada amistosa.

Esa no fue la primera vez que la relación con mis «amigos» causó tanto «alboroto» en mi vida y ciertamente, no fue la última. Las amistades pueden llegar a ser una fuente de angustia, especialmente en la escuela secundaria y la preparatoria. Como resultado, nos podemos ver envueltos en mucho dolor causado por nuestros amigos o teniendo un deseo de tener más amigos para sentirnos más amados y aceptados. Pero la Palabra de Dios nos llama a cambiar nuestro enfoque de nuestras necesidades y centrarlo en las necesidades de otros.

Filipenses 2:3 nos dice: «No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo».

Esto de seguro se aplica a nuestras amistades. Es por ello que quiero animarlas a enfocarse más en ser amigas, en lugar de buscar tener los amigos perfectos o la cantidad perfecta de amigos. 

En el libro Mentiras que las jóvenes creen, Nancy y Dannah escriben: «Tú estás llamada a ser una verdadera amiga. Si tu enfoque está en a quien le agradas, no estás cultivando o tratando de conseguir una verdadera amistad. Si tu enfoque está solamente en quienes te invitan a salir, está mal. Esa no es una forma espiritual de pensar al respecto. Pídele al Señor que te ayude a ocuparte más de quien necesita de ti, en lugar de considerar a quien le agradas».

Pero, ¿cuáles son específicamente las cualidades de una buena amiga? Vamos a tomar el pasaje de Gálatas 5:22–23 como nuestra guía para responder: «Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad,mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley».

¿Qué clase de amiga eres? ¿Eres cariñosa, pacificadora, paciente, amable, buena, fiel, gentil y con dominio propio? ¿Has demostrado el amor de Dios a otros siendo una buena amiga? 

Volvamos a ver lo que Nancy y Dannah escribieron acerca de la amistad en Mentiras que las jóvenes creen:

«Hay personas que necesitan de tu amistad. Pídele a Dios que te muestre quiénes son esas personas y empieza a ser una amiga desde hoy».

Entonces, ¿qué dices? ¿Estás dispuesta a cambiar tu enfoque acerca de tener más amigas y en su lugar convertirte en una verdadera amiga para quienes te necesiten? ¿Cuáles son algunas de las formas en las que puedas comenzar a acercarte a otros con un espíritu de verdadera amistad? ¿Cuáles son algunos de los pasos prácticos que puedes tomar para ser una verdadera amiga con aquellos que te rodean? Puedes empezar por llamar a una amiga que se encuentra atravesando un momento difícil en su hogar e invitarla a salir a comer sushi (¡yum!). Estoy segura que tendrás otras grandes ideas que demuestren amistad a otras personas. 

Este blog fue creado para ayudarte en tu búsqueda por la verdad. Así que, a medida que comienzas a acercarte a aquellos que te rodean, queremos invitarte a que compartas tus ideas y experiencias con otras chicas. ¡Estamos ansiosas de escucharte!