¿Cuál es la gran cosa acerca de dar gracias?

Nunca he conocido a tu mamá, pero puedo estar segura de que ella te enseñó la importancia de ser agradecida. Nos encanta enfatizar el poder y la importancia de una tarjeta carta de agradecimiento bien escrita y de los pequeños recordatorios de que tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Pero tu mamá no es la única que te anima a ser agradecida. Los peregrinos y los indios se dieron cuenta de la necesidad de dar las gracias y luego comenzaron la tradición que muchos celebran. Pero la idea original de la acción de gracias no era de ellos tampoco. No, acción de gracias es la idea de Dios.

No puedo compartir todos los versículos acerca de acción de gracias contigo en una sola entrada del blog. Pero aquí una probadita.

“Ofrece a Dios sacrificio de acción de gracias, y cumple tus votos al Altísimo;” (Salmos 50:14)

“El que ofrece sacrificio de acción de gracias me honra; y al que ordena bien su camino, le mostraré la salvación de Dios.” (Salmos 50:23)

Vengamos ante su presencia con acción de gracias; aclamémosle con salmos. (Salmos 95:2)

Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza. Dadle gracias, bendecid su nombre. (Salmos 100:4)

Y eso es solo la punta del iceberg. Una y otra vez, la Biblia nos anima a ser agradecidas. Pero… ¿por qué? ¿Por qué es tan importante si le damos gracias a Dios o no?

La Palabra de Dios nos da cuatro respuestas sorprendentes.

1. Dar gracias es una alternativa a la conversaciones indecorosas y el lenguaje crudo.

Efesios 5:4 dice, “ni obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias.”

Dar gracias es una alternativa al a las conversaciones profanas. Es simplemente imposible pecar con tu boca al mismo tiempo que le estás dando gracias a Dios por todo lo que ha hecho. La próxima vez que sientas decir una broma desagradable, burlarte de los demás, chismosear, o decir una palabra de maldición, intenta dar gracias a Dios en su lugar.

2. La acción de gracias es un antídoto contra la ansiedad.

Filipenses 4:6 nos dice “por nada estéis afanosos”. Ese es un buen consejo, pero un poco difícil para poner en práctica cuando suceden cosas que realmente nos preocupan. Es por eso que la segunda mitad del verso dice así: “antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.”

¿Qué debemos hacer en lugar de sentirnos ansiosas? ¡Orar! Y debemos orar con acción de gracias. Tomarte el tiempo para reconocer lo que Dios ha hecho por nosotras funciona como un bálsamo para nuestros corazones ansiosos.

3. La gratitud es una forma efectiva de orar.

Colosenses 4:2, 1 Timoteo 2:1 y Filipenses 4:6 todos estos versos hacen referencia a la acción de gracias como una forma importante de orar. ¿Necesitas darle vida a tu vida de oración? Trata la acción de gracias. Dile a Dios por lo que estás agradecida de lo que él ya ha hecho y pídele que cambie tu corazón para que puedas ver sus bendiciones más a menudo.

4. La gratitud pone en marcha un coro de ángeles y seres celestiales.

Chequea lo que está pasando en el cielo ahora mismo.

“ Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, diciendo: ¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.” (Ap. 7:11-12)

Los ángeles se reunieron alrededor del trono a ofrecer acción de gracias a Dios. Los ancianos se reunieron alrededor del trono a ofrecer acción de gracias a Dios. Cuatro seres vivientes que son más magníficos que cualquier cosa que tu o yo hayamos visto (Ap. 4) se reunieron alrededor del trono a ofrecer acción de gracias a Dios. ¿Por qué? Porque Él es digno. Cuando nos tomamos el tiempo para agradecer a Dios por todo lo que ha hecho por nosotros, nos unimos a su canción.

Así que... Disfruta de un poco de tiempo extra con la familia pero no te olvides de dar gracias a Aquel que te ha dado todo lo que tienes. Hazlo porque su Palabra te da cuatro buenas razones para hacerlo. Y hazlo porque Él es digno.