Atracción al mismo sexo… ¿Qué hago?

Hablemos claro, Dios te hizo una mujer heterosexual y la razón por la que te hizo mujer no radica tu género, si no en que puedas manifestar áreas del carácter de Dios que el género masculino no puede reflejar.

Tu sexualidad o tu género (eso que pones en los formularios: femenino) no se trata de ti misma, si no de reflejar la gloria de Dios.

Y puede ser que no solamente sepas esto, sino que también lo creas… pero hay una lucha interna que quieres callar… pensamientos como ¿y si en realidad soy lesbiana? ¿por qué me siento más inclinada a la relación con mujeres? ¿y si estoy confundida y no quiero aceptar lo que realmente soy?

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Lo primero que quiero decirte es que la atracción pecaminosa al mismo sexo es parte la manifestación de lo dañado que quedó el ser humano cuando el pecado afectó TODAS las áreas de su vida!

Esa es una manifestación de lo lejos que quedamos de Dios, pero si estás en Cristo hay buenas noticias para ti:

1. Que te sientas tentada o atraída hacia el mismo sexo no te define como lesbiana.

Es una advertencia de que estás en tentación, que si te descuidas vas a pecar y lo que te muestra es que eres una pecadora en necesidad de un Salvador.

¡Huye a Cristo y apártate de todo que lo alimente esa tentación.

2. La tentación no es pecado en sí misma

Santiago 1:14-15 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.

Es nuestro propia maldad que nos seduce, pero fíjate que es cuando esa pasión/deseos se materializan (ya sea en tu mente o en la realidad) que se convierten en pecado y cuando se dejan crecer nos llevan a la destrucción.

Así que ahí en el umbral del pecado, cuando llegan esos pensamientos pecaminosos a tu mente es dónde debes llevar tus pensamientos a la Verdad a la Verdad y cautivos obediencia a Cristo.

3. Ninguna tentación tiene poder para dominarte más allá de tus fuerzas

1 Corintios 10: 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla.

John Piper dice “Tu no vas a ser tentada más allá de tu capacidad si estás confiando y deleitándote en Dios más de lo que esa tentación puede ofrecerte".

Así que ¿qué esperas para buscar a aquel que te proveerá la vía de escape? Búscalo en oración y en Su palabra, no te detengas hasta encontrar en Él un mayor interés que tu tentación al mismo sexo. Acércate a una mujer mayor y ríndele cuentas.

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