Adórnate con una belleza que perdura

Vivimos en el mundo del Photoshop, las cirugías plásticas, la anorexia y la bulimia. Lamentablemente, la definición de belleza para el mundo está completamente distorsionada por el pecado. Las gorditas quieren ser más flacas, las flacas más gorditas, las de cabello rizo lo quieren tener lacio y las que lo tienen lacio, rizo. Un mundo donde reina la inconformidad, añadida a la paradoja consumista de que siempre tenemos el closet lleno pero nunca nada qué ponernos. Nos afanamos incansablemente por alcanzar estándares de belleza perfectos, y queremos desafiar el reloj para mantenernos luciendo jóvenes... pero como dice Eclesiastés: ¡todo esto es como perseguir el viento!

Hedonistas por diseño

Nuestro corazón anhela la belleza, Dios nos creó así. Por eso muchas de nosotras queremos comprarlo todo en las tiendas de decoración o de papelería (culpable 🙋🏻), por eso existe el Instagram para ver fotos bonitas, los museos para admirar la belleza que pueden crear otros artistas, la música, la poesía, la arquitectura, las flores, los paisajes y los atardeceres. Y buscar la hermosura en sí no está mal (Dios creó la belleza); el problema está en que nuestra cultura le da tanta importancia a la belleza externa que se olvida de cultivar la belleza interior.

Ahora, no te estoy diciendo que debes vestirte fea y nunca usar maquillaje o no rebajar si estás en sobrepeso. Por el contrario, ¡nuestra apariencia y nuestra salud le importan a Dios! Le glorificamos en la manera en que nos vestimos, en lucir arregladas y llevar un estilo de vida saludable. Pero el problema está en cuando hacemos de esas cosas nuestros ídolos y al final, cuando nos aferramos a ellas tan fuertemente que perdemos de vista lo importante, estas cosas nos destruyen y nunca nos sentimos satisfechas.

¡Gracias a Dios que Jesús nos ha hecho libres de esas ataduras y que no se trata de nosotras! Como dice el versículo, lo que más le importa a Dios y que nunca se desvanece es tener un espíritu tierno y sereno, y como Él quiere eso para sus hijas, Él nos ayudará a alcanzarlo si se lo pedimos (Santiago 1:5). Aún así, nunca debemos perder el enfoque de que la mayor prioridad de nuestras vidas debe ser vestirnos con la armadura de Dios (Efesios 6:10-18) y Él coronará nuestras cabezas con sabiduría.

Sabiduría > belleza terrenal

Me encanta cómo este versículo lo pinta, sobre todo porque las coronas de flores están muy de moda hoy día ¡y a todo el mundo le quedan bien! Así mismo es la sabiduría, embellece el corazón de todos. Quizás pensarás, pero soy muy joven ¿cómo puedo conseguir ser sabia? La Biblia lo dice muy claramente, «El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría» Salmos 111:10 (NTV) ¿Pero qué significa temer al Señor? si sigues leyendo el versículo encuentras la respuesta: «Todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría». Necesitas leer Su Palabra y obedecerla para que Dios forme en ti ese corazón sabio y te dé un espíritu tierno y sereno. Y lo mejor de todo es que la Palabra no sólo nos maquilla el exterior, sino que nos transforma completamente.

Para profundizar

Te invito a tomar este test para que examines tu corazón y puedas discernir tus pensamientos, tus motivaciones y tus metas con respecto a la belleza. También te recomiento este artículo: ¿Es importante la belleza física?