Acepta el reto de los 10 minutos

Caminé desde el estacionamiento hasta la iglesia. Encontré una silla agradable para sentarme y abrí mi Biblia en el libro de los Salmos.

Estos serán diez minutos largos, pensé.

Estaba asistiendo a una conferencia sobre oración y el predicador nos retó a estar solos durante diez minutos para orar. Nos pidió que usáramos un pasaje específico del libro de los Salmos para guiar nuestras oraciones, alentándonos a orar las Escrituras, ya que esta era una forma increíble de profundizar y mejorar nuestras vidas de oración.

La verdad, yo no estaba tan segura. Me preocupaba que leer las Escrituras durante diez minutos seguidos se sintiera como una eternidad. Sin embargo, a pesar de mis dudas, abrí mi Biblia y comencé a orar. 

Y orar...

Y orar…

Y orar…

Para mi sorpresa, los pasajes guiaron mis oraciones de forma tan perfecta que trajeron verdades, promesas e ideas que nunca hubiera pensado orar por mi propia cuenta.

Entrando en un túnel del tiempo

Después de lo que parecieron diez minutos, volví a la iglesia sintiéndome enérgica, renovada y totalmente enamorada de la idea de orar a través de las Escrituras. No obstante, cuando entré en la conferencia, algo parecía no estar bien. La sesión de una hora después del receso de oración de diez minutos estaba llegando a su fin. 

Mi hermana me miró y me preguntó: «¿Dónde estuviste todo este tiempo? Te perdiste toda la sesión».

Estaba asombrada, ¡acababa de pasar una hora entera orando! No entré en un túnel del tiempo, pero descubrí una forma poderosa de orar de la que no quería salir corriendo. Estaba sorprendida y emocionada. Orar yendo a través de pasajes de la Biblia se convirtió en un nuevo amor y hábito mío a partir de ese día.

Hoy, quiero desafiarte con esta misma idea de orar las Escrituras.

Acepta el reto de los 10 minutos

Esto es lo que quiero que hagas: usa el pasaje que he enlistado a continuación y ora a través de él. Si no estás segura de cómo orar a través de las Escrituras, te animo a que leas esta publicación de Joni Eareckson Tada del blog Mujer Verdadera.

En pocas palabras, la autora da estos consejos para ayudarnos a orar la Biblia. Ella sugiere:

1. Repasa: Lee el pasaje de la Escritura lentamente.
2. Reflexiona: Piensa en cómo personalizar el texto y aplicarlo a tu propia vida.
3. Responde: Acepta y contesta el pasaje orándolo a Dios.
4. Recibe: La oración es una conversación con Dios. Una conversación es un proceso bidireccional. Por lo tanto, es útil tomarse un momento para escuchar lo que el Señor te está diciendo.

¡Vamos a intentarlo!

Tómate diez minutos para aplicar estos cuatro consejos y ora el Salmo 23. Trabaja en el pasaje lentamente, utilizando los diez minutos completos (¡o la hora como yo lo hice!). Aquí está el Salmo versículo por versículo.

• El Señor es mi pastor, nada me faltará (v. 1).
• En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce (v. 2).
• Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia, por amor de Su nombre (v. 3).
• Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estás conmigo; Tu vara y Tu cayado me infunden aliento (v. 4).
• Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando (v. 5).
• Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días (v.6).

Me encantaría saber tu experiencia orando este pasaje:

• ¿Disfrutaste usar las Escrituras como guía para la oración?
• ¿Algo nuevo te llamó la atención?
• ¿De qué maneras recordaste verdades al orar a través del Salmo 23?