Los desafíos, presiones y tentaciones que inevitablemente vienen con cada ambiente escolar pueden ser difíciles de navegar. Supongo que es por eso que una de mis lectoras recientemente me mandó un correo con esta petición:
¿Cómo puedo mantener mi fe en la escuela, porque yo sé cuán difícil va a ser? Por favor hagan una publicación sobre esto.
Ella está en lo correcto. Mantenernos firmes en nuestras convicciones como cristianas es difícil en casi cualquier ambiente. Difícil, pero no imposible.
Me encanta que nunca estamos solas. Por la increíble misericordia y gracia de Dios, no tenemos por qué depender de nuestro poder, fuerza y sabiduría para pasar por situaciones difíciles. Dios es quien nos ayuda a florecer en la escuela, trabajo y casa – ¡en todo lugar! Por Su gran poder en nosotras, podemos ser vencedoras.
«Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Cor. 12:9).
En lugar de caer en tentación y luchas este año escolar, mira a Jesús para que te ayude, sabiendo que Él va a proveer todo lo que necesitas para vivir la vida que Él te ha llamado a vivir. Después toma decisiones proactivas que te ayuden a permanecer firme durante ese tiempo.
Aquí hay otras ideas que te van a ayudar a permanecer fuerte durante todo el nuevo ciclo académico.
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Pasa tiempo en la Palabra cada día
Si tú quieres que tu mente aún esté funcionando para el tercer periodo de clases, es mejor que no te saltes el desayuno, ¿correcto? Bueno si tú quieres que tu espíritu sea fuerte al enfrentar las dificultades de los siguientes nueve meses, ¡asegúrate de darte un banquete en la Palabra de Dios! De la misma manera que no descuidarías alimentar tu yo físico, no descuides alimentar tu yo spiritual. Haz que el pasar tiempo en la Palabra de Dios sea una prioridad diaria.
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Ora por fortaleza
Pídele fortaleza a Dios. Él es la fuente de todo poder, potencia, valor y todo lo demás que necesites. Vuélvete a Él como tu única y verdadera fuente de fuerza para permanecer firme.
Puedes orar directo del Salmo 46:1: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones».
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Permanece conectada a tu iglesia
Pudiera ser fácil relegar la iglesia durante el ciclo escolar o de la universidad debido a horarios deportivos y a muchas otras actividades. No permitas que esto te pase. Permanece conectada a tu iglesia, y esfuérzate por asistir semanalmente e involucrarte. Todas necesitamos el apoyo de nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Los deportes o actividades extra curriculares jamás pueden reemplazar la enseñanza, la responsabilidad y el refrigerio espiritual que la iglesia proporciona.
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Involúcrate en un grupo pequeño
Es fácil entrar y salir de la iglesia sin conectarte. Cuando hacemos esto, nos perdemos de uno de los mejores beneficios de la iglesia: relaciones auténticas. Te animo a involucrarte en un grupo pequeño o un grupo de estudio de la Biblia. Construye estas relaciones y encuentra un grupo que pueda orar por ti regularmente.
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Busca una mentora
Darse ánimo uno-a-uno y ser responsable ante una mentora es importante. Encuentra una mujer mayor que se pueda reunir contigo, que te haga preguntas, que te mantenga enfocada y te señale la dirección correcta. No asumas que eres lo suficientemente fuerte para pasar por esto sola. Encuentra una mujer cristiana, pídele que sea tu mentora, y sé una fiel discípula.
(Pd: No tienes que decir nada oficial como: «¿Por favor puedes ser mi mentora?» Simplemente pregunta si puedes pasar tiempo con una mujer mayor a quien respetes y admires, y se honesta sobre los desafíos que estés enfrentando).
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Toma decisiones sabias
No importa a qué tipo de escuela o universidad asistes, vas a encontrar tentaciones en donde sea que estés. ¿Adivina qué? Mucho después de que te gradúes de la escuela o la universidad, aún habrá tentaciones. Es parte de vivir en un mundo caído. Piensa en el futuro, planea para el futuro y evita ambientes y personas que pudieran tentarte. Toma decisiones sabias y predetermina qué lugares evitar o con quién te juntas y evita las cosas que te puedan hacer caer.
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Recuerda a dónde vas
Cuando estás en la escuela o en la uni, aún eres hija de Dios. Recuerda que sin importar en donde estés, eres embajadora de Cristo (2 Cor. 5:20). Vive con ese futuro en mente y recuerda que el cielo es tu hogar eterno. Toma decisiones que serán una bendición y no una carga para tu futuro.
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Escoge ser la influencia
Tienes una voz, así que úsala. No te sientes en silencio y permitas que los ruidosos te acallen. Ponte de pie por aquello que sabes que es correcto y escoge influenciar a tus compañeros en una dirección correcta (y que honre a Dios).
Más fuerte el año siguiente
La idea de que tengas que renunciar tu fe es una mentira. Cuando dependemos de Cristo y lo miramos a Él, Él nos hace más como Él mismo cada día. No tienes que recordar este ciclo con pesar o preocupación de que no viviste de acuerdo con tus convicciones. Es posible amar a Dios y Su Palabra más este año, pero no va a suceder por accidente.
Me encantaría escuchar sus ideas. ¿Cómo vas a permanecer firme durante este nuevo ciclo? ¿Tienes algunas ideas que puedas compartir con otras lectoras en el blog?
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