¿Debo someterme a mi novio?

“¿Debo someterme a mi novio?”

Esa es la pregunta que una de mis inteligentes lectoras publicó en el blog recientemente. Parecería no haber una buena respuesta. Como un novio no es lo mismo que un esposo, ¿no estaría la sumisión en esa relación un poco fuera de lugar? ¡Parte de mí piensa que sí! Pero como veo el noviazgo como una preparación para el matrimonio (lo opuesto a estarse divirtiendo), ¿será razonable que una chica no tome en cuenta durante el noviazgo lo que enseña la Biblia acerca de la sumisión y que de repente cambie su actitud después de decir «acepto»? Hmmm… eso es un poco más complicado.

Esas mismas preguntas quizás estén dando vueltas en tu mente al considerar cómo actuar en tu relación de noviazgo (ahora o en el futuro). Si es así, aquí hay unas cuantas cosas que puedes tener en cuenta.

Tu novio no es tu esposo.

Te puede gustar mucho, mucho tu novio. Puede que tenga todas las cualidades que buscas en un futuro esposo. Ambos han hablado de casarse. Pero nada de eso es lo mismo que realmente estar casados.

La realidad es que las rupturas ocurren. Le sucede a parejas que se aman mucho. Le ocurre a parejas que estaban seguras de que iban a estar juntas por siempre. Las rupturas pueden pasar hasta después de que la pareja está comprometida.

Al considerar la relación con tu novio, es importante mantener en mente que él no es tu esposo. No hay ningún lugar en las Escrituras donde se coloque a un novio como autoridad sobre su novia, probablemente porque no hay garantía de que esta relación sea permanente.

Esto no significa que puedes desechar todo lo que tu novio te diga o que le faltes el respeto. Efesios 5:21 urge a todos los cristianos a someterse unos a otros por nuestra lealtad a Cristo. (Por cierto, si tu novio no es cristiano, por favor toma un tiempo y lee esta publicación.)  Siempre es buena idea tratar a los demás con amor, respeto, y consideración. Sin embargo, no caigas en la tentación de «jugar a la casita» con tu novio y pretender que ya son marido y mujer. Los principios bíblicos para las parejas casadas son justo para eso—para parejas casadas.

Dios te ha dado ciertos territorios donde aprendes acerca de la sumisión.

¿Cómo aprenderá una chica acerca de la sumisión si no se somete a su novio? La Palabra de Dios tiene esa respuesta.

Efesios 6:2 dice: «Honra a tu padre y madre (este es el primer mandamiento con promesa).»

Hebreos 13:17 dice: «Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.»

Otra manera de pensar acerca de la sumisión es mostrar respeto, honra. El matrimonio no es la única relación en la cual estamos llamadas a someternos. Claramente estás llamada a honrar y a someterte a tus padres. De hecho, esa es realmente el aula en la cual Dios pretende que aprendas la sumisión bíblica. Él te llama a honrar y a obedecer a tus autoridades espirituales. Esto incluye a tu pastor, tu pastor de jóvenes, o mentor.

¿Se te hace difícil someterte a tus padres? ¿Tiendes a ignorar cuando tu pastor de jóvenes te muestra tu pecado o te exhorta a vivir más como Cristo? No seas engañada a pensar que la sumisión será más fácil cuando estés casada. No lo será. Haz un hábito del mostrar respeto a otros y de dar honra a aquellos a quienes Dios ha puesto en autoridad sobre ti ahora, en lugar de asumir que la sumisión vendrá naturalmente después.

Recuerda de qué se trata la sumisión.

La Biblia claramente llama a las esposas a someterse a sus maridos en Efesios 5:22-24:

«Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo Él mismo el Salvador del cuerpo. Pero como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.»

Este pasaje nos ofrece una pista sobre el porqué es importante la sumisión. El matrimonio debe ser una ilustración de Cristo y la iglesia. Pablo martilla este punto unos versos más adelante:

«Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia» (Ef. 5:32).

La sumisión no se trata de ejercer poder sobre otros. Se trata de poner de manifiesto el misterio del evangelio. Cuando te sometas a tu esposo en matrimonio algún día, estarás mostrándole al mundo qué significa que la iglesia voluntariamente se rinde al  señorío de Cristo. ¡Eso es cosa grande!

Pero no tienes que estar casada para que se muestre tu relación con Jesús. Busca maneras de honrar y glorificar a Dios en todas tus relaciones, incluyendo tu noviazgo. Habla con amabilidad. Perdona libremente. Huye del pecado sexual. Estas son maneras en que puedes exhibir a Cristo sin tratar a tu novio como a un esposo.

«¿Debo someterme a mi novio?» Buena pregunta. Quizás una mejor pregunta es, «¿Cómo puedo utilizar mi relación con mi novio para honrar a Dios?» Dejaré que respondas esa. Déjanos un comentario, y dinos qué piensas.

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Sobre el autor

Erin Davis

Erin Davis es una autora, bloguera y oradora a la que le encanta ver a mujeres de todas las edades correr hacia el pozo profundo de la Palabra de Dios. Es autora de muchos libros y estudios bíblicos, incluidos Beautiful … leer más …

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