Charlie, Charlie: ¿contactando a un demonio o un juego inocente?

¿Cuál es el problema?

Todos mis amigos lo están jugando.

¡Es sólo un juego inocente!

Quizás has tenido alguno de estos pensamientos acerca del popular “juego”, que ha capturado los corazones de los adolescentes alrededor del mundo. El Internet está lleno de videos de adolescentes corriendo, gritando, luego de preguntar: “Charlie, Charlie ¿estás ahí?” y luego ver los lápices moverse por sí solos. (Para tu información, no recomendaría esta búsqueda en Google. Si te preguntas por qué, sigue leyendo).

No es un juego tratar de comunicarse con demonios (algunos afirman que Charlie es un demonio Mexicano, mientras que otros apuntan todo el asunto a un indicio psicológico o a la precariedad de un lápiz balanceándose en otro).

Independientemente de si Charlie es en realidad un demonio o si sólo es un juego espeluznante, Dios es muy claro con respecto a evitar cualquier cosa, incluso remotamente cercana a “Charlie, Charlie”. Revisa bien las palabras de Dios a Su pueblo en Deuteronomio 18:9-12:

“Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, no aprenderás a hacer las cosas abominables de esas naciones. No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al Señor”.

Independientemente de si un espíritu particular nombrado “Charlie” existe o no, esto si sé:

· El mundo de los espíritus es real, y los demonios son bastante peligrosos para mí y quiero quedarme tan lejos de ellos como sea posible. (Efesios 6:12)

· Dios nos manda específicamente a no tratar de hacer contacto con espíritus. (Deut. 18:10-12)

· Los espíritus como no son inocentes. Ellos optaron o por seguir a Dios o por rebelarse en contra de Él y seguir a Satanás. Todos ellos tienen una agenda: o llevar a cabo las órdenes de Satanás o llevar a cabo las órdenes de Dios. (Apo. 12:9)

· La misión de Satanás es directamente opuesta a la misión de Jesús; Satanás busca robar y matar (¡y asustar!) y destruir, mientras que Jesús vino para darnos vida – una vida abundante y fructífera. (Juan 10:10-11)

· Jesús me ha librado de las tinieblas. Así que, ¿por qué querría yo ponerme en contacto con el reino de las tinieblas? (Col. 1:13)

· Jesús triunfó sobre el mal en la cruz, y Satanás pronto será encerrado para siempre. (Col. 2:15; Rev. 20:10)

Así que, mientras el resto de tus amigos está corriendo y gritando de miedo – de Charlie – procura que los malos espíritus corran de ti. ¿Cómo? Santiago 4:7 tiene la clave:

“Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros”.

¿Qué tan genial es esto? En vez de huir de miedo, en realidad puedes hacer que el mal huya de ti, si te resistes a el, sometiéndote a Dios y llena del Espíritu de Cristo (a quien Dios te da gratuitamente cuando confías en Él y sólo en Él para salvación).

Así que depende de ti. Huye de miedo de Charlie o has que “Charlie” y sus demonios huyan de ti.

Yo, elijo lo segundo.

Ah, y no jugaré “Charlie, Charlie” en ningún momento.