Cinco versículos para darte esperanza

Hace muchos años me encontré con un pasaje en la Biblia que poco a poco se ha vuelto el versículo de mi vida. Desde mis días en la escuela, hasta los primeros días de relaciones, pasando por el fin de las relaciones y ahora en mi matrimonio, estos versículos siempre han sido mi referente.

«Confía en el Señor con todo tu corazón, 

y no te apoyes en tu propio entendimiento. 

Reconócele en todos tus caminos,

y Él enderezará tus sendas». Pr. 3:5-6

Una y otra vez, estos versículos han sido un gran consuelo. Me recuerdan que Dios es el único que endereza mis caminos; que Él tiene un plan; que solo debo confiar plenamente en Él.

Eso me funcionaba a mí. Sin embargo, luego de compartir esos versículos con amigos y en las redes sociales, me di cuenta que esas palabras no producían lo mismo en las personas con quienes las compartía. Entonces, surgieron estas preguntas: ¿Quién es este Dios a quien le estoy confiando mi vida? ¿Es bueno? ¿Se puede confiar en Él?

Allí me di cuenta que si no conociera a Dios, tampoco yo querría poner mi confianza en Él. Así que, más vale que sí conozca al Dios de la Biblia. 

¿Cómo conocemos a Dios? Él se ha revelado a nosotros en la Biblia. Entender quién es nuestro Dios nos traerá paz, consuelo y esperanza mientras continuamos viviendo en este mundo roto. 

Cinco versículos sobre Dios que te darán esperanza

1. Génesis 1:1:

«En el principio Dios creó los cielos y la tierra». 

¿Qué mejor lugar para empezar que el principio de la Biblia? Me encanta este versículo simple. Cuando no había nada, estaba Dios. Cuando la tierra estaba sin orden y vacía, estaba Dios. Cuando la humanidad no existía, Dios existía. Él es la razón por la que este mundo existe. Él es el comienzo de todo. Si no has leído Génesis 1 y 2 últimamente, te animo a que lo leas. Dan una imagen alentadora del principio de todo. 

2. Apocalipsis 22:13:

«Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin». 

Cuando nos acercamos al último libro de la Biblia, vemos a Dios descrito como el Alfa y la Omega. Él estaba en el principio de todas las cosas y estará en el final. Él era, es y será. Él está en el principio de nuestro mundo, y estará en el final (cuando haga todas las cosas nuevas). ¿Quien más puede decir eso?

3. Efesios 2: 4-5:

«Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aún cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados)».

¡Que hermoso vistazo del carácter inmutable de Dios! Él está lleno de misericordia. Su amor por nosotros es grande. Aunque estábamos en su contra, Él envió a su Hijo Jesús a morir en la cruz por nuestros pecados. Fuimos salvos por su gracia. Ahora, ya no somos esclavos a nuestro pecado, sino que somos libres por el poder de la cruz. 

4. Juan 1:12:

«Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre». 

No tenemos un Dios que está esperando a atacarnos cada vez que nos equivocamos. ¡El Dios de la Biblia es rico en misericordia e hizo un camino para que pudiéramos ser herederos de su reino! Por medio de creer en su Hijo perfecto Jesús, tenemos el derecho de ser hijos de Dios y ser adoptados como parte de su familia. De hecho, podemos tener una relación personal con Él por toda la eternidad. 

5. Salmo 139:7-12: 

«¿Adónde me iré de Tu Espíritu,

O adónde huiré de Tu presencia?

Si subo a los cielos, allí estás Tú;

Si en el Seol preparo mi lecho, allí Tú estás.

Si tomo las alas del alba,

Y si habito en lo más remoto del mar,

Aun allí me guiará Tu mano,

Y me tomará Tu diestra.

Si digo: «Ciertamente las tinieblas me envolverán,

Y la luz a mi alrededor será noche»;

Ni aun las tinieblas son oscuras para Ti,

Y la noche brilla como el día.

Las tinieblas y la luz son iguales para Ti».

Dios está en todas partes. Él no está limitado por nada, ni por nadie y nosotras no podemos escapar de Él. No podemos escondernos. Dios está listo para sostenernos y guiarnos. Servimos a un Dios muy grande, todopoderoso, increíble y fuerte.

¿Y tú? ¿Cuál es tu perspectiva de Dios? ¿Se basa en las Escrituras? ¿Se basa en algo más? Es muy importante asegurarnos de que nuestra perspectiva viene de lo que Dios dice que Él es en la Biblia.

Entre más conozcamos a Dios y a su carácter a un nivel personal, más fácil será confiar realmente en Él con toda nuestra vida.