Cómo experimentar la plenitud en Cristo

¿Cuántas veces has pensado en la verdad de que Cristo te puede dar la llenura y plenitud que tu corazón necesita pero no tienes idea de cómo eso puede ser una realidad en ti?

Lo cierto es que esa es una verdad inconmovible, puede haber tantas cosas en este mundo que pueden darte una felicidad temporal, pero todas terminan siendo vanas comparadas al valor de Cristo. 

Hagamos una lista rápida de manera general de esas cosas terrenales que nos hacen sentir bien y nos gustan tanto, aunque te animo a que hagas tu lista personalizada, solo tú sabes cuáles son las cosas que llaman tu atención y absorben tus afectos.

Haz un checklist y comienza a poner una palomita si es tu caso:

⬜ Salir a fiestas o reuniones con amigos 

⬜ Ver series o películas

⬜ Encontrar consuelo en la comida

⬜ Ver reels, stories

⬜ Escuchar música secular todo el tiempo

⬜ Ir o pensar en hacer compras cada fin de semana 

⬜ Utilizar redes sociales cuando despiertas y antes de dormir, mientras esperas en una fila o en lugar de estar haciendo tus quehaceres o responsabilidades

⬜ Subir stories o reels y estar pendiente de todas las reacciones

⬜ Hacer videollamadas largas con amigos continuamente

⬜ Estar pendiente de tu aplicación de mensajes para no perderte de nada al momento, ver los grupos, mandar stickers, gifs…

⬜ Jugar videojuegos

⬜ Ir a conciertos de música que sabes que no te edifica 

⬜ ¡Una relación con un chico!

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Ahora bien, pudieras pensar que algunas de estas cosas no están del todo mal y este artículo está sonando muy legalista, pero antes de que pares aquí y te quedes con esa idea, te animo a que pienses cuánto tiempo le dedicas a estas cosas al día o a la semana. Sé muy realista y escríbelo sin pena, finalmente el Señor lo sabe. Y regresa a tu lista y apúntalo ahí. 

Ahora reflexiona cuánto tiempo le dedicas al estudio de la Biblia, a la oración, a la meditación de la Palabra de Dios, a la memorización… y apúntalo también.

Y finalmente, cuánto tiempo le dedicas a la comunión con tu familia en la fe, al servicio a tu familia en casa, a la evangelización, al apoyo a los hermanos que se encuentran en necesidad en tu iglesia local…escríbelo en tus notas. 

¿Te das cuenta a dónde te quiero llevar? ¿Dónde está el valor de Cristo en tu vida?

Aquí está la respuesta a la pregunta inicial: si tú no conoces cada vez más a Jesús, no lo amarás más que todas esas cosas que están llenando tu corazón temporalmente y te dejan sintiendo vacía y con necesidad de más y más al siguiente día, estando encerrada en un ciclo sin fin. Nunca podrás conocer cómo experimentar la llenura y la plenitud de Cristo. No podrás vivir día a día con el deseo de llenarte más de Él.

Jesús le dijo a Sus discípulos: «Si alguien me ama, guardará Mi palabra; y Mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada». ¡Me deja admirada la belleza de esta promesa! Solamente guardando la Palabra de Dios y atesorándola es que podremos experimentar el amor perfecto de Dios, y Él siendo el Creador y Todopoderoso Señor, viene a hacer morada en nosotras, unas pecadoras cuyo corazón batalla tanto para encontrar el valor de Cristo.

También están todos los medios de gracia que Dios nos ha provisto. Si no te involucras en tu iglesia local, no podrás estar rodeada de hermanos en la fe que observen tu vida, a quienes les rindas cuentas, quienes te pueden aconsejar bíblicamente, animar, exhortar y apuntar a Cristo todo el tiempo (Hebreos 3:13). 

La tentación de poner nuestro gozo y felicidad en este mundo es muy fuerte. El anhelo de nuestro corazón de ser amadas es muy profundo. El pensamiento de que el éxito profesional es lo que te da estabilidad personal y por consiguiente, felicidad, está más distante de la realidad. La mentira de que tu paz mental y emocional es lo único que realmente cuenta, es una filosofía que está muy lejos de ser verdad. Pero para que todas estas presiones no te hagan tambalear ni alejarte de vivir una vida plena en Jesús, para que no creas que serás completamente feliz cuando encuentres a esa persona que te da muestras de atención, necesitas que tu amor por Cristo sea mayor. Solo así podrás apreciar Su valor por encima de todos tus anhelos y deseos. 

¿Te es difícil creer que realmente Cristo te puede llenar? Cree en lo que Dios ha dicho de Su Hijo. Él es la Palabra fiel y verdadera (Jn. 1:14). 

Pablo es experto en repetirlo una y otra vez. Te recomiendo que estudies la carta a los colosenses, pero te dejaré algunos pasajes por aquí:

«Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia». — Efesios 1:22-23

• Cristo no deja ningún hueco, Él te llena por completo.

«No permitan que nadie los atrape con filosofías huecas y disparates elocuentes, que nacen del pensamiento humano y de los poderes espirituales de este mundo y no de Cristo. Pues en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano.De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo, quien es la cabeza de todo gobernante y toda autoridad». —Colosenses 2:8-10

• El mundo te quiere seducir con promesas falsas de felicidad y placer para hacerte «sentir plena», ¡pero son filosofías huecas! Si eres hija de Dios, tu unión con Cristo te hace estar completa, no necesitas nada más.

Y una exhortación final:

«Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto a esta vida, y su verdadera vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo —quien es la vida de ustedes— sea revelado a todo el mundo, ustedes participarán de toda su gloria». —Colosenses 3:1-4

Querida joven, medita en las cosas de arriba. Como hija de Dios, no tienes por qué vivir esclavizada a los deleites pasajeros de este mundo, no tienes que «sufrir» mientras estás «en la espera» del príncipe azul. Ya estás muerta a esta vida porque has vuelto a nacer en Cristo y ¡Él es tu vida!

¿Cómo experimentas la llenura y la plenitud que tu corazón necesita? 

Confía por la fe que Cristo es tu vida, que Él es tu todo y busca las cosas celestiales cada día. Busca a Cristo, refúgiate en Él, ámalo cada día más guardando Su Palabra, deleitándote en Él y asombrándote de la salvación que te ha dado a través de Su sacrificio perfecto en la cruz y no vivas más esclavizada a los deleites del mundo que se desmoronan.