Cuando recuerdo mis días de secundaria y preparatoria, mi mente saca una montaña de tareas sin fin, pijamadas con mis mejores amigas, juegos de fútbol, ensayos de danza y correr por los largos pasillos hacia la cafetería cuando la campana del recreo sonaba. Mi mente también se desvía a las cosas que pude haber hecho diferente: chismear menos, amar más, trabajar más fielmente con la gloria de Dios como mi meta, en lugar de enfocarme en mi propia reputación. Entonces mi mente te visualiza caminando en los pasillos de tu propia escuela.
Pero este año las reglas del juego han cambiado drásticamente. Es probable que ni siquiera puedas ir a la escuela por un largo tiempo y que tu interacción con los maestros y tus amigos sea virtual. Eso no quiere decir que tus luchas sean menores, porque al final de cuentas, aunque las circunstancias son diferentes, nuestros corazones siguen siendo los mismos. Así que mientras inicias este año escolar, reflexiona:
¿Qué desafíos pesan en tu corazón?
¿Qué tentaciones luchan por tu atención?
¿Cuáles son tus metas, esperanzas y sueños?
Sin importar el reto que enfrentes, hay una fuente infinitamente mejor de sabiduría infalible que siempre te va a guiar. Es la Palabra de Dios, la fuente de luz y sabiduría. (Sal. 19:7–11, 119:105). Así que aquí hay treinta Proverbios, organizados por tema, para considerar mientras navegas por el año escolar más extraño que hayas vivido. Colócalos en tu área de trabajo, escríbelos en tus libretas, llévalos en tarjetas, memorízalos mientras ayudas en casa. Esta sabiduría te va a ayudar, animar y guiar a dondequiera que vayas, y la vas a necesitar. Lo prometo.
Chisme
Cuando la tentación de hablar sobre otros constantemente toca a la puerta de tu corazón El chisme abre brechas entre amigos, hace perdurar rumores falsos, lanza dolorosas flechas a los corazones y nunca agrada a Dios. En efecto, cuando chismeamos, nuestras bocas están haciendo el trabajo del enemigo. Aquí hay algunos proverbios para recordarte de esta verdad.
«Aparta de ti la boca perversa, y aleja de ti los labios falsos» (4:24).
«El corazón del justo medita cómo responder, mas la boca de los impíos habla lo malo» (15:28).
«El testigo falso no quedará sin castigo, y el que cuenta mentiras perecerá» (19:9).
«El que anda murmurando revela secretos, por tanto no te asocies con el chismoso» (20:19).
«Por falta de leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, se calma la contienda» (26:20).
«El hombre perverso provoca contiendas, y el chismoso separa a los mejores amigos» (16:28).
Envidia
La envidia es ridículamente sutil. Te puede encarcelar mientras tú ni siquiera te das cuenta de que eres su prisionera. Así que, antes de que comiences a mirar lo que ella tiene, lo que ella publicó en las redes sociales, o que calificación sacó ella, debes mantenerte vigilante de esas cosas de comparación. Te van a robar tu gozo y te harán olvidar todas las bendiciones que tienes en Cristo Jesús. Más bien escoge la gratitud.
«Un corazón apacible es vida para el cuerpo, mas las pasiones son podredumbre de los huesos» (14:30).
«No envidie tu corazón a los pecadores, antes vive siempre en el temor del Señor; porque ciertamente hay un futuro, y tu esperanza no será cortada» (23:17–18).
Sabiduría
La Palabra de Dios = sabiduría. Pudieras enfrentarte con situaciones en las que no tienes la más mínima idea de lo que debes hacer. Ve a la Palabra de Dios. La respuesta pudiera no estar explícitamente deletreada en las páginas de tu Biblia, pero sí, lo repito, absolutamente, sin duda alguna, sí te va a proveer la sabiduría que necesitas para buscar a Dios y para aplicarla a tu vida.
«Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. No la abandones y ella velará sobre ti, ámala y ella te protegerá. Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia» (4:5–7).
«Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida» (4:13).
«El camino del necio es recto a sus propios ojos, mas el que escucha consejos es sabio» (12:15).
«Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán» (16:3).
Disciplina
Este año escolar traerá desafíos. Puedes estar preparada para enfrentarlos y saber que Dios utiliza situaciones difíciles para moldearte a la imagen de Su Hijo.
«Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni aborrezcas su reprensión, porque el Señor a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita» (3:11–12).
«El que tiene en poco la disciplina se desprecia a sí mismo, mas el que escucha las reprensiones adquiere entendimiento» (15:32).
Bondad
¡Necesitamos bondad en los pasillos de nuestras escuelas y en nuestros corazones!
«No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacerlo» (3:27).
Discreción
El pecado nos espera a la vuelta de más esquinas de las que nos damos cuenta. Toma la sabiduría contigo y cultiva discernimiento. Pídele a Dios que guarde tu corazón y te ayude a reconocer peligro en tu camino.
«Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida» (4:23).
«El prudente ve el mal y se esconde, mas los simples siguen adelante y son castigados» (22:3).
Orgullo
Nuestro orgullo jamás parece tomarse días de vacaciones, y la opinión de Dios en el asunto es muy clara.
«Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría» (11:2).
«El necio no se deleita en la prudencia, sino sólo en revelar su corazón» (18:2).
Conflicto
El conflicto va a venir; pídele a Dios gracia para extender Su amor a otros.
«El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones» (10:12).
Amistad
Tus amigas importan, sea que te señalen hacia Jesús o te alejen del Él. ¡Escoge intencionalmente!
«El que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño» (13:20).
«Apártate de la presencia del necio, porque en él no discernirás palabras de conocimiento» (14:7).
Emociones y dominio Propio
Tareas, proyectos, exámenes y campanas de clase son como ollas de presión para nuestras emociones. Cuando estás estresada, es fácil estallar. Necesitamos paciencia y dominio propio.
«El lento para la ira tiene gran prudencia, pero el que es irascible ensalza la necedad» (14:29).
«Mejor es el lento para la ira que el poderoso, y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad» (16:32).
«Como ciudad invadida y sin murallas es el hombre que no domina su espíritu» (25:28).
«El sabio teme y se aparta del mal, pero el necio es arrogante y descuidado» (14:16).
Pecado y confesión
Debes saber esto: Tu pecado escondido pudiera parecer ahora como algo no muy importante, pero va a crecer lo suficiente como para destruirte. Tráelo a la luz, y sabe que allí hay gracia cuando confesamos.
«Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación para El: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos» (6:16–19).
«El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia» (28:13).
«Porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia» (24:16).
Tu fuerza
¡El Señor es una torre fuerte! Descansa en Él; depende de Él; corre a Él. Su fidelidad te guiará a través de este año escolar.
«En el temor del Señor hay confianza segura, y a los hijos dará refugio» (14:26).
«El nombre del Señor es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo» (18:10).
Y para redondear estos treinta Proverbios, terminemos con una oración:
Señor, por favor ayuda a estas estudiantes a luchar contra la tentación de pecar; chismear, envidiar, ser perezosas, estar llenas de orgullo. Y al ellas buscarte a Ti, dales humildad, amor, bondad, discreción, dominio propio y sabiduría. Cuando ellas fallen, acércalas de regreso a Ti. Permite que ellas puedan probar tu gracia tan vibrantemente que sus vidas irradien el amor de Tu Hijo para otros. Sé Tú su fuente de fuerza, esperanza y amor para que a través de ellas, Tu nombre sea engrandecido. En el nombre de Jesús, amén.
Pd: Estos proverbios fueron tomados de la traducción de la Biblia LBLA. (Los encontramos leyendo nuestras She Reads Truth Bible). ¡Encuentra una Biblia que ames, y léela frecuentemente este año escolar!
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